La calenda abarrota las Pelayas
Una multitud visita el monasterio para asistir al canto gregoriano que anuncia el nacimiento del Niño Jesús
Lucas Blanco 26.12.2019 | 00:55
Las monjas durante el cántico. IRMA COLLÍN
El monasterio de las Pelayas se quedó pequeño para vivir una de las tradiciones con más arraigo de la ciudad. El canto gregoriano de la calenda que cada año anuncia la llegada del Niño Jesús en la tarde de Nochebuena abarrotó las instalaciones de la comunidad benedictina.
Este canto tiene su origen en la Edad Media, pero no se conserva en muchos sitios. Su tradición se perdió en muchas comunidades tras el concilio Vaticano II, pero la comunidad ovetense es una de las que se resiste a dejar caer en el olvido un acto muy solemne, seguido año tras año por cientos de personas que no dudan en hacer cola y en algunos casos se quedan con las ganas de ver a las monjas empleando a fondo sus voces.
A través del canto, las monjas enumeran los hitos históricos más importantes desde la creación del mundo hasta el nacimiento de Cristo. Es en ese preciso momento cuando la madre abadesa, Rosario del Camino Fernández Miranda, narró el nacimiento de Jesús, la melodía cambió y, durante unos minutos, sonó sólo el órgano.
Mucho tirón
Las hermanas del Monasterio de San Pelayo demuestran tener un gran tirón en la ciudad. Cada Nochebuena llenan el monasterio para el canto de la calenda y en sus participaciones en la Noche Blanca, sus cantos de vísperas son una de las actividades más concurridas y que generan colas de cientos de metros cada edición. Un claro ejemplo de que los amantes de la tradición son muy numerosos.
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