domingo, 6 de octubre de 2019

Una de encuestas... ( PSOE ) el tiro por la culata

El PSOE volverá a ganar las elecciones generales. Triunfó el 28 de abril y triunfará, previsiblemente, el 10 de noviembre, aunque los seis meses transcurridos no le hayan servido para reforzarse extraordinariamente. Clavaría (28,3%), con poca diferencia el resultado de los primeros comicios. Pero sería el único actor que permanecería estable, junto con Vox, porque el resto de formaciones sí que experimenta cambios: subiría el PP de manera muy significativa, hasta el 20,1%; Unidas Podemos, bajaría al acusar la irrupción de Íñigo Errejón, pero no se desplomaría. Pero quien sí se hundiría por completo es Ciudadanos, al dejarse más de cinco puntos entre una convocatoria y la otra, y quedarse en un escuálido 10,7%, una décima menos que la formación de ultraderecha incluso.
Son los datos del primer sondeo de IMOP Insights para El Confidencial de cara a las generales del 10-N. Una encuesta realizada entre el 1 y el 3 de octubre, a partir de 1.227 entrevistas. El estudio capta por tanto la irrupción de Más País, aunque la formación del exportavoz morado no ha concretado todavía en qué circunscripciones competirá, incógnita que forzosamente se despejará este lunes, cuando vence el plazo concedido a todos los partidos y coaliciones para registrar sus listas ante las juntas electorales. Que no se conozca por tanto aún por qué distritos competirá Errejón hace muy complicado estimar el reparto de asientos en el nuevo Congreso, razón por la que en esta primera ola se presenta solo el porcentaje de voto y su comparativa con las primeras urnas.
El sondeo demuestra que esta segunda vuelta del 28-A puede no servir ni para conceder esa mayoría "rotunda" a la que aspira Pedro Sánchez para conseguir un "Gobierno progresista, estable y coherente" ni para que el equilibrio de los bloques se rompa, aunque dentro de cada espectro sí se produzcan corrimientos significativos de voto.
Cuando queda poco más de un mes para los comicios, y con una participación estimada del 65,7%, los socialistas lograrían un 28,3% de los votos, apenas cuatro décimas menos que el 28,67% que obtuvieron en abril, porcentaje que le hizo conseguir 123 diputados, 39 más que los 84 de la repetición electoral de 2016. El presidente del Gobierno no sufre una erosión significativa, pero tampoco se dispara. Hace tres años, la segunda convocatoria sí valió a Mariano Rajoy para reforzarse: saltó de los 123 asientos en el Congreso a 137, un número aún lejano de la mayoría absoluta pero que le abrió las puertas de la investidura, gracias a una dolorosa abstención del PSOE que provocó una traumática crisis interna que fulminó en ese momento al propio Sánchez.
Casado mejora en 3,4 puntos respecto al 28-A y se despega definitivamente de Rivera, que pierde más de cinco puntos en apenas seis meses

El 10-N sentaría bien, y eso es común en todas las encuestas, al PP. Pablo Casado sería el gran beneficiado de esta segunda vuelta. Sigue muy distanciado de los datos históricos de su partido y con escasas posibilidades de ganar y de sumar con Cs y Vox para alcanzar el Gobierno, pero al menos sí lograría zanjar la pelea en el espectro de la derecha. Igual que el PSOE se impuso a Unidas Podemos, los populares ahora conseguirían separarse de los naranjas de manera rotunda. Casado se quedaría con el 20,1% de las papeletas, por el 16,69% del 28-A. Es decir, que la mejoría es de 3,4 puntos. Con ese avance, se situaría a 8,2 puntos del PSOE, por los 11,98% que había de distancia en abril. Un oxígeno más que suficiente para un líder que sufrió una hecatombe en las generales —de 137 a 66 diputados— y en las autonómicas, municipales y europeas, datos que pudo enmascarar gracias a que conservó la joya de la Corona, Madrid, por su política de alianzas con Cs y Vox.

