Félix Bolaños y Oriol Junqueras anuncian el pacto entre PSOE y ERC para la investidura. / ERC
Félix Bolaños y Oriol Junqueras anuncian el pacto entre PSOE y ERC para la investidura. / ERC En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí 1- En 1889 Etiopía pasó a ser formalmente un protectorado italiano, como se especificaba en el tratado de Wuchale, firmado por Etiopía e Italia, y más concretamente, como señalaba su artículo 17, en el que, como todos los niños y niñas saben, se fijaba que Etiopía era, literalmente, un protectorado italiano. Pero, ojo, solo en la traducción italiana del tratado. En la versión amárica, pues no. Por lo que el tratado de Wuchale era, a efectos reales, dos tratados, con sentidos diferentes, contrarios. De hecho, Etiopía planteó la guerra y dejó de ser protectorado italiano en la siguiente década, cuando pillaron un traductor italiano y descubrieron que, en efecto, había dos versiones del tratado, y que la suya era la chunga. 2- Es inevitable llegar a la guerra, o al menos, a estirarse de los pelos, cuando una de las partes contratantes de un tratado descubre que el acuerdo pactado tenía dos interpretaciones. Salvo, claro, que las dos partes contratantes de un tratado no solo estén de acuerdo con eso, sino que lo aplaudan con las orejas, momento en el que no hay guerra ni tirones de pelo, sino pitote, rumba, humor, todo eso que nos ha deparado el procesismo, el brazo armado de Paco Martínez Soria. Hola, esto es Procesando el Yuyu, una sección de Martínez, el grinch de la política cat, me temo. Hoy, sobre la vía etíope a la investidura de Sánchez. PUBLICIDAD 3- En el momento en el que escribo estas líneas se ignora el contenido de la ley de amnistía, que está suspendida en el tejado de Waterloo, al parecer, me dicen por el pinganillo, por a) la voluntad de que Laura Borràs –con sentencia, no firme, por mangoneo– se cuele, plof, en la amnistía. O, tal vez simplemente, para b) dramatizar, de cara a la galería, tensiones y resistencias inexistentes, y en lo que ya parece una absoluta retirada procesista a cambio de la amnistía, la única cosa parecida a una victoria para el procesismo desde 2012. Aunque también puede ser por c) el hecho más determinante de esta legislatura, incluso si no llega a producirse: el carácter inestable del procecismo. Cuando aparezca el texto final de la amnistía, por cierto, tengo previsto encerrarme en un habitáculo con unos señores y señoras muy listos, que me lo explicarán todo. Estén atentos a nuestra cita posterior que, por todo ello, creo que será la típica cita de amantes: divertida, turbadora, si bien a salto de mata, cuando nos dejen, sin puntualidad alguna. En todo caso, por el pinganillo me dicen cosas al respecto de la amnistía que viene, y que parecen confirmarse con el paso de los segundos. Ahí van. 4- La amnistía se sustentará, hasta el aburrimiento, en la CE78. Repetirá tantas veces la partícula CE78 y la alocución Estado-de-Derecho que te dicen que es de Vox, de la infanta, o de Muñoz Molina y, en un primer momento, te lo crees. Juan Carlos Merino (La Vanguardia) detalla que también aludirá mucho a la amnistía del 77, cuya vigencia, cuestionada por la jurisprudencia internacional –en tanto perdonó graves violaciones de los DD.HH., algo prohibido por el TEDH; y, más aún, por mamá–, ha sido declarada –tal vez por ello mismo– válida y vigente por el TC y por sentencias del TS, esas joyas. Me puedo comer mis palabras, pero parece ser que la exposición de motivos –el punto G del asunto: puede darle sentido al todo, o ser una tarde perdida– no será, por ello mismo, muy arriesgada ni experimental. Por lo que me dicen, se centraría en la búsqueda de la felicidad/la convivencia entre españoles que bla-bla-bla, y no daría cancha a cosmovisiones procesistas. Si esto es así, que el procesismo no la líe al respecto explica el procesismo, nuevamente. El texto de la amnistía se centraría en la búsqueda de la felicidad/la convivencia entre españoles que bla-bla-bla 5- Si los dioses del pinganillo tienen razón, la amnistía no nacería con vocación de ser la DUI del 27-O. No serían palabras, símbolos, sino la voluntad de hacer un texto operativo, que supere mosqueos en el TC y, si se puede, que convenza de su aplicación a los jueces que llevan casos sensibles de ser amnistiados. Si al final resulta ser un texto inapelable, con sentido, niquelado –ojo: no lo sabemos–, eso no excluirá que le den para el pelo –no se pierdan el punto 11–. 6- ¿Y cuál sería la traducción italiana de la amnistía? Si la amnistía se retrotrae a la CE78 à gogó, sin dejar espacio para las fórmulas lingüísticas del procesismo, esa disciplina meramente lingüística, ¿de dónde saldrá el asidero, el cacho de texto para que los dos procesismos puedan defender que la amnistía les da la razón en todo, como siempre? Y ahí viene lo divertido: no saldría de la amnistía, saldría de la hojita que explique el pacto del PSOE con ERC y de la hojita que explique el pacto con Junts, si al final Junts baja de la parra y pacta. 