La banca de inversión anticipa una oleada de fusiones y adquisiciones en Europa en 2020
Los grandes bancos de inversión de la City de Londres esperan un repunte de las grandes fusiones y adquisiciones en Europa en 2020, ante la aparente disminución de los riesgos políticos y económicos, junto a la necesidad de las compañías de ganar tamaño para competir en sus sectores a nivel global.
"Las compañías europeas, incluidas las grandes corporaciones españolas, necesitan impulsar su estrategia de consolidación, para no verse atrapadas entre sus rivales americanos y chinos", afirma Hernán Cristerna, codirector global de fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés) de JPMorgan.
Alison Harding-Jones, directora de M&A de Citi en Europa, señala que "algunas compañías miran las fusiones como una vía para reducir costes y adaptarse a un entorno de bajo crecimiento, pero otras también quieren expandirse a mercados o geografías donde pueden encontrar mejores perspectivas de crecimiento".
Barclays espera que el valor de las transacciones corporativas en Europa cierre 2019 alrededor de 1,3 billones de dólares (1,1 billones de euros), algo por debajo de los 1,5 billones de dólares de 2018. La caída se explica sobre todo por una baja actividad en el primer semestre, periodo en el que pesó la incertidumbre del Brexit, la situación política en Italia, la guerra comercial Estados Unidos-China y la debilidad de la economía alemana.
"La tendencia de incremento de la actividad de fusiones y adquisiciones en Europa que hemos visto en los últimos meses de 2019 podría continuar durante 2020, ya que las incertidumbres políticas y económicas parecen menos agudas desde el verano", opina Pier Luigi Colizzi, director de M&A de Barclays en Europa.
Según Harding-Jones, "se está viendo un repunte en las negociaciones al final del año, y 2020 podría ser mejor en volumen de operaciones, ya que algunas de las incertidumbres parecen estar contenidas". Ejemplo de la efervescencia de final de año es la fusión de Fiat y PSA, la guerra de ofertas por Just Eat, la compra de Tiffany por el grupo francés LVMH o el pacto de Iberia para absorber Air Europa.
A nivel global, las operaciones de 2019 rondan los 3,8 billones de dólares, frente a los 4 billones del año anterior. Cristerna anticipa que "2020 puede ser similar en volumen global, pero con un mayor peso de Europa y del capital riesgo".
La misma tendencia al alza se aprecia en España, tras un 2019 en el que el desajuste entre las valoraciones de compradores y vendedores provocó la "frustración" en varias operaciones, dice Wenceslao Bunge, consejero delegado de banca de inversión de Credit Suisse en España y Portugal. "En 2020 podría haber un repunte de actividad de fusiones y adquisiciones en España, ya que hay un elevado número de negociaciones pendientes y hay buenas condiciones de financiación. Si se reduce la incertidumbre política y los compradores aplican unas expectativas de retorno ligeramente inferiores, muchas de las discusiones podrían acabar en acuerdo".
Scott Adelson, codirector global de financiación corporativa de Houlihan Lokey, augura que el aumento de actividad corporativa puede ser liderado por los inversores financieros. "Uno de los impulsores de la actividad de transacciones en Europa, al margen del ciclo económico, será la inversión de fondos estratégicos y de capital riesgo. Hay una creciente aceptación en Europa de los inversores profesionales como unos jugadores clave para apoyar el crecimiento de las empresas".
El capital riesgo bate su récord de esta década en España
Los inversores financieros están a punto de cerrar un ejercicio de elevada actividad en el conjunto de Europa, al haber dedicado 100.700 millones de euros a la compra de participaciones mayoritarias en firmas del continente, según un informe realizado por el Centro de Análisis de Buy Outs (CMBOR) de Imperial College Business School.
El estudio toma en cuenta las transacciones hasta el 9 de diciembre en las que una firma de capital riesgo o un fondo de inversión haya tomado más del 50,01% de una compañía o activo.
Sobre el importe total a nivel europeo, 11.100 millones de euros corresponden a 55 operaciones en España. Se trata del récord de esta década, y supera con claridad los 2.500 millones de 2018 y los 8.300 millones de 2017. Sin embargo, no llega a los niveles de 2006 y 2007, antes de la crisis financiera.
Las principales operaciones en el mercado español registradas por CMBOR son la compra de Areas por PAI Partners (1.500 millones de euros), la de Eolia Renovables por Alberta Investment (1.400 millones) y la de la Universidad Alfonso X el Sabio por CVC Capital Partners (1.100 millones).
