Defensa cede la capilla y el claustro de La Vega a la espera de acordar el precio por la fábrica
El equipo de gobierno confía en cerrar el acuerdo por los terrenos y firmar el convenio de enajenación antes de las elecciones de mayo
«Un día muy importante», en palabras del alcalde, Wenceslao López, que quedó en un veremos. El Ayuntamiento de Oviedo y la delegación del Ministerio de Defensa, encabezada por su secretario de Estado, Ángel Olivares, dieron ayer por aprobado el protocolo que, como adelantó ayer este diario, permitirá a la ciudad recuperar la propiedad de los terrenos de la antigua fábrica de armas de La Vega previo pago en compensaciones urbanísticas de una cantidad en la que los técnicos de ambas administraciones deberán de trabajar a partir de ahora. La pregunta es la de siempre: ¿cuándo? El documento cerrado ayer -sin firmar aún por la necesidad de trámites administrativos- establece un plazo de un año, prorrogable por otro más para «valorar y tasar el inmueble y suscribir el convenio de enajenación». El alcalde lo redujo ayer a «meses», a «antes de que finalice el mandato para no dejar al albur de unas elecciones el futuro de La Vega».
El protocolo, en cambio, incluye como pedía el Ayuntamiento un 'adelanto', que haga visible el avance en las negociaciones. Defensa firmará «en las próximas semanas», explicó el secretario de Estado del ministerio, «la cesión demanial de la capilla y el claustro» de La Vega, los dos únicos elementos del recinto fabril protegidos como Bienes de Interés Cultural.
El alcalde evitó ayer precisar qué usos pretende dar al claustro más allá de señalar que tiene «ideas» para un «equipamiento», pero que no es el momento de darlas a conocer, algo que le afeó incluso la portavoz de IU, Cristina Pontón, invitando al regidor a que explique esas ideas a sus socios de gobierno antes. Pontón sí se sumó a la celebración porque la cesión demanial permitirá «abrir los muros de la fábrica a todos los vecinos en pocas semanas», pero asumió que su compañera de Corporación Ana Rivas, como concejala de Infraestructuras, «va a tener mucho trabajo». El estado de los edificios dista de ser el ideal y precisarán de una mínima adecuación antes de la llegada del público y, además, habrá que hacer obras para abrir un acceso y, a la vez, impedir el de personas sin autorización al resto de la factoría. Todo ello, bajo la vigilancia de Patrimonio al ser edificios protegidos. A poco que las negociaciones sobre el precio que pagará el Ayuntamiento a Defensa por los terrenos vayan bien, lo anterior podría ser un esfuerzo innecesario.
¿Cuánto?
Con la fe puesta en que el 'cuándo' sea antes de mayo, queda saber el cuánto. El alcalde no entró en detalles. Tampoco lo hizo Defensa. Olivares se limitó a señalar que el acuerdo permitirá al Ayuntamiento obtener la propiedad de toda la fábrica y al ministerio lograr «las compensaciones necesarias para desarrollar las infraestructuras que la defensa de España necesita». No se habló de cantidades, pero sí de la forma de pago en «compensaciones urbanísticas», que el regidor no excluyó que puedan materializarse parcialmente en los terrenos de la propia factoría, cerrada hace ahora seis años. Al Ayuntamiento le interesaría. Ordenar 118.933 metros cuadrados no es fácil y se corre el riesgo de dejar una bolsa de suelo de 12 hectáreas vacía, un agujero negro como el dejado en El Cristo con el cierre del Hospital e igual de costoso de mantener.
El alcalde se comprometió a trabajar «para atraer a otras voluntades para llenar este espacio», porque, básicamente, lo que se acordó ayer es la salida de Defensa de todo el proceso. Olivares explicó que su departamento «tiene la obligación de gestionar adecuadamente sus bienes porque de ello depende la calidad de vida de las personas que dependen de este ministerio, pero no es función nuestra participar en el desarrollo urbanístico de algo que está dentro del ámbito de la plena soberanía de la ciudad de Oviedo». Por eso, el ministerio cobrará en solares el precio que pacten ambas administraciones por la fábrica y se reserva, como informó ayer este diario, una garantía a diez años para el caso de que al Ayuntamiento le dé por especular con los terrenos, caso en el que Defensa recibiría el 50% de las plusvalías.
El resto no ha cambiado. Aunque el Ayuntamiento logre la propiedad «en meses», tendrán que pasar años para completar la recuperación de La Vega con «ese ADN» industrial y tecnológico que propone el alcalde para su futuro. Los inmuebles deberán ser catalogados por Patrimonio y los límites que ponga este órgano regional condicionarán y mucho los usos posibles del recinto. Unos usos que deberán ser definidos a través de un plan especial cuya tramitación y aprobación llevará años, al margen de que puedan autorizarse usos en precario o provisionales de algunos edificios.
Garantías y tasación
La vicealcaldesa y portavoz de Somos, Ana Taboada, fue la menos entusiasta. Celebró que se hayan relanzado las conversaciones, como pedía su grupo, y reclamó «no dormirse en los laureles». «Toca trabajar con la suficiente diligencia para que antes de mayo se firme el convenio para que La Vega sea devuelta» a la ciudad, «con las garantías necesarias para evitar cualquier tipo de especulación» en cuya defensa alistó al actual equipo de gobierno.
A partir de ahora, hay «una hoja de ruta», una que pasa por la firma de la cesión de la capilla y el claustro en semanas, la firma del protocolo pactado ayer en «un mes» y las reuniones de los técnicos para fijar un precio. El de Defensa es conocido desde hace un año: 32 millones de euros negociables. La tasación municipal está lejos de esa cifra, alrededor de 25. La cesión demanial de los restos del antiguo monasterio de La Vega parece un reconocimiento de los «derechos históricos» que pretendía hacer valer el alcalde y que vio frustrados por un informe jurídico de Defensa. Todo ha ido muy despacio, en parte por el cambio de Gobierno.
Todo debería de ir muy rápido ahora para que La Vega sea municipal antes de mayo
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