Podemos y sus candidaturas de confluencia asumen que contarán con dos puestos en la Mesa del Congreso tras el pacto entre PP, PSOE y Ciudadanos: una vicepresidencia y una secretaría. A pesar de ello, uno de los dos puestos corresponderá al diputado de Barcelona en Comú, Marcelo Expósito, que no milita en la organización emergente sino en Barcelona en Comú, la organización liderada por la alcaldesa de esta ciudad, Ada Colau.
Expósito forma parte de la dirección ejecutiva de esta organización, ocupada por ocho personas, junto al también portavoz de En Comú Podem, Xavier Doménech. Número ocho por Barcelona, el que desde esta mañana ocupará una secretaría de la Mesa ha sido uno de los impulsores de la candidatura municipalista desde los inicios de la plataforma Guanyem Barcelona, colaborando en diferentes comisiones.
La vicepresidencia de la Mesa que corresponde a Podemos sí será ocupada por una personas de confianza de Pablo Iglesias, la dirigente Gloria Elizo. La abogada y diputada por Toledo forma parte del consejo ciudadano de Podemos, el máximo órgano de decisión de la organización. Asimismo, Elizo preside la comisión de garantías democráticas del partido. El reparto del órgano de gobierno del Congreso quedará así: dos vicepresidencias de la Mesa y una secretaría para los populares; la Presidencia y una secretaría para los socialistas, y dos puestos (una vicepresidencia y una secretaría) para Podemos y Ciudadanos.
Las expectativas de la formación para conformar cuatro grupos diferenciados en el Parlamento, incluidos el catalán (En Comú Podem), gallego (En Marea) yvalenciano (Compromís-Podemos) no se verán colmadas a tenor de lasintenciones del resto de grupos, aunque la mesa cuenta con cinco días para tomar una decisión final. Es por ello que Podemos ha decidido ceder un puesto en la mesa a las denominadas confluencias, que copará una persona cercana a Ada Colau, impulsora de la candidatura ganadora en Cataluña el pasado 20-D.
Un representante de la "plurinacionalidad"
En Comú Podem aporta 12 diputados, que sumados a los nueve de Compromís-Podemos y a la media docena de En Marea suponen el 39% del total de escaños logrados por la formación. La negativa a la formación de grupos propios, que para los representantes de las confluencias supone un “fraude democrático” que no representa la “plurinacionalidad” expresada en las urnas, cierra las puertas a la investidura de un Gobierno de izquierdas, pues el propio Pablo Iglesias ha condicionado cualquier negociación con el PSOE a que se cumpla esta demanda.
Los representantes de las tres candidaturas territoriales en el Senado también tratarán de formar conjuntamente un único grupo, con el objetivo de ser "la voz de la plurinacionalidad". Una reclamación que sí podría tener luz verde, pues aunque la Cámara Alta estará controlada por el PP, responde a un carácter territorial. Las confluencias contarían así con un grupo de 10 senadores, mientras que Podemos sumaría 13 una vez que se incorporen todos los representantes por designación autonómica.
El secretario general de la formación emergente adelantaba ayer que "no contemplamos que nadie que esté comprometido en frenar al PP, y explorar la posibilidad de que el futuro se escriba sin Rajoy ni ningún otro candidato del PP en La Moncloa, pusiese dificultades para recorrer este camino", en referencia a la creación de los grupos propios. Podemos amenaza así con levantarse de la mesa de negociaciones si finalmente, como todo parece indicar, se niega la posibilidad de obtención de grupos propios a las confluencias. "Para que pueda continuar el diálogo", añadía Iglesias, es imprescindible aceptar esta condició
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