Compras por 11.100 millones
- Los inversores financieros han realizado 'buy outs' o compras del control de empresas por 100.700 millones en 2019.
- Las operaciones de este tipo en España han ascendido a 11.100 millones, cinco veces más que en 2018.
- El capital riesgo vendió participadas por 68.000 millones de euros en España y por 5.400 millones en España.
- La compra del área de cosméticos de Nestlé por EQT y la de Areas por PAI Partners destacaron en Europa y España.
La exposición de los inversores financieros a la economía española subió de forma significativa, ya que este año han realizado 21 ventas de activos, por 5.400 millones. Es decir, el volumen neto de inversión (compras menos ventas) se situó en 5.700 millones de euros.
CMBOR, institución que cuenta con el patrocinio del fondo Equistone Partners e Investec Bank, señala que la misma tendencia de elevados desembolsos netos por parte de los fondos de capital riesgo se registró en Europa. Frente a las adquisiciones por 100.700 millones de euros, hubo operaciones de venta por solo 68.000 millones.
Según Christiian Marriott, socio de Equistone, "estos números representan un giro significativo en el mercado. El péndulo se ha movido definitivamente lejos de la dinámica de los últimos años, en los que el capital riesgo aprovechaba un buen entorno en las ventas para distribuir más liquidez a sus inversores".
Pese al Brexit, Reino Unido consolidó su posición como el país más atractivo para las firmas de capital riesgo, que han visto una oportunidad en la caída de la libra para lanzar ofertas públicas de adquisición (opas) sobre empresas cotizadas. El importe de las compras en este país en el periodo analizado se situó en 22.000 millones de euros, mientras que los fondos solo vendieron empresas británicas por 7.200 millones.
Christian Hess, director del área de capital riesgo en Investec, explica que "las opas sobre empresas cotizadas han sido una de las historias de éxito en Reino Unido, atrayendo grandes bolsas de capital de inversores globales".
En su opinión, "dos factores explican esta tendencia: por un lado, las valoraciones de las cotizadas han caído, lo que unido a una libra más barata, hace a las compañías británicas más atractivas. Por otro lado, los procesos tradicionales de venta de activos como las subastas están siendo tan competitivas que los fondos están dispuestos a buscar valor por otras vías".
McKinsey: los grupos europeos necesitan crecer
La consultora estratégica McKinsey acaba de lanzar un informe en el que sus socios advierten que "Europa está perdiendo terreno como hogar de las compañías líderes en el mundo".
Según el documento, presentado en Londres, entre las 100 mayores firmas por capitalización bursátil, 18 empresas chinas y 13 estadounidenses fueron fundadas en los últimos treinta años. Ninguno de los grupos europeos en esa lista es tan joven. Además, mientras Estados Unidos cuenta con 201 unicornios (nuevas empresas que superan una valoración de mil millones de dólares), China tiene 99 y Europa solo 50.
El problema, según McKinsey, no es la falta de nuevas ideas, ni de emprendedores, ni de ingenieros, ni de instituciones de investigación en el Viejo Continente. La cuestión clave es la dificultad para dar "escala" a los proyectos de éxito, convirtiéndolos en grandes compañías.
"Los negocios europeos afrontan un desafío que está erosionando su posición económica relativa a otros poderes globales: construir nuevos clústeres o empresas que pueden innovar con escala. Afrontar este reto es vital para el futuro económico del continente", afirma el informe de la consultora.
Obstáculos
Entre los obstáculos que impiden el desarrollo de las compañías innovadoras, según McKinsey, figura la fragmentación del mercado europeo, tanto a la hora de acceder a los consumidores como al captar capital para crecer.
Desde la banca de inversión se indica que otro problema es la resistencia de Bruselas a autorizar fusiones. "Para competir con las grandes compañías en Europa y Asia, los reguladores europeos deberían permitir una mayor consolidación entre firmas locales, mirando menos el impacto de las fusiones en cada mercado y más el efecto en el conjunto del continente", señala Wenceslao Bunge, de Credit Suisse.
Hernán Cristerna, de JPMorgan, argumenta que "la Comisión Europea y los Gobiernos nacionales deberían pensar en fórmulas para promover los campeones industriales europeos, sin dañar al consumidor".
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