Asturias pierde 12 habitantes cada día, la segunda mayor sangría del país
Los residentes nacidos en el extranjero son el 7,8% tras un repunte de la inmigración que no logra compensar la elevada mortalidad
Asturias se quedó más pequeña en el informe que hizo público ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). El trabajo actualiza la población a fecha de 1 de julio de 2019 y lo hace restando 2.212 vecinos sobre lo que concedía seis meses antes. Se queda así en los 1.019.993 habitantes, un 0,22% menos que a principios de año, el segundo mayor descenso del país entre las comunidades autónomas, solo por detrás de Extremadura (0,25%).
La sangría demográfica se recrudeció así en la primera mitad de 2019 y fue restando vecinos a un ritmo de 12 asturianos al día. Son ya nueve años y medio seguidos de descenso continuado, algo que ha costado 57.110 habitantes a la región, un contingente que supera al propio padrón de Siero, el cuarto más abundante de la región.
La regresión se produce además en un contexto en el que el país sí presenta un saldo favorable. España superó por primera vez la barrera de los 47 millones de habitantes en julio, gracias sobre todo el tirón de las comunidades del Mediterráneo, las islas, País Vasco, Navarra, La Rioja y Aragón. Los descensos de población se concentran en el oeste nacional, en Galicia, Asturias, Castilla y León y Extremadura.
La inmigración salva a la región de un varapalo todavía mayor. Si solo se cuentan los nacimientos y muertes del primer semestre, resulta un saldo vegetativo negativo en 4.126 habitantes. Si se sopesan los asturianos que salieron a vivir a otras comunidades autónomas respecto a los que vinieron de esos destinos, Asturias pierde de nuevo, un total de 224 efectivos. El único balance positivo se encuentra en el intercambio de vecinos con otros países: ahí fueron 2.159 más los que llegaron que los que marcharon.
Protagonismo venezolano
La inmigración de la que se nutre Asturias en los últimos tiempos es eminentemente latinoamericana, como demuestran los países que más aportaciones hacen. Venezuela es con el país que ofrece un saldo más favorable (con 550 altas en el primer semestre), seguido de Colombia (451), Cuba (154) y Paraguay (150).
Asturias sigue siendo de las regiones que menos inmigración es capaz de atraer, pero la suma constante está cambiando su composición. En este momento los que nacieron en España suponen el 92,2% de la población asturiana, la proporción más baja de la serie estadística tras un descenso continuado pero no siempre advertido. Los nacidos en otro país son ya 79.473 efectivos, una suma que, por primera vez, empata con el tercer concejo más poblado, Avilés. La consecuencia es evidente. Sin la población que vino al mundo en otro país, Asturias sería hoy una comunidad de apenas 940.520 vecinos. La inmigración que llega revitaliza además la estructura poblacional. La mitad de las incorporaciones de extranjeros realizadas en el primer semestre son de vecinos que están entre los 20 y los 39 años, es decir, el tramo de edad más productivo para incorporarse al mercado laboral y formar una familia que palie la sangría demográfica. Apenas un 3,1% de quienes vinieron de otros países presentaban 65 o más años.
El contingente reequilibra así una de las principales debilidades del Principado, la región que tiene la mayor proporción de jubilados del país y a la vez, la menor de niños y adolescentes.
En lo tocante al flujo interprovincial, Madrid sigue siendo el lugar preferido para emigrar, con un 21,6% de la
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