Rodrigo Rato recurrió al despacho panameño Mossack Fonseca para borrar el rastro del patrimonio que ocultaba en el exterior antes de que la Agencia Tributaria lo descubriera y pusiera en marcha en abril de 2015 el procedimiento que ha acabado llevándolo ante los tribunales. Según documentos a los que ha tenido acceso El Confidencial, el bufete de Gibraltar que gestionaba las sociedades de Rato en el extranjero, Finsbury Trust & Corporate Services Limited, contrató a Mossack Fonseca en 2013 para liquidar Westcastle Corporation y Red Rose Financial Enterprises, las sociedades 'offshore' que utilizó durante más de dos décadas el exvicepresidente del Gobierno para esconder su fortuna.
Rato inició el trámite para disolver las mercantiles después de vaciarlas de los 3.672.410 euros que escondía en ellas. Un informe de Hacienda incorporado al sumario del caso Rato precisa que sacó el dinero entre el 10 de junio de 2012 y el 11 de febrero de 2014 mediante transferencias a sus propias cuentas y a Vivaway Limited, otra empresa instrumental con sede en Reino Unido que también estaba bajo el control de su despacho gibraltareño. Tras mover los fondos, el expresidente de Bankia liquidó las sociedades para dificultar que fueran localizadas. Sin embargo, la artimaña no surtió efecto. El Juzgado número 31 de Plaza Castilla,que instruye el procedimiento contra Rato por blanqueo de capitales, corrupción entre particulares, delito contra la Hacienda Pública y administración desleal, investiga en estos momentos a Westcastle Corporation y Red Rose Financial Enterprises así como el origen del dinero que escondieron.
Los trámites para disolver las firmas
Los documentos a los que ha tenido acceso El Confidencial en una investigación conjunta con La Sexta, liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y 'Suddeutsche Zeitung', revelan que el 15 de marzo de 2013, Finsbury Trust & Corporate Services Limited pidió al despacho panameño que hiciera una búsqueda sobre Red Rose Financial Enterprises para tratar delocalizar a los testaferros que figuraban como directores de la compañía. Sus firmas eran necesarias para disolver la sociedad definitivamente.
Mossack Fonseca contestó seis días después tras identificar a Raquel González, Evelyn Moreno y René Córdoba como supuestos responsables de la empresa. La sociedad había sido abierta por otro despacho de la capital panameña, Bufete Berrocal, y tenía un capital de 10.000 dólares repartido entre 100 acciones de 100 dólares cada una. Según los documentos, Red Rose Financial Enterprises comenzó a funcionar en noviembre de 2005, cuando Rato era director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Finalmente, el 12 de julio de 2013, cuatro meses después de que Finsbury Trust & Corporate Services Limited iniciara las gestiones, la sociedad fue oficialmente disuelta.
El despacho gibraltareño volvió a ponerse en contacto con Mossack Fonseca el 22 de octubre de 2013 para realizar el mismo trámite con la otra empresa panameña de Rato, Westcastle Corporation. La respuesta con todos los datos necesarios para extinguirla llegó a Finsbury Trust & Corporate Services Limited dos días después con un documento que identificó como supuestos responsables de esa otra mercantil a Julio Antonio Quijano Urriola, Daphne Selenis Quijano Berbey y Julio Antonio Quijano Berbey, todos ellos empleados del bufete Quijano & Asociados que abrió Westcastle Corporation el 23 de diciembre de 1993. Los trámites concluyeron el 23 de diciembre de 2014, con la extinción de la firma, tras más de dos décadas de funcionamiento.
Localizada por error en Bahamas
Ninguna de las dos empresas había sido nunca vinculada con Rato hasta abril de 2012. El expresidente de Bankia reveló la existencia de Westcastle Corporation por primera vez cuando se acogió a la amnistía fiscal aprobada por el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro. Por su parte, Red Rose Financial Enterprises no fue detectada hasta que arrancó la investigación contra el exdirigente del PP en abril de 2015.
Pero incluso después de esos hallazgos, la Agencia Tributaria siguió teniendo un conocimiento limitado sobre las sociedades y la procedencia de los 3,6 millones de euros que taparon. En un informe de Hacienda del 21 de julio de 2015, incorporado al sumario del caso Rato, sus funcionarios concluyen que se trata de dos “sociedades opacas” que tenían su sede “en territorios de riesgo por ser paraísos fiscales o haberlo sido recientemente”. Sobre Westcastle Corporation, sostienen que “en ningún caso ha sido justificado el origen” del dinero que escondía. Y en cuanto a Red Rose, admiten directamente que carecen de datos suficientes para identificar con exactitud esta sociedad y ubicarla en el mapa. De hecho, el informe asegura que se trata de una “empresa presumiblemente de Bahamas”, cuando en realidad siempre estuvo domiciliada en Panamá.
Rato no aclaró el origen del dinero
Los papeles de Panamá han permitido ahora localizar Red Rose Financial Enterprises e identificar a los testaferros que presuntamente utilizó el exdirigente del PP para controlar tanto esta compañía como Westcastle Corporation, aunque el origen de los fondos sigue siendo investigado por la Agencia Tributaria y la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, responsables de las indagaciones sobre el patrimonio del expresidente de Bankia.
La Guardia Civil tenía datos sobre ambas compañías panameñas, pero evitó aclarar de dónde salieron los 3,6 millones que recuperó poco antes de disolverlas
Rato ofreció durante su declaración ante la Guardia Civil el 25 de agosto de 2015 algunos datos sobre ambas compañías, pero evitó aclarar de dónde salieron los 3,6 millones e incluso ofreció datos erróneos. Aseguró ante los investigadores que Red Rose Financial Enterprises fue creada “a través de unbanco de inversión italiano con sede en Suiza denominado BSI”, pero se refirió a la firma como Red Rose Investments.
“En el caso de Westcastle, se creó por otro banco de inversión del queno recuerda el nombre, mucho antes, a finales de los noventa”, anotaron los agentes en el atestado. Los documentos a los que ha tenido acceso El Confidencial revelan que en realidad la firma se abrió a principios de la década, en 1993, tres años antes de que José María Aznar lo nombrara ministro de Economía y Hacienda, y que estuvo operativa durante todo su paso por el Ejecutivo, su mandato en el FMI y su etapa en Bankia.
El abogado que contrató Rato paragestionar sus activos, Domingo Plazas, también imputado en la causa, tampoco ofreció datos cuando declaró un mes más tarde ante el instructor del procedimiento, el juez Antonio Serrano-Arnal. Plazas explicó que creía que Westcastle había sido utilizada para controlar cuentas en Suiza, aunque no estaba seguro, y afirmó que desconocía “los negocios que pudiera tener esta sociedad”. Sobre Red Rose, admitió que conocía su existencia y que el exvicepresidente del Gobierno era su propietario, pero explicó que no tuvo acceso a esos datos hasta la regularización de 2012. El letrado añadió que ambas sociedades se cerraron “de conformidad con lo dispuesto en la ley” de la amnistía fiscal. Los papeles de Panamá demuestran que ambas sociedades están efectivamente disueltas, pero la normativa no imponía el cierre de las empresas que habían sido regularizadas. El verdadero motivo fue evitar que fueran encontradas.
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