miércoles, 26 de octubre de 2016

Siniestros Lobby´s.....



El club desconocido de Wall Street



Greg Farrell y Keri Geiger (Bloomberg Businessweek)
Los abogados de Wall Street se citan en una discreta reunión anual con un tema sobre la mesa: cómo lidiar con las demandas colectivas


Es un club de Wall Street prácticamente desconocido en Wall Street. No tiene nombre ni lista oficial de miembros, y se reúne solamente una vez al año en lugares como el Lago Lucerna, en Suiza, en el Condado de Lichfield, Connecticut, y este año, en Versalles. 
Los asistentes son los mejores abogados de los bancos más poderosos del mundo; personas que se reúnen para tomar decisiones que configuran procesos judiciales con miles de millones de dólares en juego, en nombre de entidades como Barclays, Citigroup, Goldman Sachs, Deutsche Bank, y JPMorgan Chase. La reunión de este año se celebró en mayo en el Trianon Palace Versailles, un lujoso hotel decorado con mármol y acabados dorados a menos de 2 kilómetros del palacio de Luis XIV y junto al parque real. 
Los encuentros, descritos por varias personas afines a los mismos que han preferido mantener el anonimato, suelen consistir en largos debates sobre cuestiones básicas como el gobierno corporativo. Este año, según dos de dichas personas, algunos asistentes llegaron al hotel dispuestos a poner sobre la mesa un grave problema común: abogados de procesos colectivos que reclaman miles de millones de dólares a los principales bancos por supuesta manipulación del mercado y conductas inapropiadas. Eric Grossman, director jurídico de Morgan Stanley, instó a sus compañeros a permanecer unidos y resistir la tentación de resolver los litigios por la vía rápida.
Unos meses antes, Rohan Weerasinghe, del Departamento Jurídico de Citigroup, tomó una decisión que básicamente forzaba a varios de los mayores bancos del mundo a pagar un total de 1.900 millones de dólares para resolver demandas colectivas por el caso de los credit-default swaps. Los inversores, incluyendo la asociación Los Angeles County Employees Retirement Association, alegaron que los bancos se habían puesto de acuerdo para limitar la competencia en el mercado y poder obtener ingresos extra. 
Cuando se demanda a varios bancos en una acción colectiva, es habitual que compartan información y coordinen sus defensas. Pero tras años de práctica, los abogados en procedimientos colectivos han dado con la solución para romper estas alianzas. Llegan a un acuerdo con un banco y lo aprovechan para presionar al resto. Todos los bancos saben que el último que llegue a un acuerdo será el que probablemente acabe pagando un precio más alto, por la teoría jurídica de la responsabilidad solidaria, según la cual, cualquier compañía declarada culpable en un proceso, aunque fuera parcialmente, puede acabar respondiendo por todos los daños y perjuicios.
romper la baraja.
En el caso de los swaps, Citigroup fue el primero en romper la baraja, al alcanzar un acuerdo en el verano de 2015 con un pago de 60 millones de dólares. Otros siguieron sus pasos y en último lugar, JPMorgan acabó acordando un pago de 595 millones de dólares. Sobre los bancos se cernía la posibilidad de una investigación antimonopolio en el mercado de swaps por parte de la Unión Europea, que podría haber revelado pruebas favorables para las demandas colectivas. Al final, la UE archivó el caso, por lo que a los bancos les habría venido mejor esperar. 
La decisión de Citigroup de llegar a un acuerdo subrayó la necesidad de debatir sobre este asunto, según las personas afines a la reunión. Weerasinghe acudió a la reunión, pero en línea con el ambiente corporativo del grupo, no recibió críticas directas por alcanzar un acuerdo, afirma dicha persona afín a la reunión.
«Se han dado cuenta de que son más fuertes si permanecen unidos que si se separan», afirma Dan Brocket, de Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan, abogados de uno de los principales demandantes en el caso de los swaps. «Pero todos los departamentos jurídicos tienen un deber fiduciario. Todos los bancos actúan en su propio interés».
Este encuentro anual, cuya existencia se desconocía hasta ahora, es fruto del abogado Robert Mundheim, director del Departamento Jurídico del Departamento del Tesoro de EE.UU. en los 70. Mundheim fue a continuación decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Pennsylvania y más adelante, director del Departamento Jurídico de la antigua compañía Salomon Smith Barney, en los 90. Ahora trabaja en Shearman & Sterling y ofrece sus servicios a administradores independientes de Wells Fargo para investigar las prácticas de banca minorista y otros asuntos de la entidad bancaria. 
Mundheim decide qué abogados de los principales bancos acceden a ser miembros, según ciertas personas que conocen de cerca las reuniones. En este grupo hay bancos que en los últimos años han lidiado con investigaciones del Departamento de Justicia de EE.UU., la Reserva Federal y otros órganos reguladores, así como con demandas colectivas. Además del caso swaps, los principales bancos han tenido que llegar a acuerdos económicos para resolver casos de supuesta manipulación de los tipos de cambio y el tipo ISDAfix, que se usa en la venta de derivados de tipos de interés. 
Según las investigaciones realizadas por Bloomberg News, ciertos miembros del grupo se reprocharon determinados incumplimientos del deber de confidencialidad, según algunas personas. Mundheim rechazó realizar declaraciones, al igual que Grossman y Weerasinghe.
Una de las propuestas apuntadas este año en la reunión fue la sugerencia de que todos los bancos que confluyeran en un procedimiento esperaran al menos 60 días tras la notificación de la propuesta habitual de resolución del caso antes de actuar por su cuenta. Otra fue que cualquier departamento jurídico que pretendiera iniciar conversaciones avisara con una antelación de 48 horas a los demás para que no se quedaran fuera de juego.
Esta reunión de dos días acabó con el tradicional paseo en grupo. A continuación, los abogados se despidieron hasta el año que viene y emprendieron su camino de vuelta.

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