Bruselas no exige más recortes a Portugal
La Comisión da luz verde a los presupuestos de 2016 después de que el gobierno socialista de António Costa haya introducido medidas adicionales por valor de 845 millones de euros.
El primer ministro de Portugal, el socialista António Costa.
A pesar de que ve “riesgos de incumplimiento”, la Comisión Europea ha dado luz verde al presupuesto general de Portugal para 2016 tras una reunión extraordinaria del colegio de comisarios este viernes. El gobierno en minoría del socialista António Costa se ahorra así una nueva tanda de medidas para reducir aún más el déficit público.
Bruselas había rechazado el plan presupuestario presentado por Lisboa a principios de enero porque, en opinión de sus expertos, no se basaba en cálculos realistas para bajar el déficit a menos del 3% tal y como exige el “Pacto de Estabilidad y Crecimiento”. El Gobierno portugués entonces introdujo nuevas medidas adicionales por valor de 845 millones de euros, básicamente al aumentar impuestos indirectos sobre el tabaco, gasolina, matriculación de automóviles y la banca.
Pese a haber quedado segundo en las elecciones parlamentarias de octubre 2015, Costa logró desbancar del poder al centroderecha en noviembre gracias a un pacto con el Bloque de Izquierda (BE), los comunistas (PCP) y los Verdes. El nuevo gobierno en minoría prometió el fin de la austeridad tras cuatro años de duros recortes sociales a consecuencia de la crisis y el rescate del país. Costa, sin embargo, también se ha comprometido a cumplir con la reducción del déficit.
La aprobación del presupuesto por la Comisión da aire al ejecutivo socialista, que pende de un fino hilo ya que depende del apoyo de las formaciones de izquierda en el Parlamento. Pero Bruselas vigilará de cerca el cumplimiento de los objetivos marcados. “A pesar de que las nuevas medidas reducen el riesgo de romper las reglas del Pacto de Estabilidad, estos riesgos no han sido eliminados del todo”, advirtió el comisario de Asuntos Monetarios, Pierre Moscovici, en rueda de prensa.
Para los halcones de la austeridad a ultranza, esta decisión de Bruselas es un paso más en la relajación de la política de consolidación presupuestaria. El Pacto de Estabilidad empieza a hacer aguas con cada vez más reglas de excepción para tener en cuenta gastos imprevistos, por ejemplo por la crisis de los refugiados.
El jueves, en la presentación de sus previsiones para 2016, la Comisión había exigido al futuro gobierno de España que hiciera unos recortes adicionales por valor de 8.000 millones de euros. Bruselas ha criticado los Presupuestos Generales de 2016 que el gobierno del Partido Popular se empeñó en aprobar a toda prisa antes de las elecciones del 20-D. Las concesiones a las cuentas de Portugal muestran que ya hay cierta flexibilidad en la capital comunitaria.
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