Por qué quemar biomasa da vida a los bosques
Aumenta el uso de este recurso energético para calefacción, pero su margen de crecimiento sigue siendo grande
El incendio de la Ribera d’Ebre nos ha recordado que la gestión de los bosques y la tierra es esencial para protegerlos contra el fuego. El problema está en conseguir que sean rentables para que los propietarios privados, en manos de quienes está el 80% de la masa forestal en Catalunya, puedan afrontar su mantenimiento.
La biomasa forestal es uno de los principales recursos que esconden los bosques y, aunque su utilización ha aumentado en los últimos años, todavía queda margen. “Los bosques de Catalunya crecen cada año tres millones de metros cúbicos, y apenas extraemos 1,2 millones, es decir, sólo aprovechamos el 40% de su capacidad de crecimiento”, explica Adriano Raddi, del Centre Tecnològic Forestal de Catalunya (CTFC).
Biomasa
La actividad choca con las connotaciones negativas que tiene la tala de árboles
“El problema de no aprovechar este recurso es que se genera una carga de biomasa muy peligrosa”, advierte Raddi. Esta realidad choca con las connotaciones negativas que tiene la tala de árboles. “Aquí el problema no es la deforestación, como en la Amazonia, sino el crecimiento incontrolado del bosque”, aclara el experto.
Por su parte, los propietarios forestales reclaman más facilidades para explotar sus fincas y poder sacarles así un rendimiento. Más allá de las trabas administrativas, “el problema es la viabilidad económica de la extracción de biomasa frente al gas natural, que es hoy por hoy más barato”, explica Raddi.
A pesar de todo, el uso de biomasa para calefacción se ha disparado en los últimos años. A finales del 2018 funcionaban en Catalunya 27.588 estufas y calderas, con una potencia nominal de 1.152 MW, según datos de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom). “La oferta crece a la par que la demanda, y se ha producido un cambio de tendencia: antes se exportaba buena parte de la biomasa que se generaba, mientras que ahora se queda aquí”, añade el portavoz del CTFC.
El sector de la biomasa de calefacción catalán, que opera equipos tecnológicamente avanzados, creó en el 2018 un volumen de negocio de 93,2 millones de euros. La fabricación y comercialización de los nuevos equipos, así como las tareas de mantenimiento y venta de biocombustibles sólidos, entre otras actividades, permitieron una actividad que emplea a 981 personas.
Empleo
La biomasa es la fuente renovable que más puestos de trabajo crea por unidad producida
La promoción de este sector conlleva múltiples ventajas. La biomasa es la fuente renovable que más puestos de trabajo crea por unidad producida: el CTFC calcula que la producción de 10.000 toneladas de biomasa forestal conlleva 23 puestos de trabajo locales directos y 12 empleos indirectos. Cabe destacar también la estabilidad de sus precios en comparación con los derivados del petróleo. Por otro lado, la biomasa es una energía natural y renovable que –a diferencia de la energía solar, la eólica y la hidráulica– garantiza un abastecimiento regular y constante.
Los más de 27.000 equipos de biomasa permitieron el ahorro equivalente de 176,5 millones de litros de gasóleo el año pasado y evitaron la emisión de 468.299 toneladas de CO2, similar a la contaminación que producen en un año 312.200 turismos.
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