Con Alemania e Italia rozando la recesión técnica, la economía francesa, la segunda del euro, se suma a las preocupaciones con el desplome del 1,4% de la producción industrial durante el mes de noviembre. La actividad del país galo se ha visto afectada por las protestas de los chalecos amarillos. Las revueltas ya afectó al consumo y puede desembocar en la primera contracción trimestral del PIB desde el segundo trimestre de 2016.
La producción industrial francesa cayó más de lo esperado en noviembre, en la última señal de que la segunda mayor economía de la zona euro se tambalea por las protestas de los chalecos amarillos, hasta el 1,3% frente a la subida del 1,2% registrada en octubre.
El Instituto de Estadística indicó que una de las razones de la caída en la producción fue una disminución en la producción en el sector energético, que se vio afectada por los manifestantes que bloquearon varias centrales durante las manifestaciones. El consenso de analistas no esperaban que en noviembre no se produjera una caída de tal magnitud.
La economía francesa ya ofreció señales preocupantes con las cifras de consumo que se publicaron la semana pasada. Durante el mismo mes, el gasto de los hogares retrocedió un 0,3%, la cifra más baja desde al menos 2014.
De esta manera, Francia se une a los países que comienzan a dar síntomas preocupantes. Alemania encadena varios datos económicos de calado que han sido realmente malos. El tercer trimestre de 2018 ya presentó un crecimiento trimestral negativo del -0,2%, mientras que el cuarto trimestre también amenaza con mostrar una caída de la producción en el país.
La producción industrial de Alemania registró en noviembre una caída del 1,9% respecto del mes anterior, cuando ya había bajado un 0,8%, lo que representa el mayor retroceso mensual del dato desde el verano de 2015 y alimenta el temor a que la contracción de la actividad observada en el tercer trimestre continúa para el último trimestre.
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