Fomento ve necesario seguir la ampliación de la 'Y' con un tercer carril hasta Gijón y Corvera
Ultima el inicio de la obra de Oviedo a Lugones y ve preciso iniciar el diseño del resto de tramos. El Principado prioriza la conexión con la AS-II
El Ministerio de Fomento está cerrando los últimos preparativos para lanzar la que será la obra pública a ejecutar ante los ojos de más asturianos. Hasta 56.862 vehículos circulan cada día por el tramo Oviedo-Lugones de la 'Y', uno de los más congestionados de la red asturiana. Son 4,39 kilómetros de autovía que en cuestión de semanas verán llegar a un batallón de maquinaria y obreros cortando carriles, poniendo conos y obligando a aminorar la velocidad para poder ampliar el firme con un carril adicional por sentido.
El 23 de septiembre las obras fueron adjudicadas a Lantania y ASCH Infraestructuras, por 22,2 millones y un plazo de trabajos inicial de tres años y medio. El pasado lunes el ministerio reclutó a la sociedad Oficina Técnica de Estudios y Control de Obras, para que asuma la supervisión, vigilancia y pruebas de calidad de las mismas, a cambio de 0,6 millones.
El ministerio ha defendido la conveniencia de esta actuación por el tráfico que soporta el tramo y la tipología de los accesos y salidas del mismo, demasiado cortos y curvos para lo que exigen las instrucciones técnicas actuales. La actuación, sin embargo, no se limitará a Matalablima-Lugones.
«En los tramos siguientes a las obras recientemente adjudicadas, será necesario licitar sendos contratos de servicios para redactar los dos proyectos en que se divide el tramo», indican fuentes de Fomento. El diseño de las obras restantes se hará «empezando por el tramo contiguo al que está adjudicado, Lugones-Serín», concretan. Una vez perfilado se abordaría el siguiente, Lloreda (Gijón)-Tamón (Corvera de Asturias).
Se da la circunstancia de que el 13 de noviembre de 2017 el propio ministerio aprobó una orden de estudio con el objeto de licitar la redacción del anteproyecto de ambos tramos. La idea era analizar si se daban las condiciones para sacar adelante la obra con financiación privada. Se pensaba entonces en un contrato como el que permitió ejecutar la AS-II o similar, esto es, que la constructora asumiera el coste inicial y el mantenimiento, y la administración le fuera retribuyendo el esfuerzo a lo largo de varias décadas.
Ese era el planteamiento del Gobierno de Mariano Rajoy. Con Pedro Sánchez el equipo ministerial se dio un tiempo para evaluar el asunto. De la respuesta que ahora emite cabe deducir que, por lo menos, el proyecto de obra se avanzará con cargo al presupuesto estatal.
La «mejora» de la 'Y' en su integridad figura entre las obligaciones del Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda 2012-2024, la programación que tiene vigente el ministerio. La experiencia aconseja sin embargo no redactar los proyectos hasta que se tenga la convicción política de que se contará con fondos para impulsar la obra. Cuanto más tiempo pasa entre el diseño de la obra y su inicio más posibilidades hay de que, al llegar a los tajos, el constructor se encuentre con viviendas, cables y conductos no previstos. Es lo que, por ejemplo, ha ocurrido en el desdoblamiento de la AS-19 entre Veriña y Lloreda, y lo que tiene al ralentí esa obra desde inicios de 2018.
La orden de estudio estimaba en 95,4 millones el coste de ampliar con un tercer carril la 'Y' en los otros dos tramos ideados. Es un esfuerzo que duplica al plan de choque para las cercanías que acaban de perfilar Fomento y el Principado. La administración autonómica viene manteniendo que la prioridad es reflotar el ferrocarril y que, en materia de carreteras, urge más conectar la 'Y' con la AS-II en el Alto de Robledo que ampliar la primera.
«Oviedo y Gijón están comunicadas por una autopista de cuatro carriles. Con la demografía que tenemos y la política paulatina de sustituir al coche privado parece una infraestructura suficiente», consideró el vicepresidente del Principado, Juan Cofiño, en una entrevista.
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