Es una de las plazas de Oviedo con el nombre más original, aunque le quede poco de plaza; actualmente es más bien un tramo de la ronda Sur situado entre el final de las calles Azcárraga y Postigo Bajo, en el límite de lo que hoy se considera Oviedo Antiguo. En realidad, históricamente quedaba muy extramuros: el punto de la muralla medieval más cercano sería el tramo de la calle Paraíso, unos 250 metros más arriba.
La historia de su nombre no tiene mucho misterio, pero sí tradición: según José Tolivar Faes, ya figura en documentos del siglo XVI. Al parecer existía en esa zona una pequeña aldea y una famosa posada con charcas donde se criaban patos, por lo que la denominación era fácil y así permaneció hasta la segunda mitad del siglo XIX.
Tolivar Faes menciona un contrato entre la Iglesia y la ciudad de Oviedo, del 9 de julio de 1534, mediante el que se acuerda cerrar un callejón que conectaba, en terrenos eclesiales, el Campo de los Patos con el Monasterio de la Vega.
A finales del XVIII, concretamente en 1773, el consistorio decide trasladar el mercado de ganados, celebrado hasta entonces en el Fontán, al Campo de los Patos, donde siguió celebrándose hasta 1829. Durante el siglo XVIII y primer tercio del siglo XIX tenía mucha fama la Casa de la Goleta o Goleta de los Patos, mesón o casa de huéspedes que estuvo situada en el número 44 del campo.
Según Tolivar Faes, el ayuntamiento acordó en 1918 cambiarle a la plaza el nombre por el de Marqués de Mohías, y así se llamó durante casi veinte años. Seguramente el consistorio quiso rendir tributo así al sobrino bisnieto de Jovellanos, que presidente de la Cruz Roja de Oviedo y alcalde de la ciudad dos veces, en 1909 y 1914.
Pero en febrero de 1937, en plena guerra civil, el ayuntamiento volvió a restablecer el nombre de Campo de los Patos, y así sigue hasta hoy.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario