¿Cuál es la mayor vergüenza de Europa? No haber sabido proteger a sus gitanos, publica el Dagens Nyheter, el 8 de abril, día internacional de los gitanos. Y el diario repasa las agresiones a que se han visto sometidos los gitanos estos últimos años, "120 agresiones graves contra los gitanos tuvieron lugar en Hungría, en la República Checa, en Eslovaquia y en Bulgaria entre 2008 y 2012”, según las cifras delEuropean Roma Rights Center [Centro Europeo de Derechos de los Gitanos]. “Se trata de ataque armados, de incendios provocados y de ataques con armas mortales”, concreta el Dagens Nyheter, para el que:
La UE debe por fin concretar el grandioso plan de acción que se aprobó hace tres años. En primer lugar, debería ser natural que los Estados miembros respeten la directiva europea de 2000 que prohíbe la discriminación. ¿Es verdaderamente admisible que se desplace por la fuerza a gitanos de los centros urbanos hacia enclaves más alejados y repletos de basura? Así acontece en Rumanía y en Italia, por lo que la Comisión Europea debería examinarlo.
La Unión debería exigir más por parte de los Estados que quieren llegar a ser miembros. Serbia y otros países balcánicos occidentales que esperan iniciar las negociaciones de adhesión tienen que mejorar la situación [de los gitanos] antes de que sean aceptados en el seno de la UE. Ningún país que niegue a los gitanos los carnés de identidad, y por tanto el ser ciudadanos de pleno derecho, debería ser aceptado en la Unión. [...] No obstante, cada país es responsable de sus ciudadanos. Este principio también rige en el seno de la UE, y por eso cada Estado miembro debe tratar a los gitanos de manera que no sean perseguidos en sus países. Pero la Unión también se comprometió, entre otras cosas, a luchar contra la discriminación, la persecución y las agresiones. La Unión debe demostrar que todas las bonitas palabras sobre los derechos humanos se traducen en la práctica en hechos.