Aparcamientos disuasorios y más transporte público.
Los polígonos de Oviedo reclaman más aparcamientos, mejor accesibilidad y servicio de autobuses
El Espíritu Santo está «desbordado» de vehículos y los empresarios piden una zona de estacionamiento en una parcela municipal
Oviedo tiene cuatro polígonos: tres en la zona rural (San Claudio, Olloniego y Espíritu Santo) y uno en plena ciudad. Se trata de Ferreros, en Ciudad Naranco. La situación que vive cada uno de ellos es bien distinta: mientras en Cerdeño hay 85 empresas, en el área industrial ubicada al lado de la antigua fábrica de loza existen muchas naves que están vacías. Entre sus reclamaciones está una mejor accesibilidad, y uno de los principales problemas que sufren a diario es la falta de aparcamientos.
Cuenta Carlos Paniceres, presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, y consejero delegado de Transinsa, cuya sede está en el Espíritu Santo, que el polígono está «desbordado de vehículos». No hay sitio suficiente para todos y la situación que se vive a diario es caótica. En algunas zonas, como ocurre por semana en la calle Irlanda, muchos turismos están aparcados en doble o triple fila. Otros conductores los dejan encima de las aceras, delante de un vado o en lugares reservados exclusivamente para camiones.
Paniceres propone, a cambio, construir un nuevo aparcamiento en una parcela municipal y las negociaciones con el Ayuntamiento ya han comenzado. «Ya ha habido conversaciones porque el problema que se vive es muy serio», cuenta, mientras que la trabajadora Lorena Carbajo apunta que «a partir de las ocho de la mañana es imposible aparcar». «Hay veces que la gente llega tarde a las reuniones porque no tienen dónde estacionar».
Otra de las soluciones pasa por incluir una parada del Transporte Urbano de Asturias. La única que hay se ubica encima de la calle Holanda y el mapa de autobuses diseñado por el anterior equipo de gobierno, formado por PSOE, Somos e Izquierda Unida, incluía la creación de una línea rápida que uniese el Espíritu Santo con El Cristo. El tripartito quería que estos cambios se hiciesen efectivos el pasado 1 de agosto, pero todos los planes se paralizaron con el cambio de gobierno. Por el momento, no se sabe cuándo entrarán en vigor las nuevas líneas de autobús.
Una situación parecida ocurre en el polígono de Ferreros, en Ciudad Naranco. Sus accesos son, bien por Nicolás Soria o por la rotonda que da acceso a la autovía AS-II. La solución para Francisco López, de la empresa Recalvi, es la construcción de la Ronda Norte. «Este es un área industrial que está metido en la ciudad y los políticos llevan muchos años prometiendo dicha conexión aunque, por el momento, no se ha hecho nada al respecto y tenemos muchos problemas de tráfico».
Una de las horas álgidas del día es en torno a las cinco de la tarde. Ciudad Naranco es una zona con un número elevado de colegios, tanto públicos como concertados, y muchos tienen clase por la tarde. Al tráfico de autobuses y padres con sus vehículos se suman las camiones, furgonetas o motos de los trabajadores del polígono. Otra de las peticiones que pide López es que se habiliten más zonas de «aparcamientos».
Contraste
La saturación de vehículos del Espíritu Santo y Ferreros contrasta con la que hay en Olloniego y San Claudio. En el primero de estos recintos existen muchas parcelas vacías y la Cámara de Comercio quiere promover su comercialización: «Espero que el año que viene esta idea fructifique y entre las medidas que se deben tomar es hacer un catálogo para saber cuántos terrenos tenemos libres», cuenta Paniceres, quien también señala que este espacio es interesante para la ubicaciones de «plataformas logísticas». «Aparte de las propias áreas del recinto, sabemos que la parte privada se podría incluir si aparece una inversión interesante».
Mientras, los trabajadores tienen que lidiar cada día con los problemas del polígono. «Necesitamos cámaras de seguridad. A mi me robaron cuatro veces en tres años, y también se deben quitar los saltos que hay en la carretera que cruza la zona porque los camiones largos no pueden pasar», relata Tomás Torre, de la empresa Transportes y Carbones Torre.
La situación en San Claudio es de desesperación. Muchas de las naves están vacías y Adrián Ares, de la empresa TSA, dice que el recinto está «muerto». «La mayor parte de los almacenes están abandonados y solo unos ocho tendremos trabajo». Según los datos del Idepa, existen 31 espacios, pero la situación, en la actualidad, es que muchas calles están vacías. A esta circunstancia se añade que la antigua fábrica de loza lleva ya diez años cerrada.
A la lista de problemas en San Claudio se deben añadir otros dos: muchos de los camiones tienen que pasar por el paso a nivel y falta limpieza. «Nos encontramos a menudo con ratones», cuenta Ares.
La Vega
Por otro lado, Carlos Paniceres recuerda que la mejor idea para la fábrica de armas de La Vega es crear un espacio relacionado con la innovación.
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