Previsible fuerte bajón en escaños

Precisamente, esos pactos permitieron a Casado sobrevivir internamente. Albert Rivera, que había experimentado un fortísimo crecimiento el 28-A, cuando se quedó a menos de un punto y a nueve escaños del PP, sí ha sufrido estos meses un enorme castigo interno, con fugas en sus filas y cuestionamiento de su estrategia de veto completo a Sánchez. Su administración de los resultados de abril y mayo habría sido pésima para sus votantes, según indica el sondeo de IMOP Insights. Su 15,86% (y 57 diputados) de las primeras generales se encogerían hasta el 10,7%. Una dramática caída de 5,1 puntos que le haría perder probablemente al menos la mitad de sus escaños. En esos porcentajes de voto, por debajo del 12-13%, la ley electoral penaliza y hace mucho más difícil la conversión en diputados, por lo que muchas papeletas, directamente, se pierden en las provincias más pequeñas, en las que el sistema D'Hondt funciona de manera más mayoritaria, no proporcional. Ahora habría que ver qué efecto tiene el giro operado por Rivera este mismo sábado, al levantar el veto al PSOE.
Unidas Podemos se queda en el 12%, 2,3 puntos menos que en abril, y Errejón irrumpe con un 4,1%. Vox mantiene su umbral de voto, en torno al 10%
Unidas Podemos capearía mejor tanto el desgaste de estos meses de negociaciones fallidas como la irrupción de Errejón. El sondeo de IMOP le asigna un 12%, frente al 14,32% de abril. Unos 2,3 puntos menos que el 28-A, cuando pese a la bajada importante sufrida desde 2016, no se desplomó. Sus 42 escaños ahora serían menos, pero a cambio recuperaría su posición de tercera fuerza en el Congreso.
Más País, en su primera convocatoria como partido de ámbito nacional, captaría un 4,1% de los votos. Su principal granero de votos, lógicamente, sería Madrid, su cuna política, en la que Errejón logró batir a la candidata de Pablo Iglesias, Isa Serra.
Vox, mientras, retendría a sus votantes. En su debut en las urnas, logró un 10,26% de las papeletas y 24 asientos en la Cámara Baja, que ahora se convertiría en un 10,8%. Una ganancia de medio punto.
Entre los minoritarios, no cambiarían mucho las cosas: en el universo independentista baja ligeramente ERC (del 3,9% al 3,3%), crece poquísimo Junts per Catalunya (del 1,9% al 2,2%) y debutaría la CUP con un 1,1%. El PNV se estira una décima, del 1,5% al 1,6%, y Bildu se mantiene en el 1%. El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (Pacma), que no logró escaño el 28-A, se retrae una décima: del 1,3% al 1,2%.


44,4% frente al 41,6%

Las opciones de izquierda sumarían el 44,4% de los votos, por el 41,6% de las derechas. Con estos números, se repetiría el bloqueo de las pasadas generales, porque Sánchez seguiría necesitando a Unidas Podemos. No solo a Iglesias. También a Errejón. Y, dependiendo de la distribución de escaños, podría necesitar complementar su mayoría, además de con el PNV, con los independentistas. En esta ocasión, lo que no alcanzaría la absoluta sería la suma con Ciudadanos. Esa combinación llegó el 28-A a 180 diputados, hoy irrepetibles dado el descalabro que la encuesta pronostica para Rivera.
La participación estimada es del 65,7%, aunque es previsible que crezca. El 28-A fue del 75,7%. El 66% de los votantes señala que votará al mismo partido
La participación estimada es del 65,7%, diez puntos por debajo del 75,7% que se registró en las primeras generales. IMOP precisa que es esperable que crezca la movilización a medida que los factores racionales dominen frente a los emocionales, muy ligados al enfado por la repetición de los comicios. Además, el clima irá cambiando en las cinco semanas que quedan hasta las urnas, tanto por el comportamiento de los actores como por factores externos, como la repercusión de la sentencia del 'procés', la percepción de empeoramiento de la economía, el Brexit o el recrudecimiento de la guerra comercial.
En este contexto de repetición electoral, es interesante analizar el comportamiento de los votantes de cara al 10-N. El 65,7% de los entrevistados apunta que lo más probable que haga es apostar por el mismo partido que el 28-A. Un 16,5% puede que elija una papeleta distinta, un 11,8% no votaría a ninguno y el 6% aún no sabe o no contesta.
Por espectros de electores, se observan sensibles diferencias. Así, el 73,3% de los que optaron por Sánchez afirma que no tiene previsto cambiar su sufragio. Un 12,4% de ellos señala que sí puede alterar su voto y otro 11% indica que no votaría. Los porcentajes, en el caso de los votantes del PP, son más o menos similares: el 73,3% se quedaría en casa, el 9,8% cambiaría de opción y el 10,8% apunta que no tiene previsto inclinarse por ninguno. Las diferencias vienen cuando se pregunta a los que apostaron por Rivera el 28-A. Solo un 44,2% confiesa que es probable que elija a Rivera, por otro 34,2% que ya avanza que aboga por otro candidato y un 15,5% bascula hacia la abstención. Unidas Podemos tiene a los suyos más amarrados, porque el 67,6% de ellos responde que cuenta con votar también a Iglesias, mientras que el 21,6% mudará de opción y el 7,9% adelanta que prefiere no votar a nadie. El 77,3% de los que recuerdan haber metido en la urna la papeleta de Santiago Abascal volvería a mantenerse en Vox, por un 13,5% que prevé un cambio y un 4,6% que asevera que no votaría a ninguno.


¿Qué ocurre entre los que tienen decidido su voto? Los más seguros son los que hace seis meses escogieron a Vox. El 77,7% tiene claro qué hará el 10-N. El 69,8% de los que votaron al PP, el 64,1% de los que eligieron al PSOE, el 63,5% de los optaron por Unidas Podemos y el 44,6% de los que se inclinaron por Rivera tienen decidida su papeleta. Esto quiere decir, de nuevo, que son los votantes naranjas los que más dudan y los más infieles.

