Fernando Alonso está dejando una impactante huella en los dos relevos llevados a cabo en las 24 Horas de Daytona. En ambas ocasiones remontó hasta la primera posición desde sus diferentes posiciones al tomar los mandos, llevando su ventaja por encima de los veinte y cincuenta segundos respectivamente. Sobre todo, con su espectacular ritmo bajo la lluvia y por la noche.
El segundo relevo del español tuvo lugar bajo una intensa lluvia que no evitó una segunda remontada desde la cuarta posición en la que recogió el Cadillac. Van der Zarde, su compañero llegó rodar veinte segundos por detrás del líder antes de que tomara los mandos el español por segunda vez. Comenzó entonces una espectacular remontada que le devolvió nuevamente hasta la primera posición. Pero imprimió un ritmo tan espectacular que llegó a disfrutar de hasta casi cincuenta segundos de ventaja. Sin embargo, su impresionante relevo se vio truncado por el accidente del Corvette de Tommy Milner, que neutralizó su ventaja cuando faltaban ocho horas de una prueba. La carrera quedó neutralizada una hora tras el coche de seguridad y retuvo al español dentro de su prototipo sin poder aprovechar su ritmo durante el resto del relevo. A pesar de recibir bandera verde al cabo de casi otra hora, un nuevo accidente volvió a exigir la salida del coche de seguridad.
Finalmente, la lluvia cada vez más intensa ha obligado a la dirección de carrera a parar la prueba con bandera roja a falta de casi siete horas para terminar. En ese momento, el Cadillac de Alonso y sus compañeros (Kobayashi, Taylor y Van der Zarde) eran primeros. En la categoría GTLM, el español Miguel Molina lideraba su categoría con el Ferrari del equipo Risi Competizione, mientras que el Chevrolet de Antonio García perdió sus opciones casi desde el inicio de la prueba.
Del noveno al primero
La carrera comenzó con el duelo del Acura de Juan Pablo Montoya y el Mazda de Oliver Jarvis por la primera posición. La primera bandera amarilla fruto de la rotura de motor de un Porsche llevó a todos los prototipos de la categoría DPi a boxes e iniciaron los primeros cambios de piloto a poco más dos horas del inicio de la prueba. Fue el momento en que Alonso subió a su Cadillac reemplazando a su compañero Wayne Taylor, que dejaba el coche en la octava posición. El equipo perdió otra posición por el retraso producido por el cambio de la parte trasera de su prototipo por un problema con las luces.
Alonso comenzó a rodar más rápido que sus rivales y superó con dos adelantamientos espectaculares al Acura de Helio Castro Neves y el Mazda de René Rast hasta liderar la prueba para luego alcanzar una ventaja de casi veinte segundos, que sería neutralizada por el coche de seguridad pero que volvería a recuperar con la bandera verde. "El coche iba bien y con buen equilibrio. Ya vimos en los entrenamientos del Roar (los tests de primero de enero) que normalmente por la noche y una pista con menos temperatura parece que vamos algo mejor que en una pista con mayor temperatura”, explicaba Alonso tras su primer relevo. “Quizás las condiciones este fin de semana han sido más frescas que en el Roar y que el jueves de los entrenamientos, y creo que esto ha ayudado a nuestro rendimiento”. Alonso avanzaba la posibilidad de lluvia que, efectivamente, llegaría con su relevo.
Espectáculo bajo la lluvia
Al coger el volante por segunda vez Alonso tuvo que parar a montar gomas de agua después de sus perseguidores y perdió algo de tiempo. Pero arreció la lluvia y el español -que reconocía no haber rodado nunca en agua con este coche y en Daytona- inició un relevo espectacular dos y tres segundos más rápido por vuelta que los dos Acuras perseguidores tras superarlos en su remontada. La décima bandera amarilla neutralizaría la ventaja de nuevo, pero su ritmo le permitió nuevamente abrir espacio hasta alcanzar casi cincuenta segundos. Fue entonces cuando el coche de seguridad neutralizó la prueba durante una hora tras el accidente del Corvette. Pero la lluvia arreció tanto que la dirección de carrera sacó bandera roja.
Si fuera finalmente interrumpida, Miguel Molina también conseguiría la victoria en la primera categoría de los GT con el Ferrari de Risi Competizioni, acompañado por Davide Rigon, Alexandro Pier Guidi y James Calado, pilotos oficiales de la marca italiana en el mundo de la resistencia. Por su parte, para Antonio García vio como su carrera se torcía desde el primer momento por un toque de los Chevrolets en boxes, sin telemetría durante horas, y con problemas de combustibles que dejó su coche parado en la pista. Al interrumpirse la prueba rodaba séptimo y último de su categoría. Tampoco tuvo suerte con su Audi el cuarto español presente en la prueba, Alex Ribera rodaba en las últimas posiciones de la categoría GTD por diversos problemas en la primera parte de la prueba.
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