Los técnicos abogan por un paso subterráneo entre avenida de Santander y General Elorza
El anteproyecto estima en 3,5 millones el coste para terminar con las congestiones en un punto donde se cruzan 38.500 coches al día
Lo que no podrá decir el Ayuntamiento es que no estaba advertido. En 2007, apenas unos días antes de la apertura del desdoblamiento de la vía rápida Naranco, lo que hoy es la autovía AS-II, los técnicos municipales calcularon que el tráfico en la calle de Pepe Cosmen se duplicaría en pocos meses, que esto causaría una barrera para la salida de la circulación de Ciudad Naranco y que los atascos serían inevitables. Tenían razón. Aunque el tráfico se he reducido en estos años, de 45.000 a 38.5000 vehículos diarios, no dejan de ser cinco veces más, por ejemplo, que la intensidad media de circulación de la autopista del Huerna.
Existe una solución. Los técnicos municipales la diseñaron ya en 2015: la construcción de una «glorieta ovalada en el lado este», es decir, en el cruce de las calles de Nicolás Soria y la avenida de Santander, que se complementaría con un paso inferior que recogería el tráfico desde la calle General Elorza a esta avenida, con un carril único. Una obra con un coste estimado de 3,5 millones de euros que evitaría el conflicto entre la circulación que sigue la ronda interior y la que accede o sale hacia la AS-II. En opinión de los técnicos, esa sería la solución óptima, debiendo adaptarse a las siguientes características técnicas: una glorieta ovalada que se ajustara al espacio disponible, es decir, con una isleta central que mediría unos 45 metros en su eje mayor y 30 en el menor; con dos carriles cuyo ancho total sería de ocho metros y un paso inferior, de unos 45 metros y un solo carril.Todos los accesos a la nueva glorieta tendrían dos carriles y las salidas hacia las calles adyacentes también, excepto el de la avenida de Santander, ya que la ejecución del paso inferior hace imposible la adopción de un doble carril.
El proyecto fue elaborado por los técnicos municipales teniendo en cuenta la ampliación del puente de Nicolás Soria, que por entonces era solo un desirátum para el que Fomento apenas había encargado estudios geológicos.
Con las obras adjudicadas ya a Copcisa en algo menos de tres millones de euros y la previsión de que estén concluidas a principios de 2021, el proyecto municipal añadiría un carril directo entre Nicolás Soria y la avenida de Santander, aprovechando la existencia de tres carriles de bajada en la primera vía y de un carril adicional en la segunda, hacia Uría, haciendo un total de cuatro.
Para completar este plan de ordenación del tráfico, el estudio recomienda la modificación de la distribución de carriles en la calle de Pepe Cosmen, de manera que dos de ellos se dirijan a Jesús Sáenz de Miera (sentido norte) y otros dos -en los que se incluye el espacio específico para autobuses y taxis-, hacia la avenida de Santander (sentido sur), modificación que se propone al estar avalada por las mediciones del tráfico realizadas y que resultan ser mayores en sentido norte que en el contrario.
Un coste elevado
En contra del proyecto pesa su coste, relativamente elevado y estimado en 3,5 millones de euros. El equipo de gobierno quiere meter en vereda el presupuesto del año que viene, atado por el plan económico financiero, y calcula que apenas podrá destinar 10 millones de euros en total a inversiones. Algo habrá que hacer. La ampliación del puente puede acabar llevando más tráfico desde Ciudad Naranco a 'colisionar' con el procedente de la AS-II y de General Elorza. Como en el dicho, el remedio puede ser peor que la enfermedad.
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