REDACCIÓN
Si algo tienen en común Nacho Vegas, Silvia Salamanca y Alberto Santamaría es la consideración de la cultura como elemento fundamental a la hora de mover gentes, por ello estos tres activistas culturales piden que se asocie la cultura a la lucha colectiva, como única solución a la hora de concienciar y cambiar la realidad a la que estamos expuestos. Estas son algunas de las conclusiones que se pudieron escuchar en una charla organizada por Anticapitalistes en el Conceyu de la Mocedá de Oviedo
Anticapitalistes organiza estas jornadas porque considera que el debate político es muy importante a la hora de abordar temas en común y entendiendo así diferentes formas de pensar y poner soluciones para transformar la realidad. El cantautor y militante de Anticapitalistes en Asturias Nacho Vegas fue uno de los participantes y su intervención fue una relación constante entre cultura y música. Nacho Vegas se lamentó de có mo la música hace poco más de diez años pasó a ser un elemento de consumo en el que la audiencia es cómplice de ello, aceptando ese lenguaje consumista y tratando la cultura como mera mercancía. El cantautor discrepó de la afirmación de la activista Silvia Salamanca cuando dijo que la cultura tiene un poder transformador y asegura que «el poder transformador está en las luchas colectivas». «Hago música con el propósito de llegar al corazón y al alma de quien las escucha. La música tiene ese poder transformador de remover conciencias y con ella podemos llegar a cambiar muchas cosas», aseguró Vegas.
Nacho Vegas lanzó la pregunta: «¿Por qué la derecha gana siempre las batallas culturales en los últimos 40 años?» «En la izquierda entendemos por cultura un conjunto de disciplinas artísticas como la música, la literatura la danza… y la derecha entiende la cultura como algo diferente, una red de emociones que nos son comunes y gracias a ello consiguen llegar a la gente, por ello la derecha ha ganado tantas batallas culturales».
«La música ha puesto voz a todos los momentos históricos importantes, incluso cuando estábamos en guerra la genta sentía la necesidad de cantar. No basta con lo que se dice en las canciones. No es tan importante lo que la música dice como lo que hace», aseveró Vegas.
Silvia Salamanca es una de las representantes de los movimientos sociales, portavoz de las Marchas de la Dignidad. Comenzó su intervención muy afectada recordando a un compañero de la Marea Básica, Mariano López, fallecido recientemente y aseguraba que asistía por él, como una forma de agradecerle todo lo que había hecho. Salamanca aseguró que «la cultura de una sociedad representa una visión del mundo consolidada pero que puede generar rupturas porque es fruto de un contexto social, político e histórico determinado». La portavoz de Marchas de la Dignidad diferencia la cultura derivada de un sistema capitalista y la perteneciente a una sociedad consumista, poniendo de ejemplo la desaparición de las librerías tradicionales, ya que ahora se puede encontrar un libro en cualquier parte, sin importar la calidad de los mismos porque la cultura capitalista ha acabado con la función critica. «Las personas pasar a ser consumidoras y la cultura mercancía», dijo Salamanca.
Salamanca añadió que «la cultura tiene un poder transformador y creo que tiene que servir para denunciar los problemas sociales. Es una buena herramienta para generar conciencias críticas y romper el discurso hegemónico del sistema».
El último en intervenir en la jornada fue el poeta y militante de Anticapitalistes en Castilla y León Alberto Santamaría. «La cultura no es una ecuación simple que se pueda aplicar», afirmó el poeta. Santamaría dividió la cultura en tres acepciones, cultura como forma de vida, cultura con un carácter más subjetivo y una tercera definición relacionando la cultura con el arte, música…Siempre que se utilizan estos conceptos se hace de forma separada y es ahí donde está la mayor parte de los problemas políticos. Porque de esta manera se individualizan las luchas, los problemas y se separan los elementos culturales haciéndolos minucias.
El poeta asegura que el capitalismo entiende la cultura como proceso de transformación de las formas de sentir. «El logro del capitalismo es entender que los afectos y sentimientos de las personas son las dinámicas fundamentales».
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