Otra transacción millonaria en el sector de la restauración. Este martes se ha cerrado la venta del Grupo VIPS, fundado y controlado por la familia Arango, al operador de franquicias Zena-Alsea por una cantidad próxima a los 500 millones de euros, según fuentes vinculadas con la operación. Esta inversión da pie a la creación del mayor operador de restauración de la Península, con un portfolio de primeras marcas (VIPS, Ginos, Starbucks, Wagamama, Fridays, Lavaca, Fosters Hollywood, Burger King, Dominos Pizza y Tapas y Cañas) y un volumen de negocio conjunto de 1.000 millones de euros (con un ebitda de 120).
La operación consta además de un movimiento de ida y vuelta, ya que algunos de los vendedores, como la familia Arango y el fondo de capital riesgo ProA Capital, propietarios de un 70% y un 30% respectivamente de Grupo VIPS, pasarán a ser accionistas del 'holding' comprador, que ahora está controlado por el mexicano Alsea (70%) y el fondo de capital riesgo Alia (30%). Tras esta integración, la resultante aglutinará a los cuatro nuevos socios, aunque el peso principal seguirá estando en la cotizada Alsea, mientras Arango tendrá un 10% y los fondos de capital riesgo ProA Capital y Alia controlarán otro 5% cada uno.
De esta manera, la familia Arango cierra su etapa al frente de VIPS para seguir como socio, cerrando un círculo simbólico: el empresario Plácido Arango Arias, mexicano de nacimiento, aunque español por parte de padres (hijo de emigrantes asturianos), elige a otro mexicano para ceder el testigo del novedoso negocio de restauración que puso en pie en España a mediados de los setenta. Su llegada a nuestro país se remonta a una década antes, cuando se instaló para poner en marcha la cadena de supermercados Aurrerá (luego vendida a Galerías Preciados), modelo que ya gestionaba junto a sus hermanos en México.
El original formato tienda y cafetería tuvo otro hito en su medio siglo de historia: asociarse con el gigante Starbucks para su desarrollo en la Península y Francia. Esta alianza fue tejida ya por Plácido Arango García-Urtiaga, hijo del fundador y consejero delegado entre 1997-2010, que abanderó el crecimiento del grupo y dio entrada a Goldman Sachs (30%) en 2006 para impulsar nuevos retos, con una salida a bolsa en el horizonte. Esos planes, truncados por la crisis, hicieron que Arango nombrara a su financiero Enrique Francia consejero delegado del grupo para capear la caída del consumo y transformar el modelo.
El peso principal seguirá estando en la cotizada Alsea, mientras Alia, ProA y Arango tendrán participaciones financieras minoritarias
Por su parte, la historia de Zena ha corrido en paralelo como un proyecto más financiero, con un formato de máster franquicia de grandes marcas internacionales de restauración, como Burger King y Pizza Hut. Y siempre en actitud de compra, como trató de hacer con Telepizza. Detrás de este 'holding' estuvieron durante más de una década los fondos de capital riesgo CVC e Inveralia, que pusieron punto y final a su apuesta en este sector con la venta a Alsea en 2014. Sin embargo, el gigante mexicano no llegó solo, ya que Inveralia, refundada como un nuevo fondo Alia, apostó por seguir vinculada al proyecto.
Esta operación convierte a Alsea en el nuevo operador de referencia en el sector de restauración ordenada del mercado español, siguiendo el modelo que otro mexicano (Carlos Fernández) está impulsando desde la firma de origen polaco AmRest (La Tagliatela, Shusi Shop o Bacoa). Esta cotizada en la Bolsa de México gestiona mas de 3.500 restaurantes en toda Latinoamérica (México, Colombia, Argentina...), con marcas como Burger King o Starbucks, y quiere seguir expandiéndose en Europa, donde acaba de quedarse con la franquicia de la cafetera de Seattle para Francia, Holanda, Bélgica y Luxemburgo.
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