Asturias pierde casi 20.000 trabajadores en un año por su marcha a otras regiones
Madrid es la comunidad que más asturianos atrae, cerca de 11.000, que se mudan para emplearse, de forma mayoritaria, en el sector servicios
La falta de oportunidades laborales en Asturias provoca el éxodo de trabajadores a otras comunidades autónomas, factor que junto con el envejecimiento de la población agrava la sangría demográfica que padece la región desde hace décadas. En concreto, la merma se tradujo en 19.251 empleados el año pasado, según recoge un informe del Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe). Es el saldo resultante del traslado de 41.054 asturianos que se mudaron a otras comunidades para trabajar y la llegada de 21.803 personas por el mismo motivo. Otros 350.583 empleados permanecen en el Principado.
Madrid es el principal destino de aquellos que hacen las maletas en busca de un mejor porvenir lejos de la región. Un total de 10.996 personas cambiaron su residencia a la capital española para desarrollar su carrera profesional en 2018. A gran distancia, otras cuatro autonomías son las elegidas por los asturianos para trabajar: Castilla y León (5.018 trabajadores), Cataluña (4.790), Galicia (4.724) y la Comunidad Valenciana (2.654).
En cuanto a las áreas de actividad, la mayoría de los emigrantes a otras comunidades pertenece al sector servicios, sobre todo entre los que se dirigen a Madrid (92%). Es también el que más personas emplea en Asturias a pesar de perder casi 12.800 contratos en este ámbito durante el ejercicio anterior. Le siguen la agricultura (-2.506 trabajadores), la industria (-2.209) -supone el 26% de los desplazados a Cataluña- y la construcción (-1.745). La movilidad a Madrid y Cataluña presenta una ratio hombre y mujer muy equilibrada y en ambos casos el nivel formativo es alto, con una quinta parte de universitarios, otra quinta de FP y otra de bachilleres.
De 30 a 45 años
Además, resulta destacable el peso de los contratos indefinidos que se realizaron en 2018 a los asturianos en Madrid: el 18%. En cuanto a la nacionalidad, el porcentaje de los extranjeros en la movilidad interautonómica desde Asturias es bajo, aunque también registra una cifra negativa al perder la región 3.724 personas. Por grupos de edad, la franja mayoritaria es la comprendida entre los 30 y los 45 años, donde el saldo es de -10.267 trabajadores en el Principado. En cuanto a las comunidades emisoras, Galicia (4.274), Castilla y León (4.113), Madrid (2.779), Andalucía (2.693) y Cantabria (1.900) son las regiones de procedencia del grueso de los trabajadores que llegan a Asturias.
En términos nacionales, casi una cuarta parte de los más de 22 millones de contratos que se firmaron implicaron un desplazamiento, bien entre diferentes comunidades autónomas, bien entre provincias, lo que sitúa la movilidad laboral en máximos históricos, algo que no siempre implica un cambio de residencia puesto que una gran parte se da entre regiones limítrofes.
Concretamente, la tasa de movilidad autonómica ha avanzado hasta el 9,56% tras haberse elevado punto y medio en la última década y la tasa interprovincial se sitúa en el 14%, dos puntos y medio más que en 2008. Ambas encadenan seis años consecutivos de incrementos. La mayor intensidad en la movilidad geográfica se da por la proximidad entre provincias o regiones o su relación con Madrid.
Así, los flujos más significativos se producen entre distintas provincias con la capital del Estado -casi una cuarta parte tiene Madrid como origen o destino-, entre las provincias mediterráneas, entre algunas andaluzas, en la vertiente atlántica de Galicia y en el triángulo comprendido entre La Rioja, Navarra y País Vasco. A su vez, un tercio de los desplazamientos se producen entre provincias de la misma comunidad autónoma.
La mayor parte de las regiones tiene saldos negativos, es decir, salen más trabajadores de los que entran, con Andalucía y Extremadura a la cabeza, precisamente las que tienen una tasa de paro más elevada (por encima del 20%), mientras que solo siete presentan un saldo positivo. Se trata en primer lugar de Madrid y Cataluña, a las que les siguen Baleares, Murcia, Navarra, País Vasco y Aragón.
