jueves, 7 de mayo de 2020

Uno más de menos...un crack.

D.E.P.Fallece a los 79 años Juan Manuel Solís, dueño de la tienda El Antiguo Iriarte

Juan Manuel Solís. / E. C.
Juan Manuel Solís. / E. C.

Nacido en Gijón, regentó junto a su hermano Eloy el negocio que abrió su madre en El Antiguo en la década de los sesenta

ROSALÍA AGUDÍNoviedo.
El popular comerciante Juan Manuel Solís Santiago, conocido como Juan 'el negro', dueño de la tienda El Antiguo Iriarte de la calle Magdalena y representante de marcas de bolsos en el norte de España hasta su jubilación, falleció ayer por la mañana a los 79 años.
Tras luchar contra una larga enfermedad, su estado se agravó en enero. Este martes había ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias, donde murió. Debido a las circunstancias sanitarias actuales, la incineración se realizará en la más estricta intimidad familiar en el tanatorio de Los Arenales.

Nacido en Gijón, desde muy pequeño estuvo vinculado al comercio. Su madre, Milagros Santiago, adquirió mediante traspaso un pequeño negocio de venta de paraguas y bisutería en El Antiguo en 1963. Sus hijos, Eloy y Juan Manuel, eran «pésimos estudiantes», recordó ayer con cariño una de las hijas de fallecido, Sandra Solís, y encauzaron su futuro detrás del mostrador siendo bien jóvenes. Al tiempo, a Juan Manuel le surgió la oportunidad de ser representante de varias marcas de bolsos, labor a la que se unió también después su hermano. Fueron entonces la mujer de Juan Manuel, Margarita ('Nini') Álvarez, y su cuñada quienes se hicieron cargo de la tienda. «La atendieron durante varios años las nueras hasta que ahora mi hermana Vanessa y yo nos hemos hecho cargo del negocio familiar», explica Sandra.
Dentro de El Antiguo Iriarte, en la imagen de muchos clientes aún queda la estampa de Milagros, obligada por su artrosis a sentarse en la silla al fondo del mostrador, mientras charlaba con los visitantes: «Era la relaciones públicas». Su hijo Juan Manuel también estuvo muy pendiente del negocio, aunque solía viajar mucho por su labor de representante. «Siempre estuvo muy vinculado a él».

Fanático del fútbol

Entre las aficiones del fallecido también estaba el fútbol. Como gijonéss de nacimiento, era un fanático del Sporting, club del que fue socio. Incluso presumía de ello a pesar de vivir en las inmediaciones del antiguo Tartiere. En las jornadas de partido «colgaba una bandera del Sporting en la ventana», recuerda su hija. «Mi madre también es del equipo y en la tienda había rivalidad sana con mi tía que era del Oviedo», cuenta con nostalgia.
Por el verano, al comerciante le gustaba nadar por las aguas de Luanco. Lo hacía con un grupo de amigos y la época estival la finalizaban con una gran comida. También era usuario habitual de las instalaciones deportivas de El Cristo.

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