lunes, 29 de enero de 2024
Toda Asturias pendiente de su resolución...
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Entrada de urgencias en el hospital de Arriondas. J. C. ROMÁN
La Consejería de Salud configura el nuevo mapa sanitario desde «una perspectiva demográfica»
La idea es «racionalizar y coordinar los recursos» de la sanidad para evitar los desequilibrios territoriales y «la amenaza sobre el futuro mantenimiento del sistema público»
Miriam Suárez
Miriam Suárez
Gijón
Lunes, 29 de enero 2024, 00:50
El nuevo modelo de gestión sanitaria que el Principado pretende implantar en Asturias antes de que finalice 2024 tendrá «perspectiva demográfica». Es decir, su regulación y diseño «deberá contribuir al mantenimiento y refuerzo de los servicios y recursos sanitarios desplegados en el territorio», que cuenta con una red pública de ocho hospitales, 69 centros de salud y 161 consultorios periféricos.
La reordenación del mapa sanitario supone reducir las ocho áreas de gestión actuales a sólo tres, tal como adelantó EL COMERCIO el pasado 17 de enero. Y ese cambio en la organización de la sanidad asturiana incorporará los principios y prescripciones contenidas en la Ley de Reto Demográfico para hacer frente «a la amenaza sobre el futuro mantenimiento del sistema público actual que se deriva de los desequilibrios en la estructura de la población».
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Así se recoge en el borrador que la Consejería de Salud está sometiendo a las sugerencias y alegaciones de todas las partes implicadas. Un proceso participativo que genera más recelos que esperanzas de mejora entre los alcaldes y vecinos de las zonas periféricas, donde las carencias en atención especializada y personal sanitario son habitual motivo de protesta. Los concejos del Occidente, de hecho, ya se han manifestado en contra, al considerar que sus hospitales de Jarrio y Cangas del Narcea «van a quedar reducidos a simples ambulatorios» con la reordenación prevista por el Principado.
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Si se cumplen los preceptos demográficos a los que alude el borrador del mapa sanitario, la nueva planificación ha de venir acompañada por «estrategias, tanto integrales como específicas», que den respuesta al envejecimiento progresivo de la población y a la merma demográfica que ha ido experimentando la región fuera de su área central. Se habla, en concreto, de «coordinar, racionalizar y optimizar el gasto de los recursos disponibles para generar efectos sinérgicos, con el fin de contribuir a revertir el declive demográfico regional».
Eso implica que la Consejería de Salud deberá hacer suyos planteamientos de la Ley de Reto Demográfico -aprobada en marzo de 2023- como el de «potenciar las cabeceras comarcales como centros funcionales y reforzar la red sanitaria extendida por todo el territorio asturiano, impulsando los avances en tecnología para optimizar los servicios». No es la única disposición que influye en la reordenación del sistema sanitario. La Ley también establece que «en la atención primaria y hospitalaria se potenciarán los servicios y acciones necesarias para hacer más atractivos los concejos con especiales dificultades demográficas».
Por un lado, «se deberán fomentar las políticas que favorezcan la fijación de profesionales sanitarios de atención primaria en entornos rurales, mejorando las infraestructuras, equipamientos y el catálogo de pruebas diagnósticas, los planes de formación, las rotaciones externas y la investigación». Y por otro, hay que favorecer la fijación de población en las zonas de mayor sangría demográfica «asegurando los servicios básicos de proximidad» y promoviendo «una acción comunitaria de la atención primaria mediante la consulta/domicilio o las intervenciones grupales».
«Complicado llevarlo a cabo»
En cuanto a la atención hospitalaria, las directrices son claras: «Se reducirán en lo posible los grandes desplazamientos». Y, además, «en los concejos con especiales dificultades demográficas se garantizará el acceso a servicios de urgencias atendiendo a sus singularidades». Todo ello obligará a revisar los sistemas de citación para coordinar la asistencia de los pacientes a las consultas y pruebas diagnósticas con los servicios de transporte público. También será necesario el uso de la teleasistencia y potenciar las unidades sociosanitaria de convalecencia y la hospitalización a domicilio.
Sobre el papel, dicen los afectados, «todo queda muy guapo», pero «llevarlo a cabo es más complicado». En el futuro mapa sanitario de Asturias, los concejos del noroccidente se fusionarán con la comarca de Avilés y pasará a tener como hospital de referencia el San Agustín (área de salud Occidente-Costa). Por su parte, el suroccidente asturiano entra a formar parte de la misma estructura de gestión que Oviedo, los municipios del centro y la cuenca del Caudal, con el HUCA como hospital 'madre' (área Centro-Occidente). Y el oriente se integrará en la misma demarcación sanitaria que Gijón y la cuenca del Nalón, siendo su epicentro el hospital de Cabueñes.
Reunión prevista con los alcaldes para explicarles el proyecto
La consejera de Salud, Concepción Saavedra, proseguirá esta semana con su ronda de contactos para dar a conocer las líneas generales del nuevo mapa sanitario, que se encuentra en fase de borrador y se someterá durante los próximos meses a un proceso de participación ciudadana. Hoy, en concreto, presentará su propuesta de reordenación sanitaria a los alcaldes, en una reunión prevista a mediodía en la sede de la Federación Asturiana de Concejos. El Partido Popular ya ha adelantado que «no será cómplice» de la reordenación que pretende el Gobierno autonómico, lo que complica la intención de la consejera de Salud de alcanzar el máximo consenso posible en un proyecto que le dará la vuelta a la gestión del sistema de salud. Su nuevo mapa sanitario se encuentra en fase de borrador y, por tanto, está abierto a posibles matizaciones, según ha manifestado Concepción Saavedra en todas las reuniones que ha mantenido hasta ahora con los agentes implicados, a los que se ha dado un mes de plazo para que formalicen sus objeciones o sugerencias. Antes de aprobar el nuevo mapa sanitario, ya como decreto, la consejera de Salud deberá negociar con los sindicatos del sector cuestiones relacionadas con la contratación, las movilidades forzosas o los puestos de difícil cobertura, para los que hay previsto un plan de incentivos con compensaciones económicas, pero también profesionales y personales.
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