Coronavirus en Asturias | Asturias se blinda para la segunda oleada
Salud incrementa un 15% su plantilla y reserva en los hospitales 541 camas de planta y 147 de UCI para que la región siga con la menor tasa de COVID-19 de toda España
Lugo ha decretado la primera intervención en una residencia geriátrica desde el fin del estado de alarma. Cataluña pide a la población de la localidad tarraconense de Reus (más de 103.000 personas) que se autoconfine. Madrid advierte a barrios como los de Usera o Villaverde que pueden quedar confinados y pide que «no se hagan viajes innecesarios». La pandemia de la COVID-19 parece rearmarse en España, donde todas las comunidades autónomas tienen brotes de contagio activo.
Asturias, con 13 focos detectados y nueve personas hospitalizadas, dos de ellas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), es la región «con menor incidencia del país». Y eso pese a «la gran afluencia de visitantes que hemos observado todo el verano».
Así lo aseguró ayer el consejero de Salud, Pablo Fernández, en una rueda de prensa en la que quiso felicitar a la ciudadanía. «Los datos de Asturias demuestran que la población lo está haciendo bien», en cuanto al respeto «a las medidas impuestas para atajar los contagios».
Para mantener esa situación diferenciada frente al resto del país, el Principado tiene ya listo un «plan de respuesta rápida» para anticiparse a la llegada «de la segunda oleada» de la COVID-19. Fernández presentó el plan acompañado por el coordinador del Observatorio de Salud, Mario Margolles, y por la gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Concepción Saavedra.
Fue ella la encargada de desgranar ese plan que será pilotado desde el propio Sespa con los equipos gestores de casos, creados ya con los primeros casos de coronavirus en Asturias en marzo pasado.
Cinco tipos de pacientes
La acción pasa por un incremento del 15% de la plantilla de la red pública sanitaria asturiana, que llega ya a 19.932 personas (el incremento es de más de 2.500 efectivos), y por la reserva de 541 camas hospitalarias, del total de la red de 2.865, específicas para COVID. En cuanto a la oferta de espacio en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), de las 240 de la red pública se han reservado 147 para los enfermos de coronavirus. De ellas, 97 están en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA); 34, en el Hospital Universitario de Cabueñes; 9, en el Hospital Valle del Nalón, y 7 en el Hospital San Agustín.
No obstante, Saavedra anunció que Asturias «está preparada para una mayor capacidad de camas UCI», puesto que, en estos momentos, «disponemos de 397 respiradores invasivos y 170 no invasivos». A esos se suman los 24 (la mayoría, 22, invasivos) para la población pediátrica.
Para una mejor gestión, el Sespa diferencia cinco tipos de pacientes, que van desde quienes son asintomáticos y pueden hacer aislamiento en su domicilio (nivel 1) y los que requieren hospitalización o UCI (nivel 5).
En ese ranking, a los enfermos del nivel 2, que son los pacientes asintomáticos que no pueden aislarse en su domicilio «por tratarse de turistas o personas que no tienen buenas condiciones de aislamiento», el Principado ya ha articulado alternativas habitacionales. Tal y como recordó la gerente del Sespa, está habilitada ya «la Residencia Menéndez Pidal, en El Cristo, con 58 camas».
También están previstas camas fuera de los hospitales para las dos tipologías de pacientes restantes, las de los niveles 3 (asintomáticos o leves que viven en residencias geriátricas) y 4 (personas que necesitan tratamiento más complejo, pero no hospitalario). Para los primeros, se ha recuperado el Credine (Langreo), «con 60 plazas, aunque estamos valorando aumentar más». A esa oferta se une «una planta del Hospital Monte Naranco, en Oviedo, con 40 plazas».
6.400 muestras diarias
Noobstante, Saavedra precisó que para esos niveles concretos, los 3 y 4, «tenemos disponibles todas las plazas de los hospitales concertados, Jove y Cruz Roja en Gijón; Avilés, y Sanatorio Adaro, con lo que llegaríamos a 175 camas que se podrían convertir en 235». Además, el plan de respuesta rápida incluye acciones preventivas, como que «en la creación de 14 dispositivos en las diferentes áreas sanitarias con capacidad para procesar 6.400 muestras diarias».
Una capacidad de control que también se ha extremado para las personas que necesitan una operación urgente o cuando se activan, explicó la gerente del Sespa, «los códigos ictus o corazón», es decir, cuando hay sospecha de un paciente con derrame cerebral o infarto. Para ellos, en seis áreas sanitarias se han habilitado equipos para la realización de PCR rápida, la prueba que ofrece resultados en solo una hora.
En la batería de directrices que incluye el plan de respuesta rápida, formación continuada para las plantilla sanitarias, así como apoyo psicológica para todas ellas. Porque los casi 3.000 casos de la primera oleada dejaron resaca para la segunda.
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