miércoles, 6 de mayo de 2020

Oxigeno....

Santa Bárbara levantará el ERTE de la fábrica de armas a finales de mayo para encarar el 8x8

El personal de seguridad realiza controles de temperatura para permitir el acceso a la factoría./ E. C.
El personal de seguridad realiza controles de temperatura para permitir el acceso a la factoría. / E. C.

La factoría estrena nuevas señales, controles de acceso y temperatura a empleados para adaptarse a los nuevos estándares sanitarios

ALBERTO ARCEoviedo.
El horizonte de la fábrica de armas de Trubia, desde hace ya varios años, tiene nombre y apellidos: VCR 8x8 Dragón, el novedoso blindado con el que las Fuerzas Armadas esperan modernizar el aparato de movilidad táctica del Ejército de Tierra. Las negociaciones ya están avanzadas y las partes aspiran a firmar el contrato antes de verano. Para ello, Santa Bárbara Sistemas, filial española del gigante estadounidense General Dynamics, ha anunciado que levantará el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que pesaba sobre 329 empleados de la plantilla trubieca antes de que finalice el mes de mayo para retomar la producción a pleno rendimiento con la vista puesta en el megacontrato de armamento militar.
Además, y para asegurar la vuelta al tajo sin riesgos en un contexto de crisis sanitaria aún vigente, Santa Bárbara ha implementado una serie de medidas de seguridad «estrictas» y «detalladas» para preservar la salud de la plantilla durante el regreso escalonado a la producción (esta semana volverán a la fábrica el 70% de los trabajadores). Entre ellas, la toma de temperatura a todo el que acceda al centro; refuerzo de limpieza, desinfección y ventilación; reorganización de tareas de fabricación y la utilización de EPIs obligatorios; la restricción de acceso al personal con síntomas; y la señalización en zonas comunes.
«Proteger la salud de nuestra plantilla es nuestra prioridad al reactivar la fabricación y hemos implementado medidas detalladas y robustas para garantizar la salud en el trabajo de nuestros empleados», aseguró el director general ejecutivo de Santa Bárbara Sistemas, Juan Escriñá. Un protocolo acomodado a los nuevos estándares sanitarios que ha sido acordado con los delegados de prevención y que «responden a lo establecido por las autoridades sanitarias», matizó.
«En estos momentos, tan importante como salvaguardar nuestra salud es asegurar los puestos de trabajo y, por eso, tenemos que prepararnos para el nuevo entorno con el objetivo de volver al trabajo plenamente, lo antes posible, ajustándonos a unos estrictos protocolos de salud y seguridad», sentenció Escriñá.
El plan de reactivación iniciado seguirá un modelo de trabajo mixto, dando preferencia al teletrabajo en los departamentos que sea posible e incluyendo la incorporación presencial de empleados, «imprescindible para la reanudación de líneas de fabricación y montaje en las fábricas de Trubia y Alcalá de Guadaira (Sevilla)», matizaron desde la empresa.
Y es que en el caso sevillano el tiempo apremia. La compañía aún debe ultimar tres de los cinco prototipos del Dragón para presentarlos al Ministerio de Defensa y que puedan dar comienzo las pruebas. El plazo vence el próximo día 30. Sin embargo, la situación de emergencia sanitaria y confinamiento enfrió el calendario a extremos. Todo dependería de una nueva prórroga al contrato de los demostradores en el que participan las mismas tres empresas que aspirar a llevarse el encargo mayor, el de las 348 unidades del 8x8 por 2.083 millones de euros, Santa Bárbara, Sapa e Indra.

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