7- Veamos el pacto con ERC. Se pacta, sin compromisos, la cesión de Cercanías/Rodalies. Lo que puede ser muy mala idea, por cierto. ERC no parece tener el don de la gestión. Su gestión de la AP7 –una autopista importantísima, que comunica el territorio de norte a sur, está colapsada desde que dejó de ser de peaje y pasó a ser una vía gestionada, como todas, por la Gene– o la gestión de las Ferrocarrils de la Generalitat, no invitan al optimismo. En ese sentido, ERC, que en su día asumió organizar el referéndum de 2017, cuando lo más sabio hubiera sido ceder ese ridículo a Junts, quizás en esta emisión está también asumiendo más de lo que puede. Veremos. Se acuerda una mesa de negociación con el Estado. Que ya existe, por otra parte. Se acuerda –no, si te has de reír– que en esa mesa todo transcurra por la vía CE78. También se acepta una mesa de partidos cat –una propuesta antigua del PSC; la mesa discutiría sobre la erosión social del procesismo–. Y se aceptan mejoras en la financiación –ojo, no necesariamente una nueva financiación ni, mucho menos, una financiación particular, propia– sin compromisos detallados. Entre otras cosas, se consigue la condonación de 15.000 millones de euros de deuda. Lo que es, en efecto, espectacular. Bien por ERC, esos cracks. Hasta que uno recuerda que, en julio de este año, María Jesús Montero, ministra de Hacienda, propuso la condonación de esa deuda para Catalunya y otras CC.AA. Bolaños ha citado posibles beneficiarios de ese cuponazo a CC.AA. sin políticos amnistiados, como Aragón, Baleares, Cantabría, Castilla-LM, Extremadura, Murcia y País Valencià. El pacto ERC-PSOE es poca cosa. O muy poca cosa. Pero esa poca/muy poca cosa ha bastado para que Junqueras lo presentara como el invento de la pólvora 2.0 8- El pacto ERC-PSOE no es, visto así, gran cosa. Es, incluso, poca cosa. O muy poca cosa. Pero esa poca/muy poca cosa ha bastado para que Junqueras lo presentara como el invento de la pólvora 2.0. El pacto, además, viene provisto de una suerte de exposición de motivos. Como una ley de amnistía. Que, por cierto, tampoco es nada del otro jueves. Aparecen temas ya planteados cuando la cumbre Sánchez-Torra, o cuando se emplazó la mesa de negociación ERC-Moncloa. Ya saben, reconocimiento de que en Cat hay un problema político, que la política, y no la Justicia, es el punto donde solucionarlo, etc. Pues bien, es en ese punto, en todo eso, donde, me temo, se fija la reinterpretación italiana de ERC. Si Junqueras expone que lo de Rodalies, lo de las mesas, lo de la financiación, es un pacto histórico, tal vez la introducción al pacto es el punto del que saldrá todo el delirio que se quiera. Habrá que leer el pacto con Junts –si finalmente Junts se encuentra el culo com ambas manos, y accede a pactar la amnistía–, un partido dormido, si bien más despierto que ERC, y observar su introducción, para evaluar, finalmente, si los procesismos confían en sus respectivas introducciones a sus pactos para alucinar y hacer alucinar a sus usuarios. Con la amnistía los partidos procesistas se quedarían sin discurso, si no fuera porque su discurso no se fundamenta en datos verificables 9- Siendo fácil –Pujol lo hizo, casi a pelo, con menos medios que esta gente, en 1981, cuando Felipe y el TSJC le “amnistiaron”–, no lo será tanto como en anteriores emisiones, pues, con la aceptación de la amnistía, los dos partidos procesistas pierden el monopolio de sus discursos. Lo ceden a frikis ubicados más a sus respectivas derechas, que ya están al baño maría en redes, denunciando la traición y la mentira del procesismo, algo que, hasta hoy, era justo y cierto. 10- Con la amnistía –todo apunta a ello; solo se podrá confirmar con la lectura del texto– los partidos procesistas se quedarían sin discurso, si no fuera porque su discurso no se fundamenta en datos verificables. Podrán empezar a emitir su discurso habitual, a partir de lo que puedan arañar –poco, todo apunta a ello, si leemos el texto de ERC– a las sendas introducciones de sus pactos –sí, es poco, pero con mucho menos edificaron una Iglesia hace escasos años–. Questa sarà la traduzione all’italiano. 11- La falta del texto de la amnistía impide evaluaciones más profundas. Pero, visto lo visto, es posible que Sánchez, Puigdemont y Junqueras se merezcan la orden de Isabel la Católica, por sus servicios a la unidad de la patria, más allá del deber, etc. Pese a ello, la derecha y la extrema derecha españolas siguen a su bola. Como decíamos hace un mes, se está gestionando algo grande, en todas las pistas del Circo Ringling de la política institucional. Sabemos que la fiscalía llevará la amnistía a la justicia europea, donde la duda es si la justicia europea reirá con la ja o con la je. El Senado prepara una reforma de su reglamento para posponer varios meses la aplicación de la amnistía, lo que puede aumentar la justificación de la amnistía. Los sindicatos de las fuerzas de seguridad están en modo huelga de transportistas en Chile, 1973. El periodismo de investigación esp jura en arameo. Y el ala Este del CGPJ, que estaba dispuesto a pronunciarse en contra de la amnistía sin leer el texto, finalmente lo hará el lunes, por lo que, igual, alguno del pack derechista de la egregia institución se lo lee. Todos estos intentos tratan de configurar una ola, que sería tsunami el 18N, en Madrid, en un acto multitudinario contra la amnistía, que inauguraría la campaña electoral permanente de la nueva temporada. Mi sentido arácnido me dice que no hay muchas mixed emotions para todo ello, en esta emisión. La extrema derecha esp y el procecismo cat ya lo han dado todo. La derecha y extrema derecha esp deberían hacer como el procesismo y recogerse, empezar a pensar en sí mismas y en su futuro.
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