sábado, 10 de agosto de 2019

Estaba cantado....

El PSOE acusa al bipartito de «vulnerar la legalidad» con las obras del Tartiere

Ana Rivas y Ricardo Fernández muestran la fotografía de la visita de Canteli y Cuesta al Tartiere. /  PABLO LORENZANA
Ana Rivas y Ricardo Fernández muestran la fotografía de la visita de Canteli y Cuesta al Tartiere. / PABLO LORENZANA

El portavoz del PP, Gerardo Antuña, tacha de «exposición sesgada» la tesis de los socialistas y asegura que «no es necesaria licencia»

ALBERTO ARCEOVIEDO.
Una fotografía. Solo una, y no precisamente de esas que se eliminan de la galería a la mañana siguiente, puede encender la mecha de la oposición. El pasado 5 de julio, el alcalde, Alfredo Canteli, posaba ante las cámaras con el primer teniente de Alcaldía, Nacho Cuesta; y el vicepresidente del Real Oviedo, Manuel Paredes, sobre el césped -en obras- del estadio Carlos Tartiere, algo que hizo saltar las alarmas en las filas de los socialistas. Los trabajos de renovación del terreno de juego habían comenzado con premura, el nuevo sistema de drenaje tenía que estar listo cuanto antes. Un mes después, el campo ya esta listo, y el Grupo Municipal Socialista acusó ayer al bipartito de «vulnerar la legalidad» a la hora de autorizar la ejecución de las actuaciones.
Y es que tras treinta días de dudas y averiguaciones, una comisión de Urbanismo e Infraestructuras por medio y un concejal de Urbanismo que salió a afirmar que las obras de este tipo no necesitan una licencia municipal, sino «una autorización que se solicita y se concede» para despejar los rumores, Ana Rivas y Ricardo Fernández hicieron público ayer un informe de la Secretaría General del Consistorio que niega la mayor del líder de los naranjas. Uno en el que se asegura que, en efecto, habrían hecho falta una serie de informes técnicos y jurídicos para dar luz verde a los trabajos; una «autorización urbanística», matizó el exedil de Seguridad Ciudadana.
En ese sentido, el informe municipal del secretario refleja que, en este tipo de procesos, es necesario realizar un procedimiento burocrático previo que conlleva la emisión de un expediente administrativo. Solo uno, pero en el que han de intervenir tanto el área de Gestión de Patrimonio como el servicio de Licencias. Sin embargo, y en su lugar, prosigue el texto, el equipo de gobierno presentó un escrito de la Concejalía de Parques y Jardines en el que se afirma que «no existe inconveniente en que realicen los trabajos solicitados».

«Exposición sesgada»

Con todo, y en medio del ajetreo que se formó rápidamente tras los muros de la casa consistorial, el equipo de gobierno no tardó en responder a la acusación de la oposición. Y el portavoz adjunto del Grupo Municipal Popular, Gerardo Antuña, no dudó en calificar de «exposición sesgada» la tesis de sus adversarios, ya que, según sus palabras, «el primer punto del informe señala que no es necesaria la licencia urbanística para acometer la obra, ya que el Tartiere es un activo municipal».
Así, Antuña argumentó que, a ese respecto «no existen condiciones urbanísticas aplicables al mantenimiento de las zonas verdes», y explicó que «se dará traslado a la sección de Gestión de Patrimonio para que tramite el expediente de modificación de la concesión». Al final, urgió a los socialistas a que «expliquen el motivo de esta cruzada que han emprendido contra el Real Oviedo y sus aficionados».
Aun así, a ojos del secretario, si bien la intervención de Parques y Jardines «resulta necesaria» para aprobar la actuación, «no puede sustituir la intervención de Gestión de Patrimonio como instructora del expediente» ni a su potestad para recabar el resto de informes pertinentes, «entre ellos el urbanístico».
Por eso, Fernández no titubeó al sentenciar que «el equipo de gobierno ha vulnerado la ley en la renovación del césped del Tartiere». «No se puede sustituir lo que la ley exige por una mera autorización trazada a vuelapluma», explicó. De hecho, la dicha autorización se concedió el mismo día de la solicitud, unas seis horas después. «No estamos en 1991, eso era otra cosa», concluyó el socialista.
Por su parte, Rivas aseguró que «no basta con decir: 'queremos hacer esto, hágase'», sino que el Ayuntamiento, «que no es una empresa privada ni un club social», debe cumplir con la legalidad vigente. Además, apostilló, y aunque las obras ya estén finalizadas, llamó a la Corporación a que volviese a la «senda de la legalidad» a través de «un expediente de subsanación de errores» que pudiese validar los trabajos.

El contrato

En ese sentido, la edil socialista y exconcejala de Infraestructuras del saliente tripartito matizó que existe un convenio con el club firmado en 2014 «por un alcalde del Partido Popular» en el que se recogen las condiciones de concesión del estadio y en el que el Ayuntamiento figura como responsable del mantenimiento. «Si hay cambios», advirtió, «se debe modificar ese contrato por los cauces legales para que se pueda esclarecer el futuro de los trabajadores», concluyó.

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