La noche del recuento electoral del 26 de mayo, a medida que avanzaba el recuento, pocos veían confirmarse el buen dato de 20 escaños con la seguridad de la Secretaria de Organización de la FSA, Gimena Llamedo, que fue la única en apostar la doble decena en la porra. Los socialistas rozaban la mayoría absoluta con tres escaños y en esa noche de mayo, hasta un buen porcentaje de voto, parecía que podría arreglarse de forma sencilla si IU lograba tres escaños. Pero el escrutinio le quitó uno en favor del PP. Podemos, aún con mengua de escaños, de nueve a cuatro mantenía en principio una posición determinante para forjar mayorías. Meses después, aún con un acuerdo de gobierno cerrado entre socialistas y morados a nivel nacional, Barbón sacó adelante el primer presupuesto de la legislatura con el apoyo de IU, sí, pero garantizándose en primer lugar la suma necesaria con una abstención doble de Ciudadanos y un diputado de Foro y dejando a Podemos ante una disyuntiva compleja: o participar de la abstención o compartir enmienda de totalidad con malas compañías, PP y Vox.
En vísperas del pleno definitivo, el próximo 30 de diciembre, que deberá sancionar las cuentas de 4.757 millones de euros; el proyecto despejó cualquier obstáculo el jueves con el rechazo a las dos inciativas para devolverlo de PP y Vox. En una sesión en la que, aunque no se esperaba ninguna sorpresa en el voto, se hizo evidente la fractura interna de Foro, con cada uno de sus diputados votando de forma distinta, siendo reflejo de la fractura que divide el partido entre afines a Cascos y a Moriyón. Pedro Leal, entre los primeros, anunció que llevaría al Tribunal Constitucional la negativa de su grupo a aceptar sus enmiendas; Adrián Pumares, entre los segundos, señalaba que aunque no era el proyecto de presupuestos que «necesitaba Asturias» prefería darle paso antes que unas cuentas pactadas con Podemos. También los morados se mostraban suspicaces respecto a la forma en la que había salido adelante las cuentas. Las abstenciones les alejaron de una posición estratégica que marcó, y mucho, la sucesión de prórrogas que se dieron la pasada legislatura pero en esta ocasión, en reparto de cartas les había dejado con un margen mucho menor.
Podemos se plantó en la negociación con una reclamación sobre la gratuidad total de la matrícula de 0 a 3 años y también de las tasas universitarias. En el último presupuesto del anterior mandato los morados reivindicaron una rebaja en la matrícula de infantil que sólo un año atrás habían considerado insuficiente. Barbón ofreció la gratuidad para el tercer hijo, algo que no sedujo a los morados. Pero la baza de la enmienda a la totalidad del último momento (Podemos esperó hasta el último instante en los años anteriores) perdió todo su efecto a medida que Foro se descomponía en una cruda lucha de poder interno en que además salían a la luz gastos desproporcionados de Francisco Álvarez Cascos. El remate fue el acercamiento total en las negociaciones con Ciudadanos, sus cinco diputados aseguraban el escenario.
Laura Pérez Macho, la portavoz naraja, destacó en su intervención las concesiones logradas por su grupo: la creación de una oficina para el contacto con las empresas, la reforma del sistema informático Asturcon XXI, la campaña Alimentos del paraíso, un portal de transparencia para usuarios del ERA o el incremento de inversiones en carreteras. Pero si en el caso de Podemos, la situación nacional no ha tenido influencia ninguna en un acercamiento a los socialistas en Asturias; en cierta manera, la evolución de Ciudadanos en el Estado tras la repetición electoral de noviembre sí que permitió un cambio. La situación de interinidad de los naranjas, a la espera de resolver su liderazgo tras la dimisión de Rivera y alejarse el foco de la preferencia por el PP, dejó a Asturias con un abanico más amplio de maniobra.
Según recogió Europa Press; la consejera de Hacienda, Ana Cárcaba, defendió en el deabte unas cuentas que supondrán un gasto total de 4.757.273.745 euros, lo que supone un 5,1% más que el actual ejercicio. Por funciones, ese gasto se reparte en deuda pública (569,5 millones), alta dirección del Gobierno (23), Administración general (124,5), Justicia (65), Seguridad y Protección Civil (34), Seguridad social y protección social (466,5), Promoción social (129,5) y Sanidad (1.817,5).
Completa la lista Sanidad (845,3 millones), Vivienda y urbanismo (37,2), Bienestar comunitario (110,7), Cultura (36,4), Infraestructuras básicas y de transporte (168,8), Comunicaciones (8,9), Infraestructuras agrarias (26,7), Investigacion científica, técnica y aplicada (35,9), Regulación económica (49,4), Regulación comercial (1,9), Regulación financiera (4,4), Agricultura, ganadería y pesca (167,3), Industria (17,8), Minería (8,8) y Turismo (10,3).
En materia fiscal, el proyecto introduce para 2020 tres nuevas deducciones sobre la cuota íntegra autonómica del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas con el fin de reforzar una de las políticas estratégicas de este Gobierno, según ha explicado Cárcaba: la lucha contra el reto demográfico. En este contexto, se definen nuevos beneficios fiscales para los nacimientos a partir del segundo hijo, para contribuyentes que inicien una actividad económica y por la realización de gastos de transporte y movilidad para contribuyentes que residan en áreas rurales en riesgo de despoblación.
Por otra parte, en relación con los tributos sobre el juego, teniendo en cuenta el importante desarrollo de las apuestas deportivas en la región, los niveles impositivos en relación con otras modalidades de juego presencial y los riesgos que puede suponer la extensión descontrolada de esta modalidad de juego por sus impactos, especialmente sobre la población de menor edad, se incrementa el tipo aplicable a las apuestas sobre acontecimientos deportivos, de competición o hípicas.
También en materia tributaria, se crea la tasa por prestación de servicios de comunicación audiovisual. Por otro lado, el proyecto que ha sido aprobado suspende la aplicación del uno por ciento cultural.
Desde la perspectiva macroeconómica, el proyecto de cuentas de Asturias para 2020 se guía por unas previsiones económicas que apuntan hacia una tasa de crecimiento del PIB en el presente ejercicio del 1,8 % y del 1,6 % para 2020, cifras coherentes con las previsiones efectuadas por órganos independientes, en línea con la media nacional y que nos sitúan en niveles superiores a los de la zona euro.
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