La vicepresidenta Ribera critica el reparto del fondo 'verde' por «no tener en cuenta los esfuerzos actuales»
El Principado centrará los esfuerzos en impulsar «buenos proyectos porque son la clave del éxito» con independencia de la partida asignada
La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, lamentó ayer el reparto del Fondo de Transición Justa plasmado en el planteamiento de la Comisión Europea para 2021-2027 y en el que España solo recibiría el 4%, es decir, 307 de los 7.500 millones de euros que integran la partida global. La existencia de estas ayudas, apuntó en un tuit, es «una buena noticia para Europa. Los criterios empleados son, sin embargo, criticables. En la propuesta, su acceso no se condiciona al compromiso de neutralidad climática ni toma en consideración los esfuerzos actuales».
Esta negativa a cumplir la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero mencionada por Ribera se achaca a Polonia, país que rechaza acatar las exigencias ambientales de la Comisión Europea y que, sin embargo, tiene asignada la mayor partida del Fondo de Transición Justa: 2.000 millones. En cuanto a los sacrificios que no han sido valorados por la CE, aludió, aunque sin hacer mención expresa, a los territorios que sí han hecho los deberes para disminuir su huella de carbono y están en la senda de mejorar esos niveles. Como España.
No obstante, la vicepresidenta quiso ver el lado positivo y recordó que «no es una propuesta cerrada», por lo que el Ejecutivo central «seguirá luchando en el Consejo Europeo «para mejorarla». «Este Gobierno tiene un compromiso claro con una transición justa que atienda las necesidades de las personas y los territorios afectados», añadió. En este sentido, aseguró que su equipo trabajará «para lograr más equidad en el reparto, incorporando y/o reforzando criterios como los del esfuerzo, el PIB (Producto Interior Bruto) y el desempleo».
Participación de la sociedad
El consejero de Industria, Enrique Fernández, hizo ayer un análisis algo más positivo del reparto de fondos. Recalcó que «son propuestas iniciales, orientativas y sujetas a negociación política» y, además, apuntó que esa cantidad se vería incrementada hasta los 1.400 millones de euros con las aportaciones de cada país vinculadas a la política de cohesión. Asimismo, advirtió de que la cuantía de la financiación «es un debate que no va a tener demasiada relevancia» si Asturias no consigue tener «buenos proyectos tractores», que permitan afrontar con garantías esta nueva revolución tecnológica y medioambiental. Tener iniciativas adecuadas es «la clave del éxito», afirmó. Fernández también subrayó la importancia de que participe «el conjunto de la sociedad asturiana, tanto la parte pública como la privada».
El consejero priorizó la capacidad de conseguir proyectos «adecuados, competitivos y atractivos para la Unión Europea» en vez de preocuparse ahora por la asignación del Fondo de Transición Justa. Hasta el momento, el Principado baraja medio centenar de proyectos, algunos de los cuales han recibido una opinión favorable de Bruselas. En su mayoría se agrupan en torno a dos grandes ejes: la recuperación de explotaciones mineras y de los espacios de las térmicas que cierren, y la movilidad, el ahorro y la eficiencia energética.
Para aprovechar los recurso europeos, Fernández anunció la creación de un grupo de trabajo gubernamental «encargado de explorar en su máxima extensión las oportunidades que se abren para Asturias». Ese equipo será transversal, muy relacionado con la ciencia, la industria, la movilidad o la empleabilidad, y comenzará a funcionar «en unos días». En conclusión, el consejero consideró que los pasos de la Comisión Europea se dan «en la dirección correcta».
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