El Ayuntamiento de Oviedo prevé recalificar parte de los terrenos de La Vega como pago a Defensa
El protocolo obliga al Consistorio a hacer las modificaciones que sean necesarias para compensar la tasación de la fábrica
El Ayuntamiento de Oviedo quiere incluir como parte del pago a Defensa por los terrenos de la antigua fábrica de armas de La Vega la recalificación para usos residenciales de parte de estos. El protocolo acordado entre ambas administraciones recoge como una obligación municipal la de «instar y desarrollar» las modificaciones urbanísticas necesarias «en relación con las parcelas y terrenos que vayan a quedar en propiedad del Ministerio de Defensa, con la finalidad de integrar en el tejido urbano tales parcelas, y de compensar urbanísticamente la valoración» del conjunto de la fábrica de La Vega. Es cierto que el documento habla de la recalificación de terrenos en La Vega «que permitan las compensaciones necesarias», pero también deja abierta la opción de «entregar al Ministerio de Defensa otros solares de valor equivalente». La solución será mixta, señalan fuentes del equipo de gobierno, con recalificaciones en la propia fábrica, solares en otros puntos de la ciudad y «una parte, pequeña esperamos, en dinero».
El objetivo es doble también. De una lado, crear ciudad. Los 118.793 metros cuadrados de La Vega no serán fáciles de llenar de vida. Una opción que apueste solo por equipamientos y los repetidos usos industriales o tecnológicos equivaldría a dejar vacías y sin usos doce hectáreas en pleno casco urbano. De otro, consolidar oferta residencial nueva dentro de los límites actuales de la ciudad es uno de los objetivos de la revisión en marcha del Plan General y, por su ubicación y por tratarse de suelo consolidado, a los terrenos de La Vega se les presume un valor elevado. Tanto, como para que Defensa haya hecho incluir una cláusula en el protocolo en la cual si, tras la cesión de los terrenos, el Ayuntamiento los recalifica antes de diez años, el ministerio se llevará el 50% de las plusvalías.
Los dos factores -crear ciudad y su potencial valor para un acuerdo con Defensa- pesan. El alcalde, Wenceslao López, en la ronda de declaraciones que siguió a la visita de la delegación del Ministerio de la Guerra el martes, dejó algunas pinceladas. Habló de una «solución doble, que puede ser triple» para pagar a Defensa por los terrenos; aludió a la necesidad de dar vida al conjunto «24 horas», y llamó a participar en la recuperación para nuevos usos «a la Universidad, los empresarios y al sector privado».
Limitaciones y ventajas
Todo tiene sus inconvenientes. En otoño de 2009, el Principado aprobó definitivamente el entorno de protección de la iglesia prerrománica de San Julián de los Prados. Dibujó un polígono irregular que cruza la calzada de la antigua autopista y afecta directamente a parte de los terrenos de la antigua factoría: se come la mitad de la nave almacén de la antigua factoría -sede de los conciertos y del bar de la exitosa 'Fábrica Scorsese'-, el taller de cañones de Ildefonso Sánchez del Río y la galería subterránea de tiro. Justo al otro lado del recinto fabril de La Vega, por el que suspira el equipo de gobierno, una franja de similar terreno afecta a la zona de los chalés que miran a La Tenderina, que quedan incluidos en el entorno de protección del Camino de Santiago aprobado por el Principado en 2016.
Las dos zonas condicionan las posibilidades urbanísticas del solar. Cualquier intervención o proyecto sobre estas dos franjas de terreno requerirá del informe favorable y adecuarse a las condiciones que imponga el Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias. En el extremo más próximo al casco antiguo de la ciudad, son los restos del monasterio benedictino de La Vega -el claustro y la capilla que Defensa cederá anticipadamente al Ayuntamiento- los que constriñen las posibilidades residenciales. Solo la zona más próxima a Julián Cañedo aparece libre de afecciones. Es justo la franja de terreno que el anterior equipo de gobierno planteó recalificar como residencial para cerca de quinientas viviendas en favor de Defensa sin lograr respuesta a la propuesta.
El medio millar de viviendas rentaban, sobre el papel, unos 50 millones de euros para el ministerio, que entonces no hizo caso. Ahora, Defensa tasa sus derechos en 32 millones, tomando como referencia la edificabilidad actual y el valor del metro industrial, en muestra de buena voluntad, en Olloniego, más barato, en lugar de en el polígono del Espíritu Santo, más próximo y caro.
Falta, un año después de que Defensa hiciese la suya, que el Ayuntamiento haga su valoración, aunque se sabe que rondará los 25 millones de euros. Lo curioso es que entre las cuestiones que pretendía esgrimir el Consistorio para mejorar el precio están, precisamente, las limitaciones que suponen los dos entornos de protección. También el deterioro actual y, en algunos casos, muy acusado de los edificios. El reloj corre. El alcalde se ha marcado como objetivo firmar el convenio y acordar el pago antes de las elecciones del próximo mayo.
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