Andalucía
Es la comunidad con mayor número de contrataciones fuera de su territorio. Su movilidad está muy localizada, con Madrid como principal preferencia, hasta el punto de que aglutina una cuarta parte de los desplazamientos. Pero también se van a Cataluña (13%), Murcia, Castilla-La Mancha (12%) y Valencia (11%). Los trabajadores que recibe proceden de Murcia, Madrid y Valencia.
El colectivo que va a Madrid es muy heterogéneo y está formado sobre todo por personas de 30 a 45 años, con una presencia importante de mujeres (el 43% del total) y pocos extranjeros. Se trata mayoritariamente de contratos temporales en el sector servicios, pero en gran diversidad de actividades y con variedad de niveles formativos. Uno de cada cinco trabajadores tiene formación universitaria. El perfil del empleado en Cataluña también es muy variado, mientras los trabajadores andaluces que firman contratos en Murcia y en Castilla-La Mancha responden a un perfil más definido: son sobre todo hombres, con elevada presencia de extranjeros, preferentemente no comunitarios. En ambos destinos tres de cada cuatro trabajan en la agricultura y sus niveles formativos son básicos.
Aragón y Navarra
El principal destino de Aragón es Cataluña con el 37% de las salidas, aunque una tercera parte de esos trabajadores son extranjeros, seguida de Madrid (con un perfil mayoritario de mujeres universitarias), Valencia, Andalucía y Navarra. A Aragón llegan trabajadores de Cataluña, Valencia y Andalucía.
Por su parte, País Vasco y La Rioja, con valores similares (22% y 21% respectivamente), son los principales destinos de los trabajadores navarros, seguidos muy de cerca por Aragón (16%) y Madrid (12%).
Canarias y Baleares
Canarias concentra sus destinos en pocas comunidades, destacando Madrid, con casi un tercio, y en menor medida Cataluña, Andalucía y Baleares. Esta última, de igual forma, aglutina su movilidad prácticamente entre Cataluña y Madrid, y en un segundo plano Andalucía.
Cantabria
La movilidad geográfica está muy concentrada en tres autonomías: País Vasco (35%), Castilla y León (18%) y Madrid (17%). Los trabajadores que recibe proceden de las regiones vecinas: País Vasco, Castilla y León y Asturias. La movilidad al País Vasco es un colectivo poco homogéneo, con escaso peso de trabajadores extranjeros y dirigida al sector servicios (74%), sobre todo a hostelería. Se trata de una mano de obra poco cualificada. La movilidad a Castilla y León está muy concentrada en la industria, en especial la alimentaria (58%). El perfil de la que se dirige a Madrid es una persona joven que se emplea en el sector servicios y que trabaja en profesiones cualificadas (técnicos, científicos, contables...).
Castilla y León
Su aportación relativa al total de la movilidad es secundaria y presenta una alta dispersión en los valores de destino, con Madrid como única comunidad significativa (37%) y en menor medida el País Vasco (11%). Los que llegan, muchos menos, vienen de Madrid, Andalucía y Cantabria.
Las mujeres protagonizan una parte importante de la movilidad a Madrid (45%), focalizada en el sector servicios (86%) y con niveles formativos medios y altos (el 24% son universitarios). La dirigida al País Vasco destaca, además de en el sector servicios, por el importante peso relativo de las actividades industriales (25%), con niveles formativos más bajos, pero con una buena representación de la formación profesional.
Castilla-La Mancha
Es la quinta comunidad del país con mayor volumen de movilidad y presenta como destino principal la vecina Comunidad de Madrid (59%), con casi 135.000 personas. A esta le siguen Andalucía y Valencia, con valores muy inferiores, en torno al 10%.
Extremadura
Concentra sus destinos en tres comunidades: Andalucía, Madrid y Castilla-La Mancha, con valores casi residuales para el resto. La movilidad a Andalucía y Castilla-La Mancha responde a un perfil similar (hombres que trabajan en servicios y en la agricultura con contratos temporales), más agudizado en el caso de La Mancha, frente a Madrid, con un patrón más heterogéneo, pero principalmente trabajadores del sector servicios (76%) y también de la construcción (14%). Respecto a los niveles formativos en general son bajos en todos los destinos, especialmente en el que se dirige a la comunidad castellano manchega, donde el 90% se encuentra en el grupo de estudios primarios o en el mejor de los casos de enseñanza secundaria obligatoria. En cambio la población que se dirige a Madrid responde a un perfil más variado, con un 32% con estudios de formación profesional y universitaria.
