OVIEDO
Acorralado el coronavirus -el número de fallecidos y de nuevos contagios se ha reducido prácticamente a cero en el Principado- ya se vislumbra una nueva batalla, la económica. El impacto de la crisis sanitaria en las cuentas de todas las comunidades españolas será demoledor y los diferentes gobiernos autonómicos deberán hacerle frente con la necesidad de aflojar la soga para estimular la creación de riqueza y la obligación de mantener la tensión para evitar un rebrote que haga volver a la casilla de salida. Y Asturias no es una excepción. Las administraciones públicas ya han tomado medidas de calado y las primeras consecuencias de esa nueva crisis ya se han hecho notar, pero todas las previsiones apuntan a que el escenario que se presenta es oscuro. El último ejemplo es un informe del Banco de España que analiza el impacto de la covid-19 por territorios y constata que, en el peor escenario posible, la riqueza del Principado podría caer casi dos dígitos (el 9,3%). Con una evolución más favorable de la pandemia, ese descalabro podría ser más moderado y quedarse en el 7,1%. En cualquiera de los dos casos Asturias caería por encima de la media Española.
El informe «Heterogeneidad en el impacto económico del covid-19 entre regiones y países del área euro» analiza las posibles consecuencias que la crisis sanitaria tendrá en la economía nacional. Y el escenario que dibuja es demoledor, aunque con grandes diferencias entre comunidades autónomas. La principal conclusión es que las medidas asociadas al período de confinamiento están teniendo «un impacto dispar sobre los sectores de actividad. En línea con su distinta estructura productiva, las restricciones a la actividad estarían teniendo un impacto heterogéneo sobre el valor añadido de las comunidades autónomas».
En concreto, destaca el estudio que el impacto estimado es «significativamente mayor en las regiones más expuestas a sectores relacionados con hostelería y restauración, como las insulares. En otras comunidades, que tienden a coincidir con aquellas donde la fabricación de vehículos tiene un peso significativo, el impacto también sería más elevado, debido no solo al cierre de plantas de producción, sino también a su efecto de arrastre sobre otros sectores».
Asturias es una región fuertemente industrializada con una menor dependencia del sector turístico, factores que explican que las previsiones del Banco de España esbocen un mejor comportamiento de la cuentas en la comparativa con otras regiones. A pesar de ello, resulta peor parada que el conjunto de España. El informe analiza los efectos del confinamiento en los dos escenarios definidos, de corta y de larga duración. Como es lógico, la mayor duración del período de confinamiento daría lugar a una intensificación de la caída de la actividad. Es ese primer caso, el más favorable, la economía asturiana caería el 7,1% -el impacto directo de las medidas restrictivas sería del 3,8% y el efecto arrastre del 3,3%-, tres décimas más que la media nacional.
se escenario ya sería demoledor para las cuentas regionales, pero el Banco de España estima que podría ser todavía peor. Si el confinamiento se alarga, la caída de la riqueza autonómica podría alcanzar el 9,3% -5,1 de impacto directo y 4,2% de efecto arrastre-. En ese caso, serían dos décimas más que en el conjunto de España.
Las comunidades más castigadas
Tanto en el escenario más desfavorable como en el más optimista, Canarias, Baleares, País Vasco y Madrid son las regiones que registrarían las mayores caídas en su actividad, mientras que Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía serían las menos afectadas. La magnitud del descenso anual de la riqueza regional oscilaría aproximadamente entre el -5% y el -8% en el primer escenario, y entre el 6,5% y el 11% en el segundo. En ambos casos Asturias ocuparía una posición intermedia, aunque por debajo de la media.
Metodología del informe
El Banco de España explica que el informe ha sido elaborado con una estimación de una caída del 5,2% del PIB en el primer trimestre. Las diferencia en la estructura sectorial de las comunidades es crucial para calcular la pérdida de valor añadido en cada una, para lo que ha analizado los datos de 64 sectores a nivel nacional de los que dispone información, trasladándolo después a los 14 de 249 regiones de la UE de la base de datos Euregio.
En una semana ordinaria del estado de alarma, el Banco de España estima que el valor añadido de la economía española se reduce en un 17% por el efecto directo del confinamiento, caída que se eleva al 28% cuando se tienen en cuenta los efectos de arrastre del resto de los sectores. Además, en el período de cese de actividades no esenciales, el efecto directo de la paralización se estima que afectó al 42% del VA, cifra que asciende a casi el 71% cuando se consideran también los efectos indirectos.
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