El acuerdo presupuestario de PSOE y Podemos va más allá de los números y sella algunos compromisos políticos prioritarios para ambas formaciones. La eliminación del sistema de voto rogado que ha hundido la participación de los emigrantes españoles en los procesos electorales es uno de ellos. El pacto contempla acabar con esas «trabas» y el objetivo es que el nuevo mecanismo ya esté operativo para las elecciones autonómicas de la primavera de 2019. Una fórmula que facilitaría el voto de los 116.537 asturianos en el exterior con derecho a acudir a las urnas.
El voto rogado es fruto de un acuerdo de 2011 entre PSOE y PP que, en teoría, intentaba acabar con los fraudes detectados en la participación electoral de la emigración. Sin embargo, la fórmula elegida ha tenido efectos muy dañinos sobre la presencia de este colectivo en las urnas. Los farragosos trámites burocráticos que conlleva el procedimiento -hay que hacer una solicitud previa del voto-, lo ajustado de los plazos y el mal funcionamiento del servicio postal en algunos países, teniendo en cuenta que Latinoamérica acoge nutridas colonias de españoles y asturianos, explican que el peso del voto exterior en los comicios nacionales se haya reducido de forma progresiva y acusada.
El propio secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya defendió en una reciente gira por diversos países de Latinoamérica la conveniencia de acabar con el voto rogado. «Vuestras quejas son más que justas», dijo Sánchez a un colectivo de emigrantes con los que se reunió en Bolivia. Prometió entonces que habría un intento de modificar el sistema y ahora la propuesta se recoge en el acuerdo presupuestario con Podemos, ya que el partido morado también considera urgente esta iniciativa.
«Se impulsará la reforma de la ley electoral con el objetivo de acabar con las trabas del voto rogado de las españolas y españoles en el exterior», reza en concreto el texto pactado por ambas fuerzas. Dado que el objetivo es que esas restricciones ya se hayan eliminado para las elecciones autonómicas de 2019, el Gobierno ya ha comenzado los contactos con el resto de grupos y en una reunión en el Ministerio de Asuntos Exteriores se han sentado las bases de un principio de acuerdo. Hay optimismo en las filas socialistas en la medida en que se entiende que se trata de una reivindicación compartida por una mayoría de partidos.
La reforma y eliminación del voto rogado es una propuesta especialmente relevante para Asturias, una comunidad con una amplísima colonia emigrante repartida por todo el mundo. Según el último dato del censo de españoles residentes en el extranjero, 116.537 asturianos están en condiciones de depositar la papeleta en las elecciones. Es un hecho que, en caso de prosperar la modificación del sistema, la participación será más elevada.
Las estadísticas así lo atestiguan. En las elecciones autonómicas de 2015, sobre un censo de asturianos en el exterior de 106.593 personas, únicamente 3.980 cumplieron con el trámite previo
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