El habano más breve
07-04-2014
Por Ángel A. García Muñoz. Fotografía de Ángel Becerril
De menor tamaño, mantienen todas las propiedades de un puro convencional. Los nuevos cigarros que triunfan entre los fumadores permiten seguir difrutando del sabor y el aroma tradicionales del tabaco cubano, aunque en un tiempo y precio reducidos.
En un habano lo esencial es la capacidad de obtener percepciones sensoriales en cuanto al sabor y el aroma de los tabacos procedentes de las vegas de Pinar del Río (Cuba). Rasgos que se mantienen desde el siglo XIX. En la actualidad, las prisas, el estrés y el deseo de disfrutar de un buen puro en cortos espacios de tiempo han llevado a los aficionados a decantarse mayoritariamente por los formatos más reducidos, frente a los de mayor tamaño que se dejan para momentos más especiales.
En las cavas españolas existe desde hace tiempo toda una selección de vitolas de corto recorrido y cepos más gruesos que los habituales, que dejan percibir sabores y aromas de una manera bien significada, gracias a que sus gramajes están en torno a los siete gramos, y una duración de la degustación que oscila entre los 25 y los 30 minutos. Otra de sus características esenciales son sus precios. Por una cantidad razonable, de entre tres y ocho euros, el aficionado puede obtener todas las prestaciones de los habanos más grandes y hace que el fumar un cigarro cubano no parezca inaccesible.
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