Defensa rechaza a Santa Bárbara y declara desierto el contrato del blindado 8x8
El Gobierno considera que la propuesta de la compañía incumple el pliego de prescripciones técnicas en sus apartados técnico, económico y operativo
La fábrica de armas de Trubia y Santa Bárbara Sistemas sufrieron este lunes un duro revés. El Ministerio de Defensa declaró desierto el contrato para la producción del Vehículo de Combate Sobre Ruedas (VCR) 8x8 Dragón. Lo hizo, tras desestimar la oferta de la empresa, filial General Dynamics European Land Systems, por razones «técnicas», «económicas» y «operativas», y procederá ahora a sacarlo a licitación competitiva.
Un encargo de 2.083 millones de euros para la construcción de 348 unidades del novedoso blindado para el Ejército de Tierra, y el mayor contrato armamentístico de las historia de las Fuerzas Armadas, que habría revertido muy positivamente en la factoría bélica trubieca con la incorporación de al menos 91 empleos directos durante los próximos ocho años.
En ese sentido, la compañía y la Dirección General de Armamento venían celebrando reuniones periódicas durante los últimos meses para avanzar con las negociaciones y dar luz a una iniciativa que lleva una década sobre la mesa. Las previsiones del Ministerio pasaban por que el contrato estuviese firmado a final de año, pero ya no se dará el caso.
La comisión encargada del proyecto, formada por la oficina de programa, el grupo de evaluación de costes y el área de gestión industrial, advirtió que la propuesta no cumple con los requisitos del pliego de prescripciones técnicas en sus apartados de plazo de ejecución, suministro de vehículos de serie y prototipos, y hasta el orden de producción de las trece configuraciones diferentes del blindado. Por otra parte, desde el organismo militar también manifestaron que la oferta de Santa Bárbara no asegura la invariabilidad de los costes de producción en caso de imprevisto.
La decisión; sin embargo, no casa con la autorización que el Consejo de Ministros concedió el viernes al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para suscribir una tercera adenda al convenio con Indra-Santa Bárbara Sistemas para la construcción de los cinco demostradores del Dragón. Un contrato distinto, sí, pero estrechamente ligado al que habría recaído en Trubia si los astros no se hubiesen alineado en su contra.
El nuevo anexo, aun así, permitirá que los 91.969.680 euros previstos para la construcción de los prototipos en 2019 pase a 2020. Con esto, el Gobierno central tratará de acomodar los pagos «al ritmo de ejecución real del programa», que ya ha sufrido tres retrasos en los últimos años, y que prevé que los primeros dragones sean entregados en mayo. No obstante, los límites entre desarrollo, pruebas y producción han quedado bifurcados, y Santa Bárbara, por ahora, no será la adjudicataria del contrato.
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