viernes, 24 de mayo de 2024
Hasta siempre Compa....
Gijón
Jueves, 23 de mayo 2024 | Actualizado 24/05/2024 11:14h.
Dijo Pablo Iglesias, fundador del PSOE, que «los socialistas no mueren, los socialistas se siembran». Y esa fue la cita más repetida ayer para rendir homenaje a 'Maricuela', quien falleció en Gijón a los 105 años.
Inagotable al desaliento, su activismo no se detuvo hasta el último suspiro. Estuvo con los jóvenes, donde fue presidenta de honor de Juventudes Socialistas de Asturias; con su partido, donde participó en sus procesos internos y en todas las campañas electorales, no hace tanto se fotografiaba junto a Pedro Sánchez, antes de las elecciones generales del pasado julio. Así hasta anteayer, como quien dice, porque solo hace unos días participó en un homenaje a los deportados.
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Ángeles Flórez 'Maricuela', cumple 105 años │Vídeo: Diego Abejón
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El último cumpleaños de Maricuela. Diego Abejón
El día del exilio no es uno cualquiera para Ángeles Flórez Peón (Blimea, 1918). Ella fue una de esas personas obligadas a huir sin volver a Asturias hasta hace 20 años tras la muerte de su marido, Graciano Rozada. Aquí o allí, lo que siempre fue una constante es la defensa de los valores socialistas desde que, durante la represión de la Huelga Revolucionaria de Octubre de 1934, su hermano, uno de los '24 mártires de Carbayín', fuese asesinado. Esto hizo que se afiliara dos años más tarde a las juventudes socialistas de dicha localidad.
Se dice de ella que era la última miliciana socialista. Porque en ese tiempo, ya como militante del PSOE (1936), fue enfermera durante la guerra civil y parte activa contra los golpistas. Esto le valió nueve años de cárcel. Fue después cuando continuó su actividad política en el exilio y a su vuelta desde la militancia en la Agrupación Socialista de Gijón, a la que pertenecía desde 2013.
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Adiós a Maricuela
«Han sido 105 años de dignidad, compromiso y justicia social»
Olaya Suárez
'Maricuela' prometió «luchar hasta el final». Y lo hizo. Advirtió de los retrocesos democráticos y la amenaza de la extrema derecha, la de hoy, que sigue estando. Se consagró, junto a su «hermanina» Anita Sirgo (fallecida en enero) en ser testigas de la historia del tiempo presente con unos ideales «inquebrantables».
Siempre dijo ser de Felipe González, pero también de Pedro Sánchez, y de que no gobernarse el PP, como demostró siendo una de las que alzó la voz con el recordado «no es no» a la investidura de Mariano Rajoy. «Nuestra luz», la recuerda Adriana Lastra, quien subraya que «nos queda tu ejemplo, amiga». Porque hablar de 'Maricuela' es hablar de toda una generación, de todas esas mujeres que fueron silenciadas. Que supieron lo que es estar coartadas de libertad, entre rejas, aquellas que nunca renunciaron a sus ideales pese a tener el viento en contra, que conocieron el exilio, que trabajaron por una unión que guiara hacia la libertad y la democracia. Cada arruga que se marca en la piel de esta mujer centenaria es una lección de vida, un capítulo de historia.
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AdriánBarbón
Adrián Barbón
La mujer de la eterna sonrisa
Sus últimos años de vida han sido de activismo, pero también de homenajes a una vida de lucha. En Asturias y más allá de sus fronteras porque su trayectoria ha traspasado al Principado. Arantzazu Ametzaga la cita en sus 'Cartas desde la libertad' con «admiración» por haber sido una de las pioneras en lucha feminista. Aquí en su tierra recibió el título de Hija Predilecta coincidiendo con el 8 de septiembre del año pasado, por su compromiso político y «luchar por las libertades en tiempos de represión». Adrián Barbón reivindicaba ayer ese reconocimiento del Gobierno asturiano porque «'Maricuela' era y es patrimonio de todos los demócratas». Unos meses después, el 15 de diciembre, recibió el XXX Premio Juan Ángel Rubio Ballesteros que entrega la Sociedad Cultural Gijonesa «por representar el espíritu de la lucha por el pluralismo frente al ascenso de la intolerancia y el fascismo».
Pero era feliz junto a los llamados a ser los futuros líderes del socialismo asturiano. Las Juventudes Socialistas Asturianas le rindieron tributo en noviembre porque «encarna a toda una generación de mujeres que combatieron la dictadura». Junto a ellos se manifestó, por ejemplo, en defensa del aborto y los derechos LGTBI.
La dirección socialista gijonesa, de luto, destacaba el honor que merece haber sido testigos de la lucha y compromiso de 'Maricuela', por haber sido un emblema de la resistencia, que siempre ha tenido el progreso como objetivo fundamental.
Hasta el último día su voz seguía sonando dulce, «y siempre con una sonrisa en la boca, sin rencores, sin odios y siempre por la hermana», decía Monchu García, a pesar de haber tenido que pasar los tragos más duros. Y siempre, como ella misma dijo, hablando como una más, por quienes ya no están para contarlo y porque «hay que defender aquello por lo que luchamos toda la vida. No quiero un mundo de miseria como el que yo viví».
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