miércoles, 1 de abril de 2020

Mirando la salida....

Expertos ven posible un «deshielo» anticipado del confinamiento en Asturias

La «deshibernación» la plantean con «diferente calendario» y políticas adaptadas en función de la evolución del COVID-19 en cada territorio

 El hospital militar instalado en el aparcamiento subterráneo del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha comenzado a recoger las primeras muestras a los profesionales sanitarios
El hospital militar instalado en el aparcamiento subterráneo del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha comenzado a recoger las primeras muestras a los profesionales sanitarios

 
Dos semanas y media después de que se decretara el estado de alarma en España como medida para frenar el contagio del COVID-19 y a tenor de las cifras está claro que la pandemia camina a ritmos diferentes en las distintas comunidades autónomas. Mientras Madrid, Cataluña, La Rioja, el País Vasco o Navarra padecen con mucha virulencia las afecciones por coronavirus, otras como Asturias, Galicia, Murcia o Andalucía tienen una menor incidencia e, incluso, como está siendo el caso de la región asturiana, se está logrando estabilizar la curva, lo que hace pensar que puede superar un poco antes esta crisis sanitaria. ¿Podría beneficiarse, por tanto, Asturias de sus buenos datos y salir de la hibernación un poco antes? ¿Es posible una salida del confinamiento gradual y por territorios en base a un plan contra el COVID-19?
 
Adrián Barbón, presidente del Principado, manifestaba que el confinamiento podría levantarse aunque continúe el estado de alarma decretado a consecuencia de la expansión del coronavirus en España, aunque matizaba no sería un «levantamiento automático», sino en base a medidas progresivas para «evitar riesgos» y nuevos contagios. Pues bien, expertos consultados por La Voz también ven posible una salida del confinamiento por comunidades teniendo en cuenta que la percepción es que «algunas de ellas van a ver el final de la curva un poco antes», señala Daniel López Acuña, ex directivo de la OMS. El mismo defiende que «es posible el deshielo del confinamiento a dos velocidades o con un calendario distinto en base a que se haya rebatido la transmisión» del virus. En esto tiene en cuenta a esas comunidades menos afectadas por el coronavirus, como Asturias, Galicia, Murcia o Andalucía que, en su opinión, «pueden ver una salida entre finales de abril y principios de mayo».
   
«Tiene sentido el planteamiento de Adrián Barbón siempre y cuando se tenga la certeza de que no corremos riesgos sanitarios», señala López Acuña, que entiende que esa salida ha de ser progresiva: «primero sería la deshibernación de las actividades consideradas no esenciales y el segundo paso la salida gradual del confinamiento». No obstante, señala que en ese plan, que insiste en que ha de ser «gradual», hay que seguir «protegiendo a los grupos de más riesgo y seguir haciendo muchas pruebas». A su entender, «hacer muchos test» es lo que puede determinar «si vamos bien encaminados para dar un salvoconducto para ir descongelando la actividad».
 
De todos modos, el ex directivo de la OMS apunta que la salida por territorios no es una decisión que Asturias pueda tomar de forma unilateral, sino que va «a requerir de diálogo y esfuerzo concertado del Estado con las comunidades autónomas» que puedan beneficiarse de una salida anticipada por estar en una mejor situación en esta crisis sanitaria. Otra advertencia que hace es que en todo caso habría que seguir los criterios sanitarios «para no reintroducir el riesgo de transmisión».
El gran reto, evitar el trasiego entre comunidades
Y es ahí donde está «el gran reto», señala Daniel López Acuña, puesto que habría que mantener «la capacidad de evitar el trasiego entre comunidades». «Serían necesarias medidas políticas, sanitarias y de vigilancia continua para mantener el orden y evitar el trasiego». «Habría que mantener selladas las comunidades autónomas para evitar el trasiego, porque si se abre el grifo hay que evitar que se reintroduzca la enfermedad».
 
Lo complejo es plantear como hacer algo así: «Sería una combinación de factores, pero podría hacerse un salvoconducto sanitario para reanudar la actividad, pero eso depende de la capacidad de hacer pruebas, para asegurar que las personas que se reintegran no lo traen. Son cuestiones que hay que ir calibrando milimétricamente».
De todos modos, ante un plan de salida del confinamiento por territorios, apostilla que «habría que seguir protegiendo a las personas de riesgo» y, por tanto, «las residencias tendrían que estar muy blindadas». A esto añade que habría que hacer «test en los hogares, donde puede haber asintómaticos» contagiados por el COVID-19, algo que en Asturias ve «más factible» por cómo evoluciona la curva de positivos. «Habría que entender que la vigilancia epidemiológica ha de ser muy estrecha y que, al menor signo, volverían las medidas de aislamiento y confinamiento», manifiesta el mismo.
 
Diseñar políticas para cada territorio
«Los países no son compartimentos estancos ni homogéneos, por eso en la OMS hablamos mejor de zona geográficas. En un mismo país puede haber un clima tropical y otro montañoso y eso es mucha diferencia para determinadas enfermedades. Por eso las políticas hay que diseñarlas sobre patrón, es decir, para territorio determinado». En estos términos se explica María Neira, la médica asturiana que dirige el Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud. Neira señala que cuando se comience a salir de la crisis del coronavirus va a ser necesario tener muchos factores en cuenta, desde la salud mental de niños y ancianos, al estilo de vida occidental, la situación de la economía o el modelo de sanidad que se quiere para el futuro. «Hay que ir ajustando las medidas en función de lo que vamos sabiendo», insiste.
 
¿Y qué es lo que sabemos? Muy poco todavía. María Neira cree que es fundamental responder a dos preguntas antes de dar pasos en falso y, por el momento, no hay suficientes evidencias científicas para que esa respuesta sea segura al 100 por cien. La primera es saber si coronavirus va a ser una enfermedad estacional, lo que supondría por ejemplo, que la llegada de la primavera y del buen tiempo ayudaría a combatirlo, y la segunda, la respuesta inmunológica, es decir, si los positivos se inmunizan frente al virus. En ambos caso, todo apunta a que es así pero existen algunos indicadores confusos, por lo que la rama científica de su profesión sanitaria le impide hablar con rotundidad.
 
La directora de la OMS asegura que en salud pública no existen fórmulas perfectas y que ante cada nueva crisis se va aprendiendo de lo que van haciendo los otros, tanto para aplicar las normas como para levantarlas pero atendiendo a sus condiciones. Cita, por ejemplo, el caso de los suecos, donde no se ha decretado el confinamiento pero las medidas adoptadas están surtiendo efecto.

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