OVIEDO
Los 120.000 metros cuadrados de terreno de la antigua fábrica de armas de Oviedo dan para mucho. De ellos, 40.000 son naves, por lo que las posibilidades que ofrece la instalación a la ciudad son casi infinitas. El protocolo pactado entre Defensa y Ayuntamiento supone una hoja de ruta que concluirá con la venta de los terrenos para que el consistorio pase a ser el propietario. Como este proceso podría dilatarse en el tiempo -aunque el alcalde ha expresado su deseo de dejarlo todo cerrado antes de las elecciones de mayo-, el ministerio ha decidido ceder para usos temporales la capilla y el claustro. La utilización de la primera es más complicada, pero el gobierno municipal tiene en mente cuatro proyectos que podrían encajar en el segundo: archivo municipal, biblioteca, centro de interpretación del prerrománico o museo de la ciudad.
El claustro
El catálogo urbanístico de Oviedo refleja el claustro- almacén es una construcción levantada en varias fases, la primera de ellas en el siglo XII. La última, en 1.855, ya que tras la desamortización pasó a utilizarse para uso industrial. Según la ficha municipal, «el estado de conservación de los muros a nivel estructural es correcto, no apreciando nada que indique la debilidad o deterioro de los mismos». «El estado interior se desconoce totalmente», añade el documento, aunque es una de las partes que se enseñaron en las jornadas de puertas abiertas. Necesita reparaciones, peor no es de las zonas en peor estado de la fábrica.
La peor parte es el exterior, ya que según la ficha «el estado de conservación del exterior es muy malo, presentando desprendimientos de abundantes zonas de enfoscado. Desde el exterior no se aprecia problema alguno relacionado con la cubierta y se desconoce la existencia o no de filtraciones en el interior». En cuanto a las necesidades, el ayuntamiento considera que «al igual que el resto de las edificaciones del conjunto, necesitan un buen ajuste, lijado y nueva mano de pintura». Además, «se aprecia necesaria la sustitución de todas aquellas piezas que se encuentran excesivamente resecas». Es una construcción que está protegida con un grado de «integral singular» y en el protocolo firmado con Defensa se añade que es un Bien de Interés Cultural (BIC). El suelo está catalogado como industrial compatible con equipamientos.
Con toda esta información, el ayuntamiento se plantea cuatro escenarios como posibles alternativas. Las naves miden 2.000 metros cuadrados, y dentro de una de las naves está el claustro del convento. Además, en una zona tiene una especie de primera planta. Con esas dimensiones, fuentes municipales explican que puede acoger uno o varios de estos cuatro proyectos:
-El que tiene más opciones de llevarse a cabo es el traslado del archivo municipal. Para ello sería necesario una intervención que garantizase las condiciones de seguridad y conservación adecuadas.
-Una biblioteca. Sería una instalación de referencia y podría complementar ese archivo municipal.
-Centro de interpretación del prerrománico.
-Museo de la ciudad.
La capilla
La extensión de la capilla es de 150 metros cuadrados. Por su dimensión y por su singularidad ofrece menos posibilidades y el ayuntamiento todavía no se ha planteado proyectos concretos. Una de las opciones es dedicar es edificio a exposiciones. La ficha municipal recoge que la primera fase del edificio es del siglo XII y que de esa época se conservan las portadas. En 1.926, Luis Menéndez Pidal construyó el resto.
«El estado de conservación es perfecto, sin apreciar síntomas de debilidad en su sistema portante», recoge el documento municipal, que añade que en la parte exterior «el estado de conservación es bueno, salvando la presencia de algunas humedades de escasa importancia en las zonas inferiores, y el desgaste o erosión existente en las piezas talladas de las portadas, debido al efecto del paso del tiempo sobre las piedras». No se observan síntomas de filtraciones de ningún tipo.
En cuanto a la carpintería, «el estado de conservación es bueno, sin apreciarse problemas de importancia, tanto en las carpinterías metálicas como en las puertas de acceso de madera, si bien en estas últimas se aprecian defectos en sus zonas inferiores debidas a la humedad», según la ficha del ayuntamiento.
El protocolo firmado con Defensa también señala que se trata de un Bien de Interés Cultural (BIC). La ficha recoge que la protección es «integral monumental». Se trata de un edificio de culto y tiene un uso compatible cultural. El resto de usos están prohibidos, por lo que su posible utilización municipal es limitada.
Tanto en el caso del claustro como en el de la capilla, cualquier intervención en el edificio estará sujeta a los criterios que al efecto establezca el organismo encargado de la tutela de los bienes integrantes del Patrimonio Cultural de Asturias.
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