El Ayuntamiento de Oviedo regulará los usos del Campo de San Francisco para que «recupere su brillo»
Contratará una asistencia técnica para establecer la ocupación de las zonas comunes y las pautas de la rehabilitación de varios elementos del parque
El Campo de San Francisco es un elemento vivo de la ciudad y una prioridad para el equipo de gobierno de Alfredo Canteli». Son palabras de Gerardo Antuña, concejal de Parques y Jardines, explicando los planes municipales para la «recuperación» del parque. Un espacio usado tanto por los ciudadanos, como zona de esparcimiento, como por el propio Consistorio y entidades de la ciudad a la hora de programar actividades (pista de hielo, casetas mateínas, conciertos, actividades infantiles, reparto del bollo...) que han acabado por deteriorar varias de sus infraestructuras.
Así, en el plan director que pretende redactar el equipo de gobierno con la contratación de una asistencia técnica, el Campo contará con una norma de usos en cuanto a espacios verdes, zona canina, zonas deportivas o juegos infantiles. Elementos todos ellos que conviven junto con infraestructuras como la biblioteca de La Granja o el edificio del Pavo Real.
Un articulado «que, en definitiva, recoja lo que se pueda hacer y lo que no» dentro del parque, explica Antuña que pone como ejemplo de ese 'ente vivo' diferentes percepciones sobre cómo actuar en él. «Hay quien quiere que fijemos los bancos al suelo pero es imposible, el Campo se usa para cientos de cosas y necesitamos adaptarlo con facilidad, no podemos estar taladrando cada dos por tres».Los planes de la concejalía pasan por sacar a licitación la asistencia técnica este año, comprendiendo el proyecto de recuperación todo el mandato. Atendiendo, además, a las dificultades en plazos y gestiones que supone el grado de protección del espacio, catalogado como Jardín Histórico. Cualquier actuación de calado necesita el visto bueno de la Consejería de Cultura y Patrimonio.Son cinco los ejes por los que pasa la recuperación del parque: el suelo, la puesta en marcha de las fuentes históricas, los elementos ornamentales, la mejora del aguaducho y la finalización de la obra de reparación del kiosco del Bombé, que ya tiene permiso y presupuesto y que comenzará este mismo año sin esperar a la redacción del documento rector.
Respecto al suelo, explica Antuña, se procederá en primer lugar a reparar las zonas que se encuentran más deterioradas con roturas, charcos o desniveles para pasar a continuación las reformas en los viales principales del parque.
Respecto a los elementos ornamentales ya se están realizando, a cargo de los presupuestos del 2020, arreglos en los alcorques, escaleras y bordillos, así como la colocación de una nueva señalética.
Elementos decorativos
Dentro del plan director se incluirán el resto de elementos decorativos que hay en el parque, tales como forjas de los bancos corridos, como por ejemplo el colocado en el Paseo del Bombé, o las jardineras. También la balaustrada instalada tras el banco corrido del paseo del Bombé y que será sustituida.
En cuanto al aguaducho situado junto al estanque de los patos, se procederá a su reforma integral y cambio del actual, una sustitución que será respetuosa con el entorno y que tiene el objetivo de mejorar la estética del actual y dotarlo de mejores servicios y baños.
La redacción del plan director se solapará con las actuaciones previstas para este año y que ya cuentan con presupuesto y proyecto, como las señalética y renovación de elementos de cantería cuyo importe asciende a 200.000 euros. «El inventario del Campo para el instituto lo hice con las señales actuales y tiene más de treinta años», recuerda el concejal acerca de la obsolescencia tanto de los contenidos de los carteles como la tipografía.
Para su renovación se ha contratado un proyecto de señalética que después de varias revisiones está pendiente de aprobación por parte del Consejo de Patrimonio del Principado. Por otro lado, se va a reparar parte del cierre del estanque sustituyendo las zonas degradadas por un cierre de forja y elementos de cantería. Se van a mejorar tres alcorques de piedra, varios peldaños de escaleras y unos tramos de bordillo, todo ello en piedra caliza.
El kiosco del Bombé
Por último, el pasado mes se desbloqueó el proyecto de rehabilitación del kiosco del paseo del Bombé tras más de un lustro paralizado. Para rematar la obra se destinará un presupuesto de 240.233 euros más IVA con un plazo de ejecución de cinco meses. El contrato además prevé 48.046 euros para posibles modificaciones.
Con todas las actuaciones -plan director, manual de usos, remache de obras iniciadas como la del kiosco-, el equipo de gobierno pretende «recuperar el brillo» del Campo de San Francisco como una de las prioridades del mandato, junto con la recuperación y cubierta de la plaza de toros.
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