Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ya tienen listo el acuerdo que cimentará su próximo gobierno (siempre que cuenten con el beneplácito de Esquerra) y hunde sus pilares en el acuerdo de legislatura de hace un año. Los dos líderes políticos han acordado finalmente derogar algunos aspectos de la reforma laboral para "recuperar los derechos laborales arrebatados por la refoma laboral de 2012", esto es, la de Mariano Rajoy. De esta forma, se despeja una de las grandes incertidumbres que existían, ya que el Ministerio de Economía, liderado por Nadia Calviño, se oponía a la derogación íntegra que demandaba Podemos.
Los cambios se introducirán de forma escalonada y una de las prioridades será prohibir el despido por absentismo justificado, que ha sido una de las grandes polémicas del mercado laboral en los últimos meses como consecuencia de la última sentencia del Tribunal Constitucional. Además, los dos líderes han acordado recuperar la ultraactividad de los convenios colectivos y la primacía del convenio sectorial sobre el de empresa, dos de los puntos que más han demandado los sindicatos en los últimos años.
PSOE y Unidas Podemos también quieren atajar el problema de la subcontratación, que desde la aprobación de la reforma laboral se ha empleado como una vía para reducir los salarios y los derechos de muchos puestos de trabajo. Las dos partes pretenden limitar la subcontratación, aunque está por ver si finalmente obligan a que el salario de la subcontrata tenga que respetar el convenio de la empresa contratante.
Iglesias y Sánchez también contemplan una gran subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que llegará a ser el 60% del salario medio en España al final de la legislatura, esto es, entre 1.100 y 1.200 euros al mes en 14 pagas. Para decidir el ritmo de subida del SMI se creará una comisión dirigida por el Ministerio de Trabajo con participación de los agentes sociales y de profesionales y académicos de prestigio para analizar los incrementos del salario mínimo y sus repercusiones.
Iglesias y Sánchez también contemplan una gran subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que llegará a ser el 60% del salario medio
Las dos formaciones también han llegado a un acuerdo para una subida de impuestos que es una copia del que acordaron en los pasados presupuestos. Esto significa que se trata de una reforma fiscal descafeinada que difícilmente permitirá un avance del peso de los ingresos públicos sobre el PIB más allá del que venía contemplado en los presupuestos que el Congreso tumbó al inicio del año.
La subida del IRPF se circunscribe a las rentas muy altas, idéntico al acordado hace un año. Así, se creará un nuevo tramo del IRPF para rentas del trabajo superiores a 130.000 euros anuales que verán aumentado su tipo marginal en dos puntos. El segundo tramo será para rentas laborales de más de 300.000 euros y se aplicará una subida de cuatro puntos. También se subirá el IRPF para las rentas del capital, creando un nuevo tramo para ingresos superiores a 140.000 euros con un incremento de cuatro puntos. Además, el acuerdo contempla "estudiar la fiscalidad de las grandes fortunas al objeto de que contribuyan a un sistema fiscal más justo y progresivo". Unidas Podemos demandaba un impuesto sobre los grandes patrimonios, pero en el acuerdo se ha quedado en un "estudiará" sin compromisos concretos.
En materia de pensiones, los dos líderes reiteran su intención de derogar la reforma del Partido Popular de 2013 que introdujo el índice de revalorización y el factor de sostenibilidad. El acuerdo contempla recuperar la subida de las pensiones "conforme al IPC real" por ley. Además, subirán el poder adquisitivo de las pensiones mínimas y las no contributivas.
Los dos líderes también recuperan la subida de impuestos a las empresas que pactaron en octubre de 2018. Así, se establecerá un tipo efectivo mínimo del 15% en el impuesto sobre sociedades para evitar una baja tributación de las multinacionales. Dentro del resultado contable se incorporará el 5% de los beneficios obtenidos en el exterior, esto es, se reducirá al 95% la exención por repatriación de dividendos. En el caso de entidades financieras y empresas de hidrocarburos este tipo mínimo ascenderá al 18% para que interioricen los costes derivados del rescate financiero y de las emisiones de carbono respectivamente.
En el caso de las pymes que facturen menos de un millón de euros, tendrán una rebaja del tipo nominal del impuesto de dos puntos, del 25% al 23% para estimular el crecimiento de este tipo de compañías que conforman el grueso del tejido productivo español. El acuerdo también mantiene el impuesto a las transacciones financieras ('tasa Tobin') y el de servicios digitales ('tasa Google') que acordaron las dos formaciones hace un año.
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