Galicia
Distribuye su movilidad en un alto número de destinos (once comunidades autónomas con valores superiores al 2%) aunque los más significativos son Madrid (32%) y en menor medida Cataluña (16%) y Castilla y León (9%).
Madrid y Cataluña
Madrid marca la diferencia en cuanto a movilidad, hasta el punto de que tiene un saldo positivo cuatro veces superior a Cataluña, que es la segunda comunidad más receptora. Desde Madrid los trabajadores parten principalmente a tres destinos: cerca del 30% a la vecina Castilla-La Mancha, el 20% a Cataluña -adonde va la mano de obra más cualificada- y el 12% a Andalucía, donde la agricultura tiene bastante peso. A la capital llegan uno de cada cuatro trabajadores con residencia en Cataluña. Los catalanes además se desplazan a Andalucía, Valencia, Murcia, Aragón y Baleares.
Murcia
Concentra sus valores de salida en tres comunidades limítrofes: Valencia (37%), Andalucía (26%) y Castilla-La Mancha (15%), seguida con valores inferiores al 10% por Madrid. Las tres primeras comparten muchos rasgos, especialmente Andalucía y Castilla-La Mancha. En ambas se trata de mano de obra masculina (83%), con un fuerte peso de extranjeros (56% y 72% respectivamente), que firman casi exclusivamente contratos temporales, trabajan en sus dos terceras partes en el sector agrícola y con niveles formativos bajos, de forma que dos de cada tres solo acreditan formación básica. Este perfil está más atenuado en las salidas a Valencia, con el 75% de varones, la mitad de población extranjera y baja hasta el 49% los que van a trabajar en la agricultura y mayor peso del sector servicios y niveles formativos más variados.
La salida a Madrid responde a otro patrón, con mayor equilibrio de género, menos temporalidad y presencia reducida de población extranjera. Está concentrada en el sector servicios (87%) y acredita un mayor nivel formativo: una parte significativa, el 18%, cursó estudios universitarios y una cuarta parte bachiller o formación profesional.
País Vasco
Los tres principales destinos son Madrid, Cataluña y Navarra. Responden en gran medida al mismo perfil: cierto equilibrio entre hombres y mujeres (más claro en Madrid, con el 50% y más alejado en las otras dos), con fuerte peso del sector servicios, sobre todo en Madrid (95%). En las salidas a Navarra el sector secundario tiene su importancia con un 22%.
La representación de la mano de obra extranjera es reducida en todos los casos, algo superior entre quienes se dirigen a Cataluña. En cuanto al nivel formativo es medio-alto, con un número importante de personas con bachiller, Formación Profesional y sobre todo estudios universitarios, que en el caso de los contratos que tienen como destino Madrid y Navarra suponen el 24% y 25%, respectivamente, del total.
La Rioja
Presenta un valor de movilidad muy concentrado en dos destinos, ambos limítrofes: Navarra y País Vasco, que suponen conjuntamente el 75% del total. En tercer lugar, y con mucha menor entidad, Madrid. Responden a un perfil muy similar, dominado por los varones, sobre todo en el caso de Navarra (58%), y con una alta tasa de temporalidad. La que se dirige a Navarra trabaja en el sector industrial (65%) y, en menor medida, en los servicios, y la que va al País Vasco se distribuye mucho más, con predominio de los servicios (46%).
Valencia
Aunque presenta una amplia variedad de destinos, concentra la mayor parte en cuatro comunidades: Murcia, Cataluña, Madrid y Andalucía. La movilidad a Murcia y a Andalucía se trata de una emigración joven, con predominio de varones extranjeros que firman en gran medida contratos temporales en el sector agrícola. El perfil que se dirige a Cataluña ofrece rasgos intermedios, con una mayor presencia de la mujer y menor de los extranjeros y mucho más orientado al sector servicios. En los contratos firmados en Madrid mujeres y hombres casi se equiparan, la mano de obra extranjera se reduce mucho, se concentra exclusivamente en el sector servicios, pero en puestos cualificados.
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