sábado, 8 de agosto de 2020

Comprensión....

 

Coronavirus | Residencias privadas y centros de día rechazan «volver a confinar» a las personas mayores

La residencia geriátrica de Serantes sigue blindada pese a dar negativo todos los controles. / MARIO ROJAS
La residencia geriátrica de Serantes sigue blindada pese a dar negativo todos los controles. / MARIO ROJAS

Los geriátricos exigen al Principado aclaraciones al protocolo COVID-19, mientras que la atención diurna arremete contra un nuevo aislamiento

CHELO TUYAGIJÓN.
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«No podemos volver a confinar a las personas mayores. Se están vulnerando sus derechos». Lo dice María Cienfuegos-Jovellanos, secretaria de la Asociación de Centros de Día Privados de Asturias (Acedía), pero es un sentimiento unánime entre los expertos en atención geriátrica. El debate entre preservar la salud y respetar los derechos de movimiento se ha saldado, en el caso de los usuarios de centros de mayores, tanto residenciales como de terapia, con la restricción total de salidas y la visita de sus familiares «algo que les ha hecho mucho daño».

Cienfuegos-Jovellanos asegura que la experiencia del sector es que «los usuarios están volviendo a los centros de día mucho más deteriorados de lo que estaban antes del confinamiento. El hecho de que no hayan podido salir de casa en ningún momento ni hacer sus terapias les ha provocado graves daños. Incluso personas que antes tenían plena autonomía, ahora necesitan apoyos para las tareas básicas de la vida diaria».

 

Algo que, asegura, ha sido mucho más grave en el caso de las personas que residen en centros geriátricos. «Los mayores que viven en casa han tenido más derechos que los que viven en residencias. Estos últimos no han podido salir ni ver a sus familiares ni nada. Las videollamadas no son suficientes. De hecho, en muchos casos son hasta contraproducentes. Eso no se puede repetir», insiste.

Sus declaraciones llegan tras la presentación del protocolo que ha implantado la Consejería de Salud para que los geriátricos y centros sociosanitarios actúen en caso de COVID-19.

Tal y como adelantó EL COMERCIO, el protocolo fija normas de obligado cumplimiento para residencias, centros de día, centros sociales, así como para usuarios, trabajadores y familiares.

En todos los casos, la primera medida establecida por el Principado ante la sospecha de un contagio de coronavirus es el «aislamiento» del enfermo, así como el cierre de la residencia en la que resida y la visita de familiares. Este procedimiento se ha llevado a cabo ya, entre otras, en las residencias públicas Santa Teresa, Tenderina o Mixta de Pumarín, o la de Mensajeros de la Paz en Serantes ante la sospecha de contagio por brotes en locales de hostelería.

Coordinación entre áreas

Precisamente, el caso de Serantes ha vuelto a levantar ampollas. Un falso positivo obligó a blindar el centro, proceso que se mantendrá 48 horas más, pese a que ya se ha confirmado que tanto usuarios como trabajadores han dado negativo en COVID-19.

«Salvo contagio comunitario, no estamos de acuerdo en estos confinamientos. Los usuarios de las residencias tienen derecho y, aunque está claro que debe prevalecer la salud, los encierros son muy duros», apunta el presidente de la patronal geriátrica Ascege. Arsenio Alonso, que está al frente de la entidad que aglutina a las plazas concertadas. Entiende que el Principado «aún debe aclararnos varios aspectos del protocolo», algo que aún no ha hecho, pese a haber sido solicitado. Alonso apunta, además, que «necesitamos que las áreas sanitarias estén coordinadas», algo que dice, «no sucede».

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