sábado, 25 de abril de 2020

Allelujah!!!!!!

Los parques Pura Tomás y La Rodriga reabrirán mañana para los niños

Una de las pistas del parque Pura Tomás. / FOTOS: ALEX PIÑA
Una de las pistas del parque Pura Tomás. / FOTOS: ALEX PIÑA

El Ayuntamiento precintará las zonas de juegos y gerontogimnasia porque «serían imposibles de controlar», asegura Gerardo Antuña

ALBERTO ARCEOVIEDO.
El Ayuntamiento reabrirá mañana los Jardines de La Rodriga y el parque Purificación Tomás después de que el Gobierno central permita a los menores de 14 años salir a pasear cada día durante una hora, en un radio de un kilómetro de sus domicilios y respetando el distanciamiento social. Así lo adelantó ayer, en declaraciones a EL COMERCIO, el concejal de Parques y Jardines, Gerardo Antuña.
«El parque de La Rodriga está ubicado en una zona urbana que hasta ahora teníamos cerrada al tránsito, pero es un espacio que puede permitir a los más pequeños dar ese paseo que tanto necesitan y cumpliendo todas las medidas de seguridad necesarias», explicó Antuña. Además, expuso, «colinda con el Seminario y con las calles González Besada y Muñoz Degraín», y es «perfectamente asumible» el distanciamiento máximo de un kilómetro para gran parte del entramado urbano.
Por su parte, el Pura Tomás está rodeado en su mayoría de viviendas unifamiliares y hace imposible que los más pequeños de otras zonas de la ciudad puedan acceder a él por los límites de distancia y tiempo. Pero «también hay que darles a esos vecinos de la zona la posibilidad de que si quieren llevar a sus hijos a una zona verde, la tengan a su disposición», sentenció Antuña.
De esta forma, los menores contarán con varios cientos de hectáreas verdes para respirar el ansiado aire fresco en tiempos de confinamiento. Eso sí, el edil popular dejó claro que la apertura de los parques dejará al margen las zonas de juegos infantiles y las de gimnasia para mayores, que estarán precintadas, ya que «estas serían imposibles de controlar» y «no se podrían mantener los protocolos de seguridad que exige el Gobierno», matizó. Y asimismo, aseveró, «los efectivos de la Policía Local estarán vigilantes en esas zonas para que se cumplan» las normas.
Mientras tanto, los operarios de la contrata de limpieza se preparan para el aluvión, en goteo, de niños en las calles del municipio. Al «cien por cien» de su capacidad, celebró Antuña, en carga de trabajadores, trescientos empleados de los apartados de limpieza y recogida de basuras del Ayuntamiento continúan cada día luchando contra el COVID-19 con agua y lejía ayudados por veintiséis máquinas de limpieza, siete mochilas desinfectantes y dos camiones-cuba de baldeo tangencial.
«Cada dos días damos una vuelta completa al concejo, a la zona urbana y la rural donde pasan del mismo modo las cubas de desinfección», continuó el edil popular, y se utilizan una media de entre mil y mil cuatrocientos litros de lejía cada jornada.
«Estamos haciendo un trabajo que con el tiempo se ha visto que lo han ido siguiendo otras ciudades con medidas como la de mantener los contenedores abiertos o la desinfección del mobiliario urbano, que comenzamos ya el día 13 de marzo», manifestó. Con la «escalada de máquinas de desinfección», lo mismo: «empezamos con seis, luego ocho y acabamos utilizando las veintiséis actuales», apuntó.
Para el día después, una vez el Ejecutivo de Sánchez haya levantado del todo las restricciones, desde el Ayuntamiento las labores de desinfección serán sustituidas por las cotidianas de limpieza viaria. «Lo que el equipo de gobierno ha hecho durante estas semanas, apoyado en los criterios técnicos, ha sido priorizar la desinfección sobre la limpieza atendiendo rigurosamente las indicaciones de la consejería y el ministerio», concluyó el concejal.

Sin levantar polvo

Por su parte, el responsable municipal del servicio, Adolfo García, señaló que «la desinfección es continua». «Estamos descontaminando todas las aceras de la ciudad entre dos y tres veces a la semana; los hospitales y centros de salud, dos veces al día; y los supermercados, tiendas y farmacias, una vez al día», explicó. Por último, y después de que las baldeadoras nocturnas hacen lo propio con las calzadas de Oviedo, aparecen las máquinas barredoras de chorro interno, «que limpian sin levantar polvo» para tratar de evitar la propagación del nuevo coronavirus.
De corroborarlo, y desde el personal de desinfección, se encargó, frente a la farmacia Barriuso de la plaza de la Constitución, el operario de FCC, Alejandro García, mientras desinfectaba el acceso al establecimiento. Pertrechado con una pistola de agua a presión, afirmó que «estos días trabajamos con mucha presión» «La situación es difícil, porque la gente sigue teniendo que estar confinada en casa, pero hay que tener la ciudad más limpia que nunca», clamó García.

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