Más paso de la derecha a la izquierda

Otro análisis muy significativo es el que atañe a las transferencias de voto. Es decir, en qué medida retiene cada partido a sus simpatizantes. El PSOE es el que, al menos por ahora, mejor fideliza a sus electores: el 72,8% de ellos volverá a apostar por Sánchez. Los socialistas sufren algunas fugas: un 3,3% hacia Unidas Podemos y un 3,2% hacia Más País. Su frontera por la derecha está más sellada: solo pierde un 0,3% hacia Ciudadanos y un 1,5% hacia el PP.
Cs cede 322.000 votos al PSOE, 382.000 al PP, 186.000 hacia Vox y 129.000 más hacia Errejón. A Sánchez se le van 240.000 papeletas a Más País
Casado mantiene al 67,9% de sus votantes. Cede un 5,2% a Ciudadanos y un 3% a Vox. Rivera, en cambio, solo es capaz de amarrar al 45% de sus electores y sufre preocupantes fugas en todas las direcciones: un 14,9% se le escapa hacia el PP, otro 8,3% hacia el PSOE, otro 5,7% hacia Vox y hasta un 3,1% hacia Más País. Unidas Podemos fideliza al 66,1% de sus votantes. Sí ve cómo un 7,7% de ellos dice que escogerá la papeleta de Errejón y otro 6,2% prefiere al PSOE. Vox, igual que les ocurre a los socialistas, retiene muy bien a los suyos: el 73,8% se quedará en casa, aunque un 9,8% marchará al PP y apenas un 1,9% se irá con Rivera.
Las transferencias quizá se entiendan mejor si se atiende a los movimientos netos de votos. El PSOE perdería 240.000 sufragios hacia Más País, pero a cambio recibe 345.000 de Ciudadanos. Su saldo con Unidas Podemos es neutro, pues Iglesias le entrega 233.000 y Sánchez le da 248.000. Lo comido por lo servido, básicamente.
El PP, mientras, crece gracias al traspaso de 382.000 papeletas de Cs y otras 132.000 de Vox. El caladero de Ciudadanos está totalmente agrietado: cede 322.000 votos al PSOE, 382.000 al PP, 186.000 hacia Vox y 129.000 más hacia Errejón. Es decir, un millón de electores se le escapan hacia otras opciones, a izquierda y derecha. Más País, mientras, recibe 240.000 votos del PSOE, 289.000 de Unidas Podemos y 129.000 de Cs. El resto, hasta los 925.000 estimados, proceden de otros partidos, sobre todo de Compromís.

También tiene valor observar el tráfico entre bloques: pasan 615.000 sufragios de la derecha a la izquierda (casi todos, de Cs al PSOE y a Errejón), frente al traspaso de 204.000 de la izquierda a la derecha (del PSOE al PP y a Vox). Por tanto, el saldo es positivo para el bloque progresista en 411.000 votos, que son la suma de lo que los naranjas entregan a Sánchez y a la plataforma del exportavoz morado.
En la izquierda, el partido que capitaliza con rotundidad el voto es el PSOE: se lleva el 64% de las papeletas del bloque, frente al 27% que recala en Iglesias y el 9% que va a parar a Más País. En la derecha, el PP se queda con el 48% de los votos, por el 26% que tendría Vox y el idéntico 26% que representaría Cs.

Ficha técnica

-Universo: personas de 18 años y más censadas y con derecho a voto en las elecciones generales.
-Diseño muestral:
Teléfono fijo: selección aleatoria estratificada a partir de las variables tamaño de hábitat y provincia con distribución proporcional. Selección aleatoria del hogar dentro de cada estrato. Selección del individuo con control de cuotas de sexo y edad retroalimentadas por el sistema, con aplazamiento y rellamada.
Teléfono móvil: selección aleatoria simple de la base de datos de teléfonos móviles generada automáticamente por IMOP Insights a partir de los inicios asignados a cada operador móvil. Esta base de datos se testó antes del inicio del trabajo de campo con el sistema Dali (detección automática de líneas inactivas).
-Margen de error de muestreo: ±2,9 puntos porcentuales para p=q=50% y nivel de significación del 95%, siempre en el supuesto de un muestreo aleatorio simple. 
-Trabajo de campo: del 1 al 3 de octubre de 2019. 
-Tamaño muestral: 1.227 entrevistas. 
-Técnica de la entrevista: telefónica asistida por ordenador mediante el sistema CATI. Un 45 % de las entrevistas se realizaron a individuos localizados a través de teléfono móvil.
-Duración estimada del cuestionario: 4,5 minutos. 
-Equilibraje: con el fin de minimizar posibles errores de campo y ajustar los datos al universo, el fichero se ha sometido a un equilibraje a partir de las siguientes matrices: sexo x edad; tamaño de municipio x provincia y equipamiento telefónico en el hogar.
-Instituto responsable de la investigaciónIMOP Insights, SA. IMOP Insights se acoge al código internacional CCI-ESOMAR para la práctica de la investigación social y de mercados. IMOP Insights cumple con los requisitos establecidos en la Norma UNE-ISO 20252. IMOP Insights esta adherido al código CODIM.

No hay comentarios: