Asturias es la región de la UE con menos habitantes menores de 30 años
Tiene el menor porcentaje en número de niños y comparte con la región italiana de Liguria el más bajo de jóvenes, en ambos casos en torno a cinco puntos por debajo de la media europea
30/10/2016 05:00
Asturias no solo es la región europea con menor tasa de
natalidad con esa media de 0,99 hijos por mujer, sino que también es la
que tiene la proporción más baja de habitantes menores de 30 años de
toda la Unión Europea (UE). Una estadística de Eurostat,
que compara los datos de niños y jóvenes de todas las regiones europeas
(incluidas las ultraperiféricas), sitúa al Principado de Asturias a la
cola de la UE al representar la población menor de 30 años un 23,6%.
Casi diez puntos por debajo de la media europea, puesto que un 33,3% de
la población de la UE tiene menos de 30 años, y en donde el dato
preocupa y mucho al haber disminuido en siete puntos desde 1994 y tres
desde 2004. Y, aunque esta estadística está basada en datos de 2014, en
los de 2015 (los últimos disponibles) el porcentaje de menores de 30
años en Asturias es incluso algo menor: un 23,2%.
Asturias, en esta triste pero real estadística, estaría
seguida por una región del norte de Italia, Liguria, en donde un 24,2%
de la población es menor de 30 años, y por otras tres de la parte
oriental de Alemania, Chemnitz, Sajonia-Anhalt y Brandeburgo, con
porcentajes que van del 24,7% al 25,6%. El estudio de Eurostat, en este
sentido, señala que este bajo porcentaje de jóvenes es un patrón general
en estos tres países, puesto que muchas de las regiones que bajan del
27% de población de niños y jóvenes se encuentran en Alemania, España e
Italia.
Por contra, las regiones con mayor número de población infantil y juvenil son departamentos franceses de ultramar: Guyana, en donde el 56,8% de sus habitantes tienen menos de 30 años, y Reunión, con un porcentaje del 44,8%. En tercer lugar aparece precisamente Melilla, con un 44,5% de niños y jóvenes, seguida por regiones como Londres Interior (Inner London), con un 43,4%, o West Midlands, otro condado metropolitano del centro de Reino Unido, con un 41,8%.
En la otra cara de la moneda, además de Guyana, Reunión y Melilla, con porcentajes superiores al 23% de población menor de 14 años, las regiones europeas con más presencia de niños entre sus habitantes se localizan en Irlanda (Border Midland and Western y Southern and Eastern), en Ceuta (en donde una quinta parte de la población es menor de 14 años), en Guadalupe (otra región de ultramar de Francia) y en la provincia holandesa Flevoland.
En este estudio de Eurostat, en el que se analizan las tendencias demográficas dentro de una serie dedicada a ser joven en Europa, se pone de manifiesto que uno de los grandes retos de la UE al respecto es el envejecimiento de la población. En 2013, la edad media de los europeos era de 41,9 años por los 35,2 años de 1990. Las razones de este incremento son de sobra conocidas, y más en una región como Asturias: por un lado, el descenso en la proporción de niños y jóvenes en la población total, como resultado de tasas de natalidad cada vez más bajas y alumbramientos a edades más tardías y, por otro, el aumento gradual de la esperanza de vida.
El impacto potencial en las próximas décadas, según se recoge en este informe, podría resultar en deficiencias del mercado laboral. Por ello, desde Eurostat se indica que el primer reto es trabajar en impulsar el crecimiento económico sostenible en un periodo en el que el número y la proporción de personas en edad de trabajar disminuye. «Un menor número de personas en edad de trabajar puede conducir a una reducción en la recaudación de ingresos, por ejemplo, en el impuesto sobre la renta y las contribuciones a la Seguridad Social». Un desafío evidente se ha repetido infinidad de ocasiones, al igual que la necesidad de «salvaguardar los modelos de bienestar social, como las pensiones y la asistencia sanitaria» si cada vez hay más personas mayores y más demanda por tanto de estos sistemas.
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Por contra, las regiones con mayor número de población infantil y juvenil son departamentos franceses de ultramar: Guyana, en donde el 56,8% de sus habitantes tienen menos de 30 años, y Reunión, con un porcentaje del 44,8%. En tercer lugar aparece precisamente Melilla, con un 44,5% de niños y jóvenes, seguida por regiones como Londres Interior (Inner London), con un 43,4%, o West Midlands, otro condado metropolitano del centro de Reino Unido, con un 41,8%.
La última de la lista en número de niños
La baja natalidad de Asturias se percibe en los resultados
que tienen que ver con los menores de 14 años al situarse en solitario a
la cola de todas regiones europeas, con un porcentaje del 11%. En 2015,
según los datos de población del Instituto Nacional de Estadística
(INE), ese porcentaje baja del 11% y se queda en un 10,96%. El informe
de Eurostat indica que la media europea es del 15,6%. Cerca de Asturias,
se sitúan de nuevo cuatro regiones alemanas: Sajonia-Anhalt (11,3%),
Sarre (11,4%), Chemnitz (11,6%) y Turingia (11,7%).En la otra cara de la moneda, además de Guyana, Reunión y Melilla, con porcentajes superiores al 23% de población menor de 14 años, las regiones europeas con más presencia de niños entre sus habitantes se localizan en Irlanda (Border Midland and Western y Southern and Eastern), en Ceuta (en donde una quinta parte de la población es menor de 14 años), en Guadalupe (otra región de ultramar de Francia) y en la provincia holandesa Flevoland.
Cinco puntos por debajo de la media europea en número de jóvenes
En cuanto a los jóvenes de entre 15 y 29 años, Asturias
comparte el mismo porcentaje, un 12,6% de la población, con la región
italiana de Liguria. La media europea es del 17,7% en este tramo de edad
y, en 2015, Asturias bajaba a un 12,2%. La mayor población de jóvenes
de estas edades se encuentra en la región del centro de Londres, con un
25,7%, y el estudio lo atribuye a que su tasa de natalidad es superior a
la media europea y a que la ciudad representa un atractivo para las
generaciones más jóvenes.En este estudio de Eurostat, en el que se analizan las tendencias demográficas dentro de una serie dedicada a ser joven en Europa, se pone de manifiesto que uno de los grandes retos de la UE al respecto es el envejecimiento de la población. En 2013, la edad media de los europeos era de 41,9 años por los 35,2 años de 1990. Las razones de este incremento son de sobra conocidas, y más en una región como Asturias: por un lado, el descenso en la proporción de niños y jóvenes en la población total, como resultado de tasas de natalidad cada vez más bajas y alumbramientos a edades más tardías y, por otro, el aumento gradual de la esperanza de vida.
Consecuencias en las próximas décadas
¿Cuáles son las consecuencias, en líneas generales para toda
Europa, de que cada vez haya menor presencia de niños y jóvenes? En el
estudio se apunta al mantenimiento de los sistemas de asistencia social,
los planes de pensiones y los sistemas de salud públicos, señalando que
son «un desafío a medida que aumenta la demanda global de estos
servicios». Al igual que garantizar la sostenibilidad a largo plazo de
las finanzas públicas mientras siga bajando la participación de personas
económicamente activas.El impacto potencial en las próximas décadas, según se recoge en este informe, podría resultar en deficiencias del mercado laboral. Por ello, desde Eurostat se indica que el primer reto es trabajar en impulsar el crecimiento económico sostenible en un periodo en el que el número y la proporción de personas en edad de trabajar disminuye. «Un menor número de personas en edad de trabajar puede conducir a una reducción en la recaudación de ingresos, por ejemplo, en el impuesto sobre la renta y las contribuciones a la Seguridad Social». Un desafío evidente se ha repetido infinidad de ocasiones, al igual que la necesidad de «salvaguardar los modelos de bienestar social, como las pensiones y la asistencia sanitaria» si cada vez hay más personas mayores y más demanda por tanto de estos sistemas.
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