jueves, 4 de julio de 2019

Buscando a F.G.

El BCE pide explicaciones a BBVA sobre los directivos imputados

Mario Draghi, presidente del BCE, y Carlos Torres, presidente de BBVA.
El supervisor ha mostrado al banco su descontento con la situación y le ha urgido a tomar las medidas necesarias para evitar un potencial riesgo reputacional por el caso Villarejo.
El Banco Central Europeo (BCE), a través de sus equipos de Supervisión, ha pedido explicaciones a BBVA sobre la situación legal de los directivos imputados por la Audiencia Nacional y sus responsabilidades en el banco. Las entidades significativas deben notificar al supervisor cualquier cambio en la situación de los altos directivos por si fuera necesario abrir diligencias sobre su idoneidad y adecuación para el cargo (fit & proper).

Fuentes financieras aseguran que el banco ha remitido al supervisor toda la información solicitada y ha resuelto todas las dudas planteadas. El BCE, tras escucharle, ha decidido no adoptar ninguna medida en relación con ninguno de ellos.
El supervisor europeo tiene poderes para hacer recomendaciones o tomar medidas más duras en relación con cualquier miembro del consejo, sea o no ejecutivo, y de la cúpula de una entidad supervisada si un cambio de situación legal le hace incumplir dichos requerimientos de idoneidad. Sin embargo, esta prerrogativa sólo aplica al organigrama de primer nivel, hasta la categoría de director general. Y ninguno de los imputados de BBVA tiene esta condición.

Futuro

Si en el transcurso de la investigación, el juez García Castellón incluye entre los investigados a directivos de primer nivel, el supervisor abriría de inmediato un proceso de recopilación de información y de recomendación de actuaciones. La normativa le permite, incluso, exigir renuncias. De la lista de investigados, el directivo con mayor nivel jerárquico de entre los que siguen en el banco es Javier Malagón, alto ejecutivo en el departamento de Finanzas, pero su rango está un escalón por debajo del corte que establece el BCE. Ricardo Gómez Barredo, otro de los imputatados, es consejero independiente de Garanti, una de las filiales de BBVA, pero al tratarse de un banco turco está fuera de la jurisdicción del BCE. Y dos de los ocho investigados ya no trabajan en el banco, y por tanto no cabe actuación del supervisor. Se trata del ex consejero delegado Ángel Cano y del exjefe de Seguridad, Julio Corrochano.
Según fuentes conocedoras, el supervisor ha mostrado a BBVA su descontento con la situación y le ha urgido a tomar las medidas necesarias para evitar un potencial riesgo reputacional.
La decisión del juez García Castellón de citar como imputados a varios directivos de BBVA "no es un tema bonito" pero, al menos hasta ahora, no ha generado problemas de estabilidad de la entidad. Los equipos de inspección del BCE no han detectado, en sus labores ordinarias, ningún hecho que les induzca a pensar que la situación está dejando huella en la entidad. Fuentes conocedoras afirman que no se ha visto nada extraño que provoque preocupación en el BCE. Cosa distinta es que todos estos hechos ocupen a los responsables de la institución, como no puede ser de otra forma.
En todo caso, cabe recordar lo que dijo hace unas semanas el vicepresidente del BCE durante su intervención en el curso de la Apie en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Luis de Guindos señaló que "el [informe] forensic importante es el judicial", porque es el que puede establecer responsabilidades penales que, entonces sí, obligarían al BCE a tomar decisiones y a exigir a BBVA que adopte medidas especiales.

Punto de inflexión

Mientras no exista una sentencia judicial, y ello puede tardar varios años en el supuesto de que el juez acordara la apertura de juicio oral, el BCE no puede hacer nada salvo, en un caso extremo, pedir que el banco adopte medidas correctoras de actuaciones.
En todo caso, la evolución de los acontecimientos va a depender de las declaraciones de los investigados. "Es significativo que la lista se ha quedado en el escalón anterior a la presidencia", señalan fuentes conocedoras. Ángel Cano fue consejero delegado de la entidad durante seis años, pero en la época del hipotético espionaje a personas relacionadas con el intento de Sacyr de encabezar un intento de control de BBVA era el director general de Medios y Recursos Humanos.

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