OVIEDO
El caso Enredadera no es el único enredo que ha afectado a Oviedo durante 2018. La última trama corrupta española ha tenido sus ramificaciones en la capital del Principado debido a un contrato con los semáforos de la ciudad, pero lo que realmente ha alterado el ritmo del concejo ha sido, una vez más, la herencia de Gabino de Lorenzo, exalcalde la ciudad. El Calatrava -con una sentencia que obliga al ayuntamiento al pago de 20 millones- ha sido el penúltimo pufo que ha dejado el exregidor, una cifra que ha vuelto a lastrar las cuentas municipales. El año también ha estado marcado por las discrepancias públicas entre dos de los tres socios del tripartito -Somos y PSOE-, mientras que IU ha optado por una papel más neutral. Además, la ciudad mantiene abiertos varios proyectos que, de consumarse, supondrán un cambio. Entre ellos destaca el Viejo HUCA, Bulevar de Santuyano, Ronda Norte, Fábrica de Armas de La Vega y el Plan del Parque San Francisco.
La noticia más destaca del año se conoció en el mes de febrero. Al igual que ocurriera en 2017 con Villa Magdalena, una sentencia del Tribunal Supremo confirmaba que el ayuntamiento tendría que pagar 20 millones de euros, en este caso a Jovellanos XXI, por la liquidación del contrato de explotación del Palacio de Congresos ovetense, obra de Santiago Calatrava.
Esa cantidad se suma al resto de pufos heredados de la época del PP en la alcaldía. Según el tripartito, el lastre de esa época ya le ha costado a Oviedo más de 70 millones: planes de Empleo (1,8 millones), Villa Magdalena (35 millones), Rodríguez Cabezas (2,6 millones), Loma del canto (500.000 euros), colaboraciones sociales (más de 3 millones), auditorio (1 millón), reforma de la Losa (2 millones), estructura Carlos Tartiere (2 millones) y Calatrava (20 millones).
El pago de estas cantidades ha obligado al equipo de gobierno a alterar sus actuaciones. Se ha resentido especialmente el capítulo de inversiones, ya que esta limitación económica, unida a la falta de personal municipal -con el retraso que ello supone en la tramitación administrativa- ha condicionado toda la política municipal. Con todo, el tripartito ha batido en 2018 su récord histórico en gasto social. En 2019 volverá a hacerlo.
Registro del ayuntamiento
El otro asunto que ha marcado 2018 en la capital del Principado ha sido el registro del consistorio por parte de agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) dentro del marco de la Operación Enredadera, la trama corrupta que afecta a decenas de ayuntamientos en toda España.
La red de corrupción manipulaba los datos de tráfico y siniestralidad para justificar la colocación de radares donde no hacían falta, con finalidad puramente recaudatoria. Por este motivo, José Manuel López, Jefe de la Policía Local de Oviedo, fue cesado. El caso acabó en los tribunales.
Discrepancias en el tripartito
En el plano político, el año ha transcurrido sin grandes sobresaltos, aunque con el debilitamiento, al menos públicamente, de las relaciones entre Somos y PSOE, dos de los tres socios del tripartito.
Las dos formaciones asumen que las discrepancias son lógicas en dos partidos con puntos de vista diferentes. A pesar de ello, repiten continuamente que es mucho más lo que les une que lo que les separa y se muestran partidarios a repetir alianza en el caso de obtener la mayoría en las elecciones.
Restos de Franco
Por último, la ciudad ha copado titulares nacionales debido a un polémico tema. Ante el inicio de los trámites para exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos, la Hermandad de Defensores de Oviedo ofreció su panteón para acoger los restos del dictador. Además, se ha sabido que su familia tiene un nicho en la Basílica de San Juan el Real. Por el momento, parece que sus descendientes no se han decantado por ninguna de estas opciones. ·
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