Los viajeros de Feve estallan tras la cancelación de 151 trenes en una semana
«Es una lotería, nunca sabes si llegarás a tiempo al trabajo». PP, Podemos e IU se movilizan contra el cierre de oficinas de venta de billetes
Feve reconoció ayer la cancelación de 22 trenes por problemas de catenaria, incidencia que ya ha obligado a suprimir 151 servicios la última semana. Los primeros trenes de la mañana se encuentran con hielo adherido al hilo eléctrico, lo que les impide alimentarse del mismo y desata significativas chispas si lo intentan. Esa falta de energía perjudica a los asturianos que utilizan los trenes entre las 6 y las 9 de la mañana. Para paliar el incordio, la compañía contrata autobuses y taxis que recorren parte de las líneas afectadas, pero la repetición de los problemas está agotando la paciencia de los usuarios.
«Es una lotería; nunca sabes si llegarás a tiempo o no al trabajo», afirma Begoña Nomparte. Vecina de Oviedo, tiene su puesto en Infiesto, lo que le obliga a recurrir a Feve. «Lo cojo a las 7.20 en Uría y si todo fuera bien, debería estar a las 8.32, con casi media hora de margen para entrar. El tren es mi única opción porque a esas horas no hay autobús que cubra la ruta».
Esa necesidad se está tornando en incertidumbre. Ayer cuando llegaba al andén observó un grupo concentrado y se temió «que algo pasaba». Los paneles daban por suprimido el tren «y nadie ofreció más explicación; en la máquina de venta hay un botón que se supone te conecta con el personal y puedes preguntarle, pero nadie contestó», recuerda.
«Quisiera ir a la Policía»
Feve está agilizando la contratación de autobuses de sustitución. El vehículo, sin embargo, «debe parar en todas las estaciones, con el problema de que él no tiene un trazado en línea recta que seguir». El resultado es que Nomparte llegó a las 9.05 a Infiesto. «Mi jefa ya hasta se ríe cuando la aviso, porque a los estudiantes y trabajadores que cogemos este tren nos pasa de todo, hasta que nos digan que cojamos un segundo ferrocarril pero que nadie avise al maquinista y que se largue dejándonos en las vías». Con cada retraso pide un justificante a Feve para presentar en el trabajo, aunque «lo que quisiera es poner una denuncia en la Policía».
Feve recoge las quejas pero la catenaria es cosa de Adif. La empresa pública explica que «todos los otoños se realiza un mantenimiento específico de la catenaria, tanto en la red convencional como en la de ancho métrico, que consiste en engrasar el hilo de contacto con un gel especial que mejora la conductividad y lleva incorporando un anticongelante para evitar este tipo de problemas». Las lluvias de los últimos meses «han sido tan intensas y continuadas que puede haber puntos donde este producto haya durado menos porque el agua eliminó ese gel», apuntan.
La congelación de catenaria sigue mientras se desata el enfado por el cierre de ventanillas de venta de Feve hasta ahora atendidas por personal de Adif. La medida ya se había aplicado en Navia y Luarca y ahora se extiende a otras ocho, que usan cada día 163 viajeros. Renfe aseguró ayer la continuidad del personal en aquellas terminales con más de 100 clientes al día; el resto quedarán atendidas por máquinas, algo que, asegura, empezó a adelantar a los alcaldes y las comunidades autónomas afectadas.
Desde el PP, Podemos e IU tachan de «inaceptable» la decisión. La diputada popular Paloma Gázquez cursó preguntas por escrito al Ministerio de Fomento para que aclare las alternativas que da a los viajeros. «Adif y Renfe son empresas públicas que se deben a la prestación de servicios», recordó Daniel Ripa desde Podemos, quien asegura que «en ningún punto de Europa» los trenes se suprimen como en Asturias por frío y calor. «Es una burla, una traba más a los usuarios; parece que tengamos una política deliberada de destruir las cercanías en Asturias», abundó Ovidio Zapico, de IU.
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