REDACCION
Jochen Müller, director adjunto de la Comisión Europea en España, recorrió esta semana Asturias manteniendo varios encuentros, desde estudiantes a empresarios con un mensaje que pretende promocionar las ventajas del libre comercio y las oportunidades del mercado exterior. Asegura que para Asturiasse abre un abanico de ventajas que debe basarse en la innovación.
--Su visita tiene un carácter fundamentalmente comercial, ¿qué se está encontrando en Asturias?
--Intento trasladar dos mensajes a todos los interlocutores, un día con los estudiantes, otro con los empresarios, primero demostrar lo que estamos haciendo en la agenda comercial, el qué y el por qué, cuál es la lógica que hay detrás; y segundo, hacer pensar, es algo que les he planteado especialmente a los estudiantes, pensar qué tipo de sociedad quieren, todo pensando en las elecciones europeas de mayo del año que viene. Estamos defendiendo sociedades abiertas frente a sociedades cerradas, con un comercio libre, sujeto a reglas, para defender nuestros valores y principios, con unos estándares laborales y unos criterios sanitarios y medioambientales. En contra de vernos solo el ombligo, del proteccionismo y el populismo; es algo que todos tenemos que tener en cuenta cuando vayamos a elegir en mayo del año que viene.
--Traigo datos y ejemplos de cómo las empresas asturianas se han podido aprovechar de acuerdos comerciales, por ejemplo el CETAcon Canadá, que lleva ahora ya un año en vigor. Cómo se han creado nuevos mercados y, por supuesto, cómo han servido para sostener o crear nuevos empleos y trabajos con más remuneración que la media porque requieren una mayor cualificación, en definitiva no trabajos basura sino de calidad.
--Lo cierto es que el CETA fue un tratado con muy mala prensa en determinados sectores ¿a qué lo atribuye?
--La polémica sobre el CETA iba a caballo de la TTIP, y la razón por la que tuvo tan mala prensa es porque hemos hecho las cosas mal. Nos hemos explicado mal desde las instituciones europeas; comunicamos mal, hubo cierta falta de transparencia aunque no era para engañar, no es una excusa sino un explicación, porque hicimos con estos tratados lo mismo que habíamos hecho en los 40 años anteriores y nadie se quejaba. Así que los expertos de Bruselas empezaron sus negociaciones con Canadá y EEUU como siempre, sin pensarlo mucho más y subestimamos desde las instituciones europeas el interés que estos suscitaba. Creo que hemos aprendido la lección, creo que hoy en día no se puede sostener que las negociaciones europeas en materia de comercio no son transparentes. Pero, sí, fue un error. Y es dramático porque todavía vemos que los conceptos que plantearon los detractores del comercio siguen la mente del público. Por ejemplo, que vamos a estar inundado por transgénicos, carne tratada con hormonas, pollo con cloro, a todo el mundo le suena esto. Lo bueno del CETA es que lleva un año en vigor y podemos demostrar que todo eso que se ha dicho no se ha materializado. Y tampoco se ha privatizado ni la educación, ni la sanidad ni el agua. Hablemos del comercio pero basándonos en datos, lo que ha pasado es que las exportaciones españolas de hortaliza y fruta han subido un 90%, las de automoción un 70%, los de plásticos un 20% y hay muchos más ejemplos. Lo que hemos negociado ha funcionado para las empresas, de forma fundamental para las pymes, no para las multinacionales. Ese era otro mito y seamos sinceros, las multinacionales no necesitan este tipo de tratados, tienen sucursales en todas partes, es a las pequeñas empresas a las que favorece que se bajen los aranceles y se eliminen barreras administrativas.
mo y proteccionismo he pensado primero en el Brexit y en Trump ¿cree que son fenómenos relacionados?
--Hay dos fenómenos acelerados en nuestras sociedades, uno es el impacto de la globalización, y probablemente mayor aún el de la digitalización. Y a veces la gente se pierde. No todo el mundo gana, hay sectores de la población y la industria que han perdido. Pero, mira por ejemplo en Galicia en los 90 hubo una gran crisis del textil con deslocalizaciones y en los últimos años han vuelto en base a la robotización porque se puede fabricar aquí igual de barato que allá y además ya tienes el valor añadido y el ‘know how’ aquí. Es decir, no todo es blanco y negro pero también es verdad que no todo ha sido positivo. Pero para eso tenemos fondos, hay un fondo europeo de adaptación a la globalización, que se desconoce del todo, que se ha utilizado 150 veces en los últimos 10 años, de ellas 25 en España y ha ayudado a 140.000 desempleados. Sí hay cosas negativas y necesitamos herramientas para paliar esos efectos; pero en suma la globalización con reglas es positiva.
--Asturias es una región muy europeísta pero ¿no podría resentirse esa percepción si, por ejemplo, el cierre acelerado de las térmcicas termina con miles de empleos?
--Por supuesto que preocupa, son muchos puestos de trabajo, decenas de miles. Pero también es cierto que llevamos hablando de esto desde hace ya cuánto, ¿15 ó 20 años? Yo soy de El Sarre, de una región minera, en mi pueblo había cuatro minas y ahora ya no queda ninguna. La salida no es volver atrás, lo que tienes que buscar es valor añadido; en el mercado del acero ya no podemos competir con chapas baratas sino con alta tecnología y en esto la clave es la educación y la innovación
--Quiero decir, aquí hay una industria importantes ¿con qué se va a alimental si se corta el principal suministro que, ahora mismo son las térmicas?
--No soy experto en el tema energético pero creo que las cosas se pueden hacer con cabeza, desde luego no tiene ningún sentido quitar la fuente que alimenta la industria, será algo que habrá que hacer espaciado en el tiempo. Pero también habrá que ir pensando en alternativas para la región, aquí hay mucho viento, hay oleaje, sol más que en Alemania me imagino, y además he descubierto que tenéis uno de los pocos en Europa, que sólo hay 13 en toda Europa, un terminal de gas natural licuado. Pero está sin usar y me pregunto por qué. Hay que utilizar las ventajas que tienes, aquí se hace toda la aspirina de Bayer, en la química, en la innovación, tenéis para trabajar. También en agroalimentación, de forma similar al CETA está pendiente que entre en vigor un tratado con Japón, y estimamos que en alimentos procesados las ventas pueden llegar a triplicarse porque vamos a bajar aranceles; en el queso del 30% a cero, de carnes de 30% a 9%, chocolates y dulces del 30% a cero; es decir muchos productos que tenéis aquí de calidad, con denominación de origen, tienen muchas oportunidades. Es lo que trato de trasladar a los empresarios y cámaras de comercio, que informen bien de todo esto, que vayan abriendo mercado, buscando distribuidor, enterándose de cómo va.
--¿Los empresarios necesitan a veces un empujón?
--Claro, y ahí es fundamental el papel de los gobiernos. Es que con el tratado que tenemos con México hemos visto que el 30% de las empresas no utiliza los aranceles preferenciales por falta de conocimiento. Una empresa que no sólo está pendiente de su mercado local es luego más resilente. Antes de la crisis de 2008 teníamos a 90.000 empresas españolas en exportación, hoy tenemos 150.000 porque han visto que con el mercado nacional no daba; han ido fuera y ahora les va mucho mejor así que en el próximo choque no lo van a pasar tan mal. En 2008 el 25% del PIB español estaba ligado a comercio internacional y hoy ya es 35%, diez puntos más; eso es muy positivo, es mayor ya que Francia o Italia.
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