«Oviedo debe superar los localismos porque por sí sola no hace nada»
Diego Valiño | Concejal del Ayuntamiento de Oviedo
«Ahora estamos volviendo a los años del 'gabinismo'. Lo siento mucho porque yo, como ovetense, no lo quería ni en pintura»
Es el concejal con más seguidores en las redes sociales y muchos alaban que siempre responda a los mensajes. Diego Valiño (Oviedo, 1986) es licenciado en Periodismo y el pasado mandato se colocó al otro lado de los micrófonos. Dice que el paso a la oposición le ha costado y restado alguna actividad: oficia menos bodas. Desde junio solo tres.
–Hace poco más de cien días gobernaba la ciudad y ahora está al otro lado.
–Los primeros días reconozco que me costaron un poco por el disgusto de que la derecha volviera al gobierno municipal y por la dinámica de trabajo. Pasas de que los vecinos te pidan ciertos asuntos a que seas tú el que tienes que presionar al gobierno.
–Han pasado cuatro meses desde entonces. ¿Ya se ve cómo van a ser estos próximos cuatro años?
–Tiene una pinta muy mala porque parece que estamos volviendo a los años del 'gabinismo'. Lo siento mucho porque como ovetense no lo quería ni en pintura. La primera acción que hizo Alfredo Canteli fue invitarnos a la comida de las fresas con la Iglesia. Fue señal de que iba a volver a todo aquello que nosotros habíamos cambiado.
–Pero con la Iglesia hay que tener relación.
–No se trata de que no la haya, pero una institución pública no tiene que rendir pleitesía a una organización religiosa en un estado aconfesional. Es la vuelta a los negros años de Oviedo y en el tema de los festejos se quitaron una veintena de actuaciones programadas por culpa del revanchismo y sectarismo políticos.
–Ha habido frases del alcalde que han sonado mucho en estos más de cien días. Desde el PSOE han creado un hilo en Twitter con estas oraciones 'célebres'.
–A veces quiere parecer muy cercano, pero creo que es una forma trasnochada de opinar. Hemos usado el hashtag 'canteliadas' para ir numerando todas las liadas a lo largo del mandato. Llevamos por el momento tres.
–Retomando el tema de San Mateo, Gerardo Antuña, en nombre del PP, presentó una demanda contra las bases de los chiringuitos y este año se han aprobado.¿Contradictorio?
–Totalmente y se lo dije a Costillas (presidente de la Fundación Municipal de Cultura) y a Díaz (concejala de Autorización de Festejos).
–Encontrarle durante las fiestas es sencillo. Está siempre detrás de la barra de 'La Guinda'.
–Desde que he vuelto a Oviedo me gusta ayudar a la asociación cultural Vetusta.
–Se habla siempre de la recaudación de los chiringuitos políticos. ¿Ustedes a qué lo destinan?
–Para mí no hay ningún chiringuito político. Las casetas tienen detrás unas asociaciones con unos socios y a ellos son a los que les rinden cuentas.
–Le repito la pregunta. ¿Dónde va ese dinero?
–El colectivo hace diversas actividades culturales a lo largo del año.
–¿Cuáles?
–Concurso de ajedrez, conferencias,... y en la Noche Blanca se hizo una obra de teatro.
–El nuevo equipo de gobierno ha paralizado proyectos del tripartito. ¿Cree que alguno volverá a ver la luz?
–Hay una revisión total del camino que emprendimos nosotros. Entiendo que son dos partidos distintos a los que gobernaron hace cuatro años. Veo que hay un claro revanchismo y sectarismo político hacia el anterior gobierno. Me llama la atención la posición de Ciudadanos con el PGOU. Ellos estuvieron de acuerdo con el planteamiento del anterior gobierno.
–Estamos a las puertas de unas elecciones generales. ¿Cómo las ve?
–Tengo la esperanza que el PSOE gane y Pedro Sánchez pueda por fin formar gobierno en diciembre. Espero que la izquierda sea la vencedora de las elecciones y se pueda crear un gobierno progresista en la Moncloa.
–La coalición con Podemos en Oviedo no salió bien.
–Deseé que el ejemplo de aquí fuese un modelo para seguir en otros lugares pero nos faltó más unidad de acción. El votante de izquierdas castiga la división y aunque el PSOE ha sacado mejor resultado en las elecciones no ha sido suficiente para volver a gobernar con ellos. Además ha sido una lástima la desaparición de Izquierda Unida.
–¿Comparte la instalación de una bandera de España en la calle Fruela?
–Los símbolos son muy importantes nos guste o no. A mí lo que me llama la atención es que la cámara de tráfico levantó mucha polvareda porque era «antiestética» y ahora resulta que podemos poner un 'banderón' de España que tapará la Catedral si la miras desde el Campo de San Francisco.
–Es el concejal con más seguidores de Twitter. ¿Cómo lleva la fama?
–Ahora estoy más tranquilo comparado con el mandato anterior en el que viví un aluvión de tuits. Las redes sociales me han servido para mucho, pero tampoco veo que los concejales de gobierno tengan muchas críticas.
–Ha habido ocasiones con mucha confrontación...
–Es verdad. Hay que superar los localismos. Soy ovetense, quiero a Oviedo más que a nada pero la ciudad por sí sola no hace nada en el mundo. Hay que buscar consensos, nexos y coordinaciones entre administraciones. Asturias, por ejemplo, tiene una clara área metropolitana.
–¿Anima a sus compañeros de Corporación a ser más activo en las redes sociales?
–Esto ya es una cuestión personal. A mí me gustan como usuario y creo que como periodista es elemental estar en redes sociales. Me gustaría que hubiese más pero es un criterio muy personal.
–¿Cuántas fotos cuelga al día?
–Tres, mínimo. Algún día puede haber más si voy a un acto.
–Dicen que no hay evento cultural sin su presencia.
–Oviedo me parece una ciudad con mucha vida. Este es un debate con muchos tuiteros pero todos los días hay algo y a mí me gusta estar lo menos posible en casa.
–Saca el traje cuando va a la ópera con su abuelo.
–Él siempre dice que tiene el honor de ser el único abuelo invitado por su nieto. Es un regalo personal que le hago a él y a mis padres.
–Y antes de la función, un cafetín.
–Siempre quedamos una hora antes pero no solo lo tomo con él sino con todo el mundo.
–¿Subirá el Oviedo este año?
–Lo veo difícil.
–Vaticine un resultado para el derbi.
–3-0 a favor del Oviedo.
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