"Se ha perdido el respeto a los bancos". Un ejecutivo del sector suele lamentarse de cómo la sociedad ha enfocado gran parte de su malestar a la banca. El caos que han provocado las sentencias y anuncios en el mercado hipotecario del Tribunal Supremo también han desatado la tensión entre los ejecutivos de la industria financiera, aunque confían en no pagar.
De hecho, el sector se ha vuelto mucho más activo esta vez para defender sus intereses. Con la amenaza fiscal de Pedro Sánchez con el impuesto a la banca, las patronales se limitaron a enviar un comunicado conjunto en el que advertían del impacto potencial sobre la solvencia y la capacidad de dar financiación a la economía. Pero se quedaron ahí. Ahora, la Asociación Española de Banca (AEB) que preside José María Roldán y que representa al 56% del sector, está mucho más activa, tras repetir junto a CECA un comunicado similar.
Los primeros espadas de la AEB, como Roldán o el portavoz, José Luis Martínez Campuzano, han desfilado por diferentes foros y medios estos días. Y también los ejecutivos bancarios se han mostrado beligerantes con la posibilidad de abonar un solo euro con carácter retroactivo, aunque dan por hecho que habrá un cambio de criterio de cara al futuro y las entidades, y no el cliente, pasarán a ser el sujeto pasivo del impuesto autonómico de transmisiones patrimoniales (ITP) y actos jurídicos documentados (AJD). Es decir, pagarán desde ahora, pero buscan evitar un coste por las hipotecas ya concedidas.
"No vamos a pagar, no estamos dispuestos a asumir el pago de un dinero que no nos quedamos, después de haber actuado durante años conforme a la ley", asegura un ejecutivo. Y todos van en la misma línea, con los servicios jurídicos analizando el caso y afinando sus estrategias para evitar cualquier coste con carácter retroactivo. Confían en que no haya retroactividad, y si la hay, que sea contra las haciendas autonómicas que son las que cobraron el impuesto, que va desde el 0,5% en regiones como Madrid hasta el 1,5% de otras como Andalucía. Los conflictos tributarios prescriben tras cuatro años.
"No estamos dispuestos a asumir el pago de un dinero que no nos quedamos, después de haber actuado según a la ley", asegura un ejecutivo
Ante la posibilidad de que las agencias tributarias regionales reciban reclamaciones y a su vez pidan dinero a los bancos si hay cambio de sujeto pasivo con retroactividad, la banca se escuda en la jurisprudencia de la propia Sala de lo Contencioso-Administrativo. Esta rechaza reclamar el pago de impuestos con carácter retroactivo por un cambio de criterio, ya que sigue el principio de legítima confianza en la administración, como mostró una sentencia emitida en junio por las disputas fiscales entre un empresario vasco del sector del oro y la Hacienda foral de Vizcaya.
En caso contrario, el impacto podría ser estratosférico para la cuenta de resultados y las ratios de capital de la banca. De hecho, Goldman Sachs avisa de que podría descapitalizar a algunos bancos hasta los niveles de 2012, en plena crisis de deuda y reestructuración financiera, con un impacto potencial de 3.800 millones de euros con retroactividad desde 2014 y de 6.300 millones si va más allá. Los primeros análisis, calculados para una factura pensada con los impuestos de los últimos cuatro años, se situaron entre los 1.500 y los 3.500 millones, teniendo en cuenta que el valor de las hipotecas constituidas en este periodo alcanza los 177.000 millones de euros, recuerdan en AFI. Pero si se tienen en cuenta los tributos asociados a todo el saldo hipotecario vivo, el golpe alcanza los 10.000 millones, avisan algunos analistas. El sindicato de técnicos de Hacienda Gestha fue más allá con una cifra de 30.000 millones de euros recuperables para los clientes.
En cualquier caso, la directora financiera de Bankinter, Gloria Hernández, advierte de que los cálculos de los analistas no han tenido en cuenta que el impacto se reparte en el periodo de vigencia de la hipoteca, cuya vida media en su entidad es de 12 años, con un coste estimado del 1% sobre el nominal.
Peor escenario para la banca
La Sala de lo Contencioso-Administrativo, que abrió el melón el jueves 18 de octubre por sorpresa, y anunció al día siguiente una revisión aún más sorpresiva que realizará el 5 de noviembre, anuló parte del reglamento del impuesto. De esta forma, abogados consultados creen que se abre la puerta a multitud de reclamaciones contra la banca que pidan la nulidad de la cláusula de gastos, lo que originaría un daño potencial de miles de millones contra la maltrecha rentabilidad y la solvencia del sector que los bancos aseguran que no están dispuestos a asumir. Por otro lado, la Sala de lo Civil tendrá que pronunciarse sobre la relación entre particulares desatada a partir de este caos.
Desde las entidades han reconocido que pese a tratar de mantener la normalidad en la red, en los primeros días hubo cierto "caos" en las sucursales. Además, en primera instancia algunos bancos como Santander, BBVA, Sabadell o Bankia retiraron sus ofertas hipotecariasde sus páginas web. Y varias entidades preparan encarecimientos en sus condiciones. El Banco de España viene tiempo advirtiendo de una guerra hipotecaria que suaviza los criterios y las condiciones asociadas, aunque en el último trimestre se estabilizó esta situación, ya antes del Supremo, poniéndose fin a las mejoras para los clientes. El Supremo podría revertir definitivamente la tendencia.
Bankinter, por ejemplo, ya asume el coste del impuesto, que calculan en una media del 1% de los nuevos préstamos constituidos, apretando el margen en 8 puntos básicos por cada hipoteca. Aunque hay cláusulas para que el cliente devuelva el dinero si finalmente no hay cambio de criterio sobre el sujeto pasivo del tributo. La consejera delegada, María Dolores Dancausa, fue la primera en arremeter contra esta situación, y lamentó que parece que los bancos tienen "perdida la batalla en relaciones públicas". Dancausa aseguró que tratarán de no trasladarlo a los clientes, pero que no se puede ofrecer un producto con un precio inferior al coste. Para ello, la elasticidad de la demanda —cómo varía si cambia el precio— y la competencia en el sector serán claves.
Fuertes críticas
"Esta situación, que es insólita, hace que todos perdamos. Pierden las instituciones por credibilidad, los bancos como se ha visto en bolsa, los clientes por expectativas que podrían no cumplirse, la sociedad por la incertidumbre y la economía por afectar a los agentes", aseguró Dancausa. Por su parte, Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, asegura que tienen las expectativas de no tener que realizar provisiones. "Nuestra posición a día de hoy es que no debe tener impacto en nuestras cuentas", señaló en la presentación de resultados de este viernes en Valencia.
Los primeros espada de Banco Sabadell también han criticado este escenario de "inseguridad jurídica". Su presidente, Josep Oliu, aseguró en un desayuno organizado por la Mutualidad de la Abogacía y Europa Press que es un asunto "especialmente grave". En la misma línea, aunque de forma más comedida, el consejero delegado, Jaime Guardiola, aseguró en la presentación de resultados que "durante 22 años la norma ha funcionado correctamente, con un reglamento que explicitaba quién debe pagar el impuesto", añade. En cualquier caso, el ejecutivo destaca la "solidez" del mercado hipotecario, que cree que continuará, aunque haya un cambio de criterio del Supremo, y en el caso del Sabadell son los clientes los que siguen pagando el impuesto por ahora.
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