sábado, 16 de mayo de 2020

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Oviedo peatonalizará ocho calles para facilitar la movilidad y reactivar la economía

La calle Rosal es una de las vías que quedará cerrada al tráfico rodado. / MARIO ROJAS
La calle Rosal es una de las vías que quedará cerrada al tráfico rodado. / MARIO ROJAS

El lunes cerrará al tráfico Mendizábal, Ramón y Cajal y Pozos dentro de un plan provisional pero con «vocación de permanencia»

JUAN CARLOS ABADOVIEDO.
El Ayuntamiento de Oviedo comenzará su plan de peatonalizaciones a las 11 horas del próximo lunes cuando, después del horario de carga y descarga, las calles Mendizábal, Ramón y Cajal y Pozos se cerrarán al tráfico rodado para fomentar el distanciamiento social y reactivar la actividad económica ante la pandemia de coronavirus. La medida servirá para ganar espacio para los viandantes, mejorar «la calidad de vida de los ovetenses» y potenciar las actividades económicas del anillo del casco histórico.
Así presentaron ayer el plan de mejora de la movilidad durante la desescalada los concejales de Infraestructuras, Nacho Cuesta, y de Seguridad Ciudadana, José Ramón Prado, que advirtieron que la «situación sobrevenida» del coronavirus ha acelerado los trabajos para aumentar la malla peatonal. «Llevábamos hablando de peatonalizar estas tres calles desde que comenzó el mandato», indicó Cuesta acerca del eje Mendizábal, Ramón y Cajal y Pozos, donde, más allá de la experiencia que arranca la próxima semana, su cierre al tráfico nace con «vocación de permanencia».
El plan, en su conjunto, cuenta con tres fases. La segunda comenzará dentro de una semana, el lunes 25, con el cierre al tráfico de Fruela y la primera parte de la calle Rosal. Si todo marcha según lo previsto, inmediatamente después vendrán las peatonalizaciones de Quintana, Martínez Marina y Cabo Noval para completar las ocho calles de la actuación.
«Estas medidas y las que pondremos en marcha en otras zonas tienen carácter provisional para evaluar la incidencia en la mejora de la calidad de vida y los efectos sobre el tráfico. Es una iniciativa importante que cambia la configuración urbana», destacó Prado.
Como primera afectación, para dar salida al tráfico rodado desde la calle Campomanes, Santa Susana será de doble sentido desde la plaza San Miguel hasta el cruce con Marqués de Santa Cruz. Asimismo, Infraestructuras tendrá que recolocar la parada de autobús hasta hora sita en el número 7 de Martínez Marina frente al edificio del Sasec en la citada Santa Susana.
Los concejales explicaron que «la movilidad urbana siempre ha sido una cuestión fundamental pero, ahora, en el nuevo escenario al que nos conduce la pandemia que estamos sufriendo, adquiere aún mayor relevancia». En primer lugar, por una mera cuestión sanitaria para ganar espacio en calles estrechas y prevenir contagios. En segundo lugar para revitalizar las «relaciones socioeconómicas» durante la desescalada. Esto es, apoyar al comercio local y la hostelería y «mantener la actividad que permita la recuperación de la economía local».
A juicio de José Ramón Prado, «la transformación de los espacios públicos para compatibilizarlos con una movilidad segura y sostenible pasa en estos momentos de crisis por habilitar nuevas áreas de uso común», en detrimento del vehículo privado y buscando el difícil equilibrio de seguir impulsando «la actividad económica, el transporte público o los derechos del resto de usuarios». De esta manera, completadas las tres fases de la peatonalización, el concejal de Seguridad Ciudadana indicó que se ganarán 100.000 metros cuadrados de espacio público para la movilidad peatonal.
En cuanto a las afectaciones a los servicios y la manera de ponerlo en marcha, los ediles avanzaron que, en esta etapa transitoria, independientemente de que en un futuro se ratifique la peatonalización permanente de las vías, se permitirá la carga y descarga hasta las 11 de la mañana; los taxis seguirán teniendo sus paradas en la calle Fruela y Mendizábal; y se mantendrá el giro a la izquierda de la calle Campomanes para los vehículos autorizados. En Santa Susana, partiendo de la plaza de San Miguel y hasta la confluencia con Marqués de Santa Cruz, se establecerá una separación de carriles provisional mediante conos, permitiéndose el giro hacia la derecha, en el sentido de la marcha, hacia Quintana. Los cierres de las vías se realizarán mediante vallas y contarán con la presencia de agentes de la Policía Local.

La Losa y Marqués de Pidal

Estas ocho calles son el comienzo de, lo que, según avanzaron ambos ediles, se completará en un futuro con nuevas peatonalizaciones en otras partes de la ciudad, toda vez que se ha retomado la redacción del Plan de Movilidad Urbana Sostenible. «Esta crisis sanitaria nos ha posibilitado poner en marcha estas medidas para evaluar si son o no adecuadas», sostuvo Cuesta apuntando a la avenida Fundación Princesa de Asturias, la Losa, o Marqués de Pidal como siguientes calles susceptibles de ser valoradas por los técnicos.
Para ello, los departamentos de Seguridad Ciudadana e Infraestructuras evaluarán «la incidencia en una mejora real de la calidad de vida de los ovetenses y estudiarán también los efectos sobre el tráfico» al cortar estas ocho primeras calles, añadió Prado.

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