La victoria del peronismo provoca un lunes negro en los mercados de Argentina
La bolsa de Buenos Aires cae un 37%; el bono argentino eleva su rentabilidad al 12,4% y el peso se deprecia hasta un 32% frente al dólar. El Banco Central eleva los tipos de interés desde el 53,5% al 74%
Madrid
Argentina ha vivido un lunes negro en los mercados financieros después de las elecciones primarias del domingo que dejaron al peronismo a un paso de volver a gobernar el país. El peso argentino llegó a caer más de un 30% y un dólar se vendió a 60 pesos cuando el viernes había cerrado en 45 pesos. El Banco Central argentino no intervino durante la mañana, pero luego decidió actuar y subir los tipos de interés del 53,5% al 74% –la mayor del mundo– para frenar la devaluación de su divisa. Al cierre del mercado, el peso cedió un 17% y se situó en los 53 billetes verdes.
Los bonos argentinos que cotizan en Europa, por otra parte, subieron 300 puntos básicos, la rentabilidad alcanzó un 12,44%, y los CDS o seguros de crédito (que miden lo que cuesta asegurar contra el impago una emisión de deuda) dispararon su precio hasta una probabilidad implícita de default del 70%, según Bloomberg.
La Bolsa de Buenos Aires, el Merval, cayó un 37% y algunos valores llegaron a ceder más del 50%.
Las empresas argentinas en Wall Street no tuvieron una mejor jornada y también registraron marcados descensos en Nueva York. La petrolera YPF, antigua filial de la española Repsol hasta que el Congreso argentino decidió expropiar el 51% de las acciones en 2012, llegó a desplomarse más de un 30%. Una bajada no tan mala como la del Grupo Financiero Galicia, fundado por inmigrantes gallegos en Buenos Aires a principios del siglo pasado, que cayó más de un 50%. No corrió mejor suerte la filial argentina de BBVA (BBVA Banco Francés), que perdió más del 50% de su valor en Wall Street. Los analistas de Morgan Stanley rebajaron la recomendación sobre Grupo Financiero Galicia y BBVA Banco Francés.
Aunque el candidato a presidente del peronismo, Alberto Fernández, tiene un perfil moderado, los mercados desconfían de su candidata a vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, quien fuera presidenta entre 2007 y 2015, según sostiene la agencia Bloomberg en base a la opinión de distintos analistas. Los inversores temen que el peronismo adopte decisiones que restrinjan el libre comercio, como posibles controles de capitales, de precios y abandono del plan de ajuste que el presidente, Mauricio Macri, acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras solicitar un rescate por 57.000 millones de dólares (51.000 millones de euros) en 2018.
La perspectiva de un hipotético control de capitales acelera el desplome de la moneda porque los inversores se apresuran a sacar sus fondos del país antes de que sea demasiado tarde.
Fernández, por otra parte, ya anunció que propondrá una renegociación de los términos del rescate al FMI para que "se amplíen los plazos de pago y se genere un margen para recuperar el crecimiento", según afirmó Alejandro Vanoli, coordinador de la comisión de macroeconomía del Frente de Todos, la coalición que postula a Fernández para el Ejecutivo. Aunque, en ningún caso, eso implique negarse a pagar la deuda, según ha dicho Vanoli y el propio Fernández en reiteradas ocasiones. El peronismo pretende repetir la exitosa renegociación de la deuda que lideró Néstor Kirchner en 2003 y que culminó con la cancelación de la deuda al organismo internacional en 2006, dos años antes de lo previsto. Fernández era el número dos de Kirchner en ese momento.
El mercado, que este lunes castigó a Argentina, envió un guiño a Macri el viernes pasado. El Merval tuvo un alza del 8% en lo que fue su mejor jornada desde agosto de 2018. Pero ese gesto no alcanzó para torcer el resultado. La fórmula Fernández-Kirchner triunfó el domingo con el 47,3%, 15 puntos porcentuales por encima del actual mandatario y candidato a la reelección. Si bien Argentina es un país difícil de predecir –ni el opositor más optimista, ni tampoco ninguna consultora previeron la contundente victoria peronista–, sería una epopeya que Macri logre revertir el resultado o forzar una segunda vuelta.
Las elecciones del domingo fueron obligatorias para todos los ciudadanos de entre 18 y 70 años y optativas para los jóvenes de 16 y 17 años y los mayores de 70 años. Como ningún partido político presentó candidaturas internas, se trató de un macrosondeo real de cara a las generales del 27 de octubre.
Fernández, para evitar la segunda vuelta, necesitará llegar al 45% u obtener entre un 40% y un 45% y una diferencia de al menos 10% con el candidato que se ubique en el segundo lugar.
En el camino hacia los comicios de octubre reinará la "incertidumbre", afirma Citi. La entidad financiera estadounidense considera que el Gobierno se encuentra ante un incómodo escenario en el que tendrá que decidir entre defender el valor del peso para que no se produzcan bruscas variaciones como la de este lunes o mantener la postura que habían hecho pública de no intervención.
Mientras desde ciertos sectores de la política argentina ya comienza a instalarse la idea de que debería comenzar a pensarse en una posible transición de Macri a Fernández, hay voces en Wall Street que demandan que el candidato del peronismo intente calmar a los mercados, como Siobhan Morden, jefa de estrategia de renta fija para América Latina de Amherst Pierpont Securities, que, tras los comicios dijo que "ahora es Fernández el que tiene la responsabilidad de devolver la estabilidad a los mercados".
Opiniones de analistas
Bloomberg cita a Siobhan Morden, jefa de estrategia de renta fija para América Latina de Amherst Pierpont Securities, quien asegura que "es posible que haya un lunes de pánico" en Argentina porque los inversores pueden empezar a pensar que habrá altas posibilidades de que la nación sudamericana caiga en default. "Ahora es Fernández el que tiene la responsabilidad de calmar a los mercados", ha dicho Morden.
Carolina Gialdi, analista de renta fija del banco de inversión BGT Pactual Argentina, sostiene que el mercado verá con sorpresa los "inesperados resultados" y agrega que el "Banco Central probablemente no intervendrá, incluso si hay una caída del 30% del peso porque sería un desperdicio de reservas internacionales".
La fundadora de la gestora Totem Macro, Whitney Baker, cree, a diferencia de Gialdi, que el Banco Central intervendrá "si hay suficiente presión financiera". La analista considera que el voto de las primarias no es decisivo y que una severa reacción del mercado podría favorecer al actual mandatario, ya que "los ciudadanos verán de manera clara a lo que se enfrentan si gana el peronismo".
Por último, James Barrineau, jefe de deuda de mercados emergentes de la gestora británica Schroders, muestra una visión más optimista sobre la jornada de este lunes. El experto afirma que no habrá caídas del peso o del bono superiores al 15% porque el mercado ya ha tomado medidas de precaución en los últimos días anteriores a los comicios. Barrineau, además, dice que "Alberto Fernández no es sinónimo de default".
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