Grecia, tras el tercer rescate: dos años de recesión, privatizaciones, embargos inmobiliarios y quiebras
El ministro griego de Finanzas, Euclides Tsakalotos, defendió hoy la necesidad de aprobar el tercer rescate. | Efe
El Parlamento griego vota hoy el tercer programa de rescate acordado entre el Gobierno heleno y sus instituciones acreedoras, pero ¿qué le espera al país a partir de ahora? Las privatizaciones, los embargos inmobiliarios, las quiebras empresariales, entre otros asuntos, dibujan el panorama de los próximos años.
En el aspecto puramente macroeconómico, Grecia sufrirá en breve dos años de severa recesión a pesar del sorprendente crecimiento que ha registrado su economía en el segundo trimestre. Según un documento de las autoridades europeas al que ha tenido acceso The Wall Street Journal, el PIB se contraerá el 2,3% este año y un 1,3% el que viene. El país tendrá que esperar a 2017 para volver al crecimiento, con una expansión del 2,7%, seguida de otra del 3,1% en 2018.
En el documento de 29 páginas también establece los recortes presupuestarios y reformas que tendrá que acatar Grecia en los tres próximos años. Por el momento, el país tendrá que limitar este año su déficit primario, que excluye el pago de intereses, al 0,25% del PIB. Un porcentaje que dista del 1,5% que alcanzaría si no tomase nuevas medidas. Ya de cara a 2016, contará con un superávit primario del 0,5% y del 1,75% en 2017. De 2018 en adelante, el Gobierno griego tiene que generar un superávit primario del 3,5% al año, un escenario que contadas economías avanzadas han sido capaces de conseguir.
Prejubilaciones, despidos, sueldos públicos...
Para ello, antes de que acabe el día de hoy, el Parlamento griego tiene que aprobar 40 nuevas leyes, que afectarán, entre otros, al mercado laboral. Prejubilaciones, despidos o salarios públicos son algunos de los puntos. La reforma fiscal y la liberalización del mercado energético del país también serán objeto de reforma.
El tiempo apremia y gran parte de estas leyes tendrá que ser implementada de inmediato. Pero los cambios no quedarán ahí. En los próximos meses, tendrá lugar la reforma del sistema de insolvencias del país, tanto para los hogares como para las empresas. Muchos de los bancos locales tienen cerca del 45% de sus préstamos afectados por retrasos en los pagos y lidiar con este problema será clave para que las entidades financieras vuelvan a prestar. En la práctica, esta medida tendrá como resultado embargos de viviendas y cierres de negocios. Algo que supondrá un lastre para la economía a corto plazo.
Ninguna novedad sobre el control de capitales
A pesar de la extensión del documento, asuntos candentes como el control de capitales han quedado fuera. A finales de junio, el Ejecutivo griego limitó las retiradas de efectivo y prohibió las transferencias al extranjero. En este sentido, fuentes europeas han asegurado que el objetivo es permitir a las empresas que importan y exportan productos realizar transferencias internacionales en septiembre u octubre. Sin embargo, algunas restricciones sobre las retiradas y transferencias de dinero podrían continuar durante algún tiempo.
Una vez que Grecia asuma los cambios, los ministros de Finanzas de la Eurozona decidirán si Grecia puede recibir el primer tramo de préstamos del nuevo rescate a tiempo para satisfacer el pago de 3.200 millones de euros al BCE el próximo 20 de agosto. Se espera que el Eurogrupo de carácter extraordinario se reúna en Bruselas el viernes por la